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Segundo sueño
Una habitación blanca impecable, una bombilla blanca sobre mi iluminando el lugar, una puerta y unos monitores al lado de mi es todo lo que puedo ver. Estoy recostado sobre una camilla, parece de metal por lo fría y dura que está, aunque no puedo verla porque no logro moverme, algo me mantiene sujeto a ella.
De pronto escucho unos ruidos provenientes del exterior y una sensación de temor se apodera de mi al instante, así que cierro los ojos y finjo dormir. Segundos después la puerta se abre y escucho unos pasos, alguien se me acerca y coloca su mano sobre mi brazo derecho, lleva guantes. Abro los ojos un poco, justo para ver como entierran una aguja en mi piel inyectándome una sustancia que me provoca un ardor inmenso.
Suelto un alarido tratando de moverme, pero no lo logro y lo único que me queda es llorar de frustración y dolor mientras la persona que me inyectó anota unas cosas en una tableta sin siquiera mirarme a los ojos, para luego salir de ahí y dejarme sólo de nuevo.
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Desperté sobresaltado sentándome rápidamente. Mi respiración estaba agitada y tenía migraña.
― Oye, oye, tranquilo ―llegó Brendon conmigo inclinándose un poco para verme mejor―. Está bien, no pasa nada.
― ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo?
― Relájate, amigo. Estábamos en el lago cuando de la nada te desmayaste, así que como sabemos que te dan miedo los hospitales, decidimos traerte a la casa de Dallon ―explicó.
Parpadee un par de veces para fijar mejor la vista, luego pude percatarme de que me encontraba sentado sobre un cómodo sofá café en una sala con decoración antigua. Nunca había estado antes en la casa de Dallon.
― ¿Todo está bien? ―escuché una voz femenina y Brendon sonrió enderezándose.
― Sí, ya despertó.
Una mujer de avanzada edad entró a la sala con nosotros. Era un poco baja de estatura, su piel blanca y arrugada, y su cabello largo le caía en ondas por la espalda. Supuse de inmediato que era la abuela de Dallon, por sus grandes y adormilados ojos.
― Hola, tú debes ser Josh ―me saludó brindándome una dulce sonrisa que yo le devolví a la vez que me sentaba correctamente.
― Hola, señora Weekes ―acomode mi cabello un poco, apenado―. Sí, soy Josh, y lamento mucho si la asustamos.
― Tranquilo, no es común recibir a un chico inconsciente en mi casa, pero tampoco lo es estar rodeada de tantos chicos apuestos.
― Hay, nana ―dijo Brendon negando. ¿Ya se conocían? Bueno, Dallon y él pasaban mucho tiempo juntos, era obvio.
Entonces recordé el mensaje del oficial Schmidt y me puse de pie, maldiciéndome al instante por el mareo que me provoqué.
― Lo siento, pero recordé que tengo algo muy importante que hacer y tengo que ir...
― Tranquilo, Dallon y Pete se están encargando de eso, pero ven, necesitas algo de aire fresco ―Brendon me tomó de los hombros y caminamos hacia la salida―. Ahora volvemos, nana.
Salimos y nos sentamos en la banca de madera que había en el jardín.
― ¿Cómo que Dallon y Pete se "están encargando"? ―pregunté haciendo comillas con mis dedos.
― Bueno, después de que te desmayaste vi que habías recibido un mensaje, así que decidí leerlo, sólo por si acaso, y supe que era de un oficial. Entonces les pregunté a los chicos si sabían algo y Dallon nos contó todo ―me miró con una mano sobre mi rodilla―. No te molestes con él, estábamos preocupados y entramos en pánico con lo de "encontramos un cuerpo"... oye ―dijo golpeando mi brazo y mirando hacia el cielo, como si se le hubiese ocurrido la idea del siglo.
― ¿Qué? ¿En qué estás pensando? ―abrí grande los ojos.
A veces a Brendon le llegaban las ideas más brillantes.
― Ese sería un buen nombre para una banda, ¿no crees?
― ¿Qué? ¿Encontramos un cuerpo?
― No, Panic, como pánico, pero en inglés. Sólo que se siento que le falta algo más.
Y otras veces, las más estúpidas.
― Sí, suena genial, ¡pero aún no me has dicho a donde fueron Dallon y Pete!
― Oh, sí, lo siento ―soltó una carcajada―. Pues Pete le marcó al oficial pidiéndole reunirse con él, ya que tú no podías, y accedió. Se fueron hace como dos horas, no deben tardar.
Suspiré cansado y cerré mis ojos. Me sentía muy ansioso y no paraba de pensar que el cuerpo podría ser el de Tyler. Alejé todos esos pensamientos negativos lo más que pude.
○
Se hizo de noche, y justo cuando iba a marcarle a alguno de los chicos, ellos aparecieron en el auto de Pete.
Llegaron con nosotros y yo los miré atentos tratando de tragarme el nudo en mi garganta para poder hablar.
― ¿Q-qué les dijeron? ―ambos se sentaron frente a nosotros y Dallon tomó la palabra.
― El cuerpo es de una chica ―sentí de inmediato como si me hubieran quitado un gran peso de encima, pero aun así no debía alegrarme, puesto que alguien más había muerto―. Encontraron sus restos esta mañana a las afueras de la ciudad, bajo el puente que conduce al bosque.
― El oficial nos dijo que de acuerdo a los exámenes que habían realizado, tenía por lo menos una semana de haber fallecido, pero hay algo muy extraño ―dijo Pete revolviendo su cabello.
― ¿Qué cosa? ―quiso saber Brendon.
― Cuando preguntamos la causa de su muerte no quisieron decirnos, bueno, dijeron que tal vez había sido un accidente, que ella había caído desde el puente. Pero, vamos, es una gran altura y su cuerpo no se veía tan dañado físicamente, lo lógico es que tuviera fracturas.
― Y nos sacaron rápidamente de la sala donde se encontraba el cuerpo cuando preguntamos si ella era una de los chicos desaparecidos ―continuó Dallon―. Yo creo que si lo era, sé que la vi en alguna parte, pero no puedo recordar donde.
― Eso significa que ellos están... ¿encubriendo todo esto? ―cuestionó Brendon y yo asentí.
― Sí, pero, ¿por qué? ¿Qué tratan de ocultar? Las personas ya están alteradas, necesitan respuestas y no que traten de hacer como si nada pasara ―dije.
Nos quedamos en silencio unos segundos, tratando de procesar toda la información.
― ¿Y si deciden no hacer nada? Si las cosas siguen así eso significaría que todos esos chicos y chicas corren con la misma suerte y... Tyler ―mis ojos se cristalizaron y antes de que terminara los chicos me envolvieron en un abrazo.
― No, no dejaremos que eso suceda ―dijo Brendon.
― Pensaremos en algo, lo prometemos ―habló Pete.
― Pero tú tienes que prometernos que serás fuerte, ¿sí? ―ahora Dallon limpió las lágrimas de mis mejillas para que pudiera verlo―. Y que nos contarás sobre todos tus movimientos para poder ayudarte.
Los tres me miraron atentos. Podía ver la preocupación pura en sus rostros, aunque trataran de sonreírme para darme ánimos. No tenían porqué pasar por todo esto, apenas y conocían a Tyler, pero lo hacían por mi y yo lo apreciaba muchísimo. Eran todo lo que tenía, más de lo que necesitaba y de lo que podría desear.
Les brindé una sincera sonrisa y asentí varias veces con mi cabeza.
― Lo haré, lo prometo.
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Slowtown | Joshler
FanficJosh hará lo que sea necesario para encontrar a Tyler. "Hey, hey, wouldn't it be great, great, if we could just lay down and wake up in Slowtown" Esta historia comenzó como algo mío y ustedes lo hicieron nuestro, y así será siempre.