Capítulo tres

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Al día siguiente al llegar a la escuela lo primero que pude notar fue a algunos trabajadores de construcción pasando a la cancha traser, y recordé lo que me había dicho Brendon acerca de que reforzarían la seguridad.

Entré al edificio como siempre y caminé por los pasillos, todo iba prácticamente bien hasta que me di cuenta de que todos me observaban y murmuraban cosas que no lograba escuchar, algunos ni si quiera intentaban parecer discretos mirándome y señalándome directamente. Avancé lo más rápido que pude hasta mi casillero y no me detuve hasta llegar a el y abrirlo para ocultarme tras la pequeña puerta de lámina.

¿Qué querían? ¿Por qué hablaban de mi? ¿Qué había hecho mal? Decenas de preguntas se formaban en mi cabeza y comenzaba a sentirme sofocado justo cuando sentí una mano sobre mi hombro y me giré sobresaltado.

― Hola, lo siento, no quería asustarte, es que no te veías muy bien y... ¿necesitas algo? ―me preguntó una hermosa chica delgada de piel blanca y cabellera azul brillante. Era Halsey.

― Sí, sí, yo sólo... ―dejé la frase a medias para verificar si aún seguían viéndome, y ella se percató de eso.

― No les hagas caso, es sólo que todos nos enteramos sobre la desaparición de Tyler y ahora hay un montón de teorías estúpidas circulando por ahí.

― Oh, no te preocupes ―le dije volviendo mi vista a mi casillero y sacando los libros que necesitaba. No quería hablar sobre ello, el tema me ponía muy mal y no podía terminar llorando o teniendo otro ataque de ansiedad en medio del pasillo.

― Pero lo hago, Josh, me preocupo por ti ―la miré a los ojos y ella me regalo una dulce sonrisa―. Escucha, sé que eras el único amigo de Tyler por aquí y que la noticia fue muy dura para ti, incluso yo me siento muy mal por él aunque realmente nunca pudimos conocernos ―sólo me quede escuchándola y observándola―. Y quiero que sepas que puedes acercarte a mi siempre que necesites hablar o si buscas compañía.

Estaba a punto de responder, pero en eso sonó la campana indicando que debíamos ir a clases. Entonces terminé de sacar mis libros y cerré el casillero.

― Lo siento, me gustaría hablar más pero tengo examen de cálculo y no puedo llegar tarde ―me regaló una última sonrisa antes de comenzar a caminar hacia su salón.

― ¡Halsey! ―grité antes de que avanzara más y ella se detuvo y giró un poco para verme― Gracias ―amplió su sonrisa y asintió antes de subir las escaleras al segundo piso.

Entré a mi salón y tomé asiento en mi lugar hasta el fondo, justo al lado de la ventana que daba al parque. La clase comenzó y yo me quede observando todo a través del gran ventanal, recordando la plática con Halsey.

Ella y yo compartimos horario durante los primeros dos semestres. Cuando nos conocimos sentimos una conexión instantánea y nos hicimos amigos muy rápido, luego me di cuenta de que estaba enamorado de ella pero ella no lo estaba de mi. Bueno, eso pensé, aunque nunca me atreví a preguntárselo y cuando por fin me sentía con la valentía suficiente para confesarle mis sentimientos, resultó que ella estaba comenzando a salir con otro chico que conoció durante las vacaciones de verano. Eso rompió mi corazón, pero Halsey no tenía la culpa, no estaba obligada a corresponderme y yo no había dado el gran paso cuando pude.

Seguimos siendo amigos, sólo que más distanciados porque ambos cambiamos de horario al tercer semestre. Aún la veía en las fiestas de Brendon y hablamos y nos mandamos textos, pero supongo que yo también me alejé un poco más cuando conocí a Tyler.

― Señor Dun, ¡señor Dun! ―salí de mis pensamientos cuando escuché a la profesora de historia.

― Sí, presente, lo siento ―respondí rápido, volviendo mi vista al frente, y todos se burlaron.

Slowtown | JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora