Capítulo cuatro

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― Y así... ―alinee mi taco inclinándome un poco sobre la mesa de billar. Cerré mi ojo izquierdo para visualizar mejor la bola frente a mi, y la golpee con el taco haciendo que tres bolas cayeran en los hoyos de un solo tiro― es como se consigue una cerveza gratis.

― ¡Vamos! Eso no es justo ―reclamó Brendon.

― ¿Qué no es justo?

― Me dijiste que nunca habías jugado billar antes.

― Oh, ¿así se llama este juego? ―pregunté con inocencia fingida y él golpeó mi brazo riendo.

― Oigan, oigan, nada de peleas aquí o harán que me despidan ―dijo Dallon llegando con un par de cervezas.

― Lo siento ―me disculpé riendo y soltando a Brendon para tomar la cerveza que Dallon me tendía ―. Gracias, amigo.

― Descuida, es mi trabajo, literalmente ―sonrió y ahora miro a Brendon― y supongo que esta es para ti ―le dijo a mi amigo, ofreciéndole la otra cerveza.

― Oh, sí ―tomó la botella después de unos segundos y sonrió apenado. Yo sólo observaba la divertida escena.

A Brendon le había gustado Dallon desde el primer momento en que lo vio hace un mes, cuando Dallon había sido transferido a nuestra escuela.

No estaban en ninguna clase juntos, tampoco en el mismo taller, ni siquiera se lo había encontrado en castigados, en donde Brendon pasaba la mayoría de sus tardes. Por suerte, a la segunda semana que él entró nos hicimos amigos después de que me ayudara a defenderme del idiota de Scott y los tarados que siempre lo acompañan, así fue como descubrí que trabajaba aquí, así fue como Brendon terminó aquí.

― Eres Brendon, ¿cierto? ―preguntó Dallon.

Él parecía muy relajado y confiado, como siempre, pero Brendon se veía muy nervioso, lo cual era muy raro en él para quienes no lo conocían tan bien.

― Sí, yo soy Brendon ―respondió antes de darle un trago a su bebida.

― Josh me contó mucho sobre ti ―ambos me miraron y luego volvieron a verse―, de hecho todos me hablaron de ti y me dijeron que definitivamente tendría que ir a una de tus legendarias fiestas.

― Por supuesto ―respondió sonriente y más animado―, tal vez la siguiente sea el próximo viernes en mi casa.

― Bueno, entonces ―sacó su celular teniéndoselo a Brendon― ¿por qué no anotas mi número y me llamas para confirmar?

― Ahora vuelvo, voy al baño ―dije para dejarlos unos minutos a solas.

Estaba muy feliz por ambos. Supe de inmediato que Dallon era un buen chico y que le haría bien a Brendon estar cerca de él, aunque fuera sólo como amigos.

Al salir del baño me quedé en una de las mesas para darles más tiempo y entonces vi que unos chicos iban entrando al lugar, eran Scott, Kevin y... ¿Tyler?

Tyler iba caminando detrás de ellos, parecían estar buscando una mesa y la única que quedaba libre era la que estaba frente a la mía, así que tomé rápido un menú para cubrir mi rostro mientras ellos ocupaban sus lugares.

No podía escuchar nada debido al ruido que había en todo el lugar, sólo observé a Tyler sentado en la orilla de la mesa con la mirada fija en el vaso con no sé qué, que sostenía entre sus manos. No parecía feliz ni triste, más bien, perdido en sus pensamientos.

Slowtown | JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora