Capítulo siete

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― ¿Entonces nunca piensas decirle nada de lo que pasó entre tú y Tyler?

Le acababa de contar a Dallon sobre mi encuentro con el oficial Schmidt, mientras preparábamos unos emparedados en la cocina.

― Sí, pero en su momento.

― ¿Y cuándo llegará ese momento? ―me preguntó antes de darle una mordida a su emparedado sin tomate, porque según él era alérgico, aunque me parecía más como una de esas personas que dicen que son alérgicas a algo sólo porque no les gusta.

Me encantaría que esa excusa funcionara para todo y decir que soy alérgico a la escuela.

― No lo sé, es que no quiero dar demasiada información ahora, ni siquiera yo estoy seguro de lo que éramos Tyler y yo realmente ―revolví mi cabello un poco, frustrado, y me senté sobre la barra para comer.

― No es tan complicado, sólo debes recordar cómo te sentías estando con él y cómo te sientes ahora que no está ―iba a responderle, pero en eso sonó su celular―. Lo siento, un mensaje de papá, debo volver a casa ―informó poniéndose su chaqueta.

― ¿Desde cuándo te pide volver a casa a las 10 PM?

― Desde que hay un loco o loca por ahí secuestrando adolescentes en el pueblo ―asentí y lo acompañé a la puerta. ¿Cómo sería tener un padre que se preocupara así por ti?

Nos despedimos y subí a mi habitación para tomar una ducha y luego recostarme, y fue entonces cuando recordé que tenía tarea de historia.

Me levanté con pesadez de la cama y fui a sentarme en el pequeño escritorio que tenía frente a la ventana, encendiendo la lamparita.

Nunca me gustó hacer tareas, pero me gustó menos la sensación de haber reprobado tres materias en primer grado y que mi padre tuviera que ir a la escuela para hablar con el director. Él se excusó diciendo que mi falta de atención se debía a que había perdido a mi madre hace poco y yo todavía no lo había podido superar, ¿pero cómo se supone que un chico de 15 años supere algo así tan fácil? Bueno, no fue muy difícil para él.

Saque mis libros de la mochila antes de pensar más en eso, esta estaba abierta y al levantarla provoqué que se salieran todos mis útiles. Me agaché a recogerlos y me di cuenta de que un lápiz había rodado hasta debajo de la cama, así que cuando metí mi mano sentí algo más debajo, y cuando lo jalé para sacarlo vi que era un pincel, pero no cualquier pincel, era el pincel de Tyler.

○ⱡ●

Por fin era lunes y parecía ser el único en la escuela que se alegraba de que fuera así, pero en realidad estaba así de feliz porque hablaría con Tyler de nuevo, aunque no estaba seguro de porque eso me emocionaba tanto.

Tomé mis libros del casillero y me dirigí a mi primera clase. Siempre odié historia, pero ese día no, ese día pondría atención y tomaría apuntes. Así fueron mis primeras cuatro clases, hasta los profesores se sorprendieron y me dijeron que si seguía así mejoraría mucho, la verdad era que me estaba gustado, ¿por qué no lo había intentado antes?

Al salir al receso me dirigí a la cafetería. Estaba haciendo fila cuando vi a un grupo de chicos amontonarse a lejos en el patio, pero no le di importancia y seguí avanzando cuando llegó un chico corriendo a la cafetería y le dijo al que estaba frente a mi que Ricky estaba por darle una paliza a alguien. Ellos se fueron corriendo y los siguieron otros que estaban almorzando, así que decidí ir también y ver que sucedía.

Al llegar al lugar logré ver a Halsey acercándose también, y fui hasta ella.

― Hola, Hals ―la saludé―. ¿Sabes que sucede?

Slowtown | JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora