Capítulo cincuenta y siete

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Después de dejar a Ryan desahogarse entre mis brazos, hice mi mejor esfuerzo por quitar esa mueca triste de su rostro.

Recordé lo que pensaba hacer después de clases, así que abrí mi mochila y saque el tinte que había estado guardando desde hace una semana y no me molesté en usar. Ryan me miró sorprendido, pero se le iluminó el rostro en cuanto le pedí su ayuda para teñir mi descolorido cabello.

Y ahí estábamos en el baño, yo sentado sobre la orilla de la tina y él frente a mi colocándose unos guantes de látex.

― ¿Estás seguro de que quieres que yo lo pinte? ―preguntó― Nunca había hecho algo así, ¿qué tal si lo arruino?

― Descuida, no podrías dejarlo peor de lo que ya lo tengo ―lo calme―. Sólo asegúrate de leer bien las instrucciones.

Una hora después admiramos el resultado frente al espejo. Mi cabello había vuelto a recuperar su brillante color azul y mi rostro algo de vida. Estaba realmente satisfecho.

― Eres el mejor, Ry ―le agradecí.

― Oh, no es nada ―dijo apenado―. Sólo falta una cosa más.

Me tendió un rastrillo nuevo y comencé a afeitar mi barba apenas notable. Debía admitir que me había encariñado con ella, a pesar de que en realidad eran sólo unos cuantos bellos dispersos por mi rostro. Aún así el cambio era notorio.

Vi mi celular vibrando en el lavabo, era una llamada entrante de Brendon.

― ¡Hola, Joshie! ―me saludó apenas contestar.

― Hola, ¿dónde estas? Te perdiste de la diversión.

― Sigo en la aburrida de mi padre. El cobarde de Pete se largó hace media hora dejándome aquí con un montón de estirados ―respondió―. ¿De qué me perdí exactamente?

― Miralo tu mismo.

Le tomé una foto a mi reflejo del espejo y se la envíe. Ryan sonreía orgulloso. Puse a Brendon en altavoz para que pudiéramos escucharlo los dos.

― ¡Wow! Luce genial ―dijo animado.

― Gracias, todo fue obra de Ryan.

― Dile que puede pintar mi cabello cuando quiera.

Ryan río negando.

― Se lo diré.

De pronto la puerta de la habitación se abrió. Un hombre uniformado entró llamando a Ryan y al vernos se quedó petrificado en su lugar, al igual que nosotros.

Era su padre.

Yo me encontraba de pie al lado de Ryan con el pecho totalmente expuesto, ya que no quería manchar mi camisa de tinte, usando jeans ajustados y con mi cabello recién teñido. Vaya primera impresión.

― Padre, c-creí que volverías hasta mañana ―atinó a decir Ryan.

― ¿Qué significa esto? ―preguntó su padre usando un tono tan apacible que daba escalofríos.

Slowtown | JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora