Narra Lali:
El Sueño De Lali:
Estaba en un cuarto blanco, rodeada de jaulas. Yo estaba encarcelada en una de ellas. Miré para abajo, mi panza estaba enorme, y tenía algún que otro moretón. ¿Quién me habría pegado? Seguro que Peter... Se había enojado y me había pegado sin más. Y así también había lastimado a la mierdecilla como él lo llamaba.
De repente, un hombre vestido de negro, el cuál llevaba la cabeza tapada con la capucha de la túnica, entró en ese frío lugar.
— Desnúdate — me ordenó mientras se colocaba enfrente de mí.
Sin más, lo hice. Tenía miedo, mucho miedo. Me saqué tan solo lo que llevaba puesto, que era un conjunto de ropa interior en color negro. Desnuda y embarazada tenía una pinta de lo más asquerosa, ¿a quién le podría gustar así?
El hombre me sacó de la jaula y me unió las manos con unas esposas por la espalda. Él se fue acercando a mí poco a poco. Sentía su aliento a tabaco y alcohol cada vez más cerca. Probablemente estaba bebido, pero no dije nada.
Cuando consiguió pegar su cuerpo al mío, se echó la capucha para atrás. Era un hombre de unos 47 o 48 años, bien parecido, y con una cara que me resultaba familiar.
— ¿Así que te acostaste con mi hijo, y ese bastardo — dijo mirando a mi pronunciada panza — es mi nieto?
— No sé quién sos — mi voz sonaba temblorosa.
Él sonrió con malicia.
— Juan, Juan Lanzani soy. Y te voy a decir algo, ese mocoso no va a llevar mi apellido. Y si alguna vez, veo que ese bebé se acerca a mi hijo o a cualquier otra persona de mi familia, los mataré, a él y a vos.
Fin Del Sueño
Me desperté en un charco de sudor. Las sábanas estaban empapadas, y yo estaba muerta de miedo. Puse la mano en mi panza, todo estaba bien. Solo había sido un mal sueño... Un sueño horroroso.
No lo pensé dos veces, llamé a Peter, necesitaba tranquilizarme con alguien.
El atendió con voz de dormido:
— ¿Qué querés?
— Soy Lali.
— Ya sé que sos Lali. ¿Qué querés?
— ¿Podés venir? No me siento bien.
— ¿Vos te crees que yo soy el cuenta penas o el psicólogo? ¿O el médico?
— El padre del nene sos.
— Te dije que a partir de ahora ibas a tener que mendigar mi ayuda, y no solo por la parte económica.
— ¡Vení ya! — le ordené gritando.
— Voy — cortó la llamada.
Me levanté de la cama y me fui al baño a echarme un poco de agua. Refrescarse siempre venía bien en las noches malas.
A los 10 minutos, Peter se presentó en la puerta de mi cuarto y tocó un par de veces fuertemente. Le abrí rápidamente.
— Pasa — le invité apartándonme de la entrada para que tuviera lugar para poder pasar agusto.
Él pasó y cerró la puerta rápidamente:
— ¿Qué carajo te pasa a ver? ¿Qué le pasa a la mierdecilla?
— Tuve un mal sueño. Con tu papá.
Se enfureció, tan solo se le veía en la cara:
— ¡¿CUÁNTOS AÑOS TE PENSÁS QUE TENÉS?! ¿2? ¡QUÉ ME IMPORTA QUE TENGAS UN MAL SUEÑO!
— No me grites que no sos quién para hacerlo.
— ¡Me despertaste hija de...! — sí, iba a decirlo pero se calló. Comenzaba a controlarse.
— Mi mamá está muerta, así que cuidadito con nombrarla.
— No dije nada tarada.
— A punto estuviste de decir la palabra p u t a — deletreé las 4 letras que formaban la palabra.
— Pero no lo hice. A ver... ¿Qué pasó con mi papá en el sueño?
— Me secuestraba y me amenazaba.
Peter sonrió maliciosamente:
— Lo dudo. Mi papá nunca podría hacer eso. Además, es solo un sueño, no te podés poner así por un simple sueño Mariana.
— ¿Tus padres saben algo de lo del embarazo?
— No. Ni pienso decirles nada, mi mamá se pondría demasiado melodramática, como de costumbre, y a mi papá le daría igual, así que prefiero no decirles nada. ¿Vos al tuyo le dijiste algo?
Negué con la cabeza:
— No quiero morir tan joven.
— Te va a retar si se entera, ¿verdad?
— En mi pueblo las madres solteras son una deshonra — suspiré —, en realidad son todas las mujeres, sean grandes o pequeñas. Incluso tener una nena y no un varón, es para una familia un suplicio. Por eso me esforcé en los estudios desde chiquitita, para conseguir algo más y salir de ese lugar de mierda en el que siempre viví y en el que todos los hombres son unos machistas.
Peter tragó saliva y respiró hondo:
— A veces, te soporto.
Sonreí:
— Soportarme es un avance. Gracias por la descarga.
— De nada, si necesitas algo, llámame de vuelta, no creo que duerma más en toda la noche. Pasado tengo un examen y aún no estudié, voy a leerme un poco los temas.
— Si necesitas ayuda...
— Es matemática.
— No se me da mal.
— Cuento con vos entonces — él me dedica una breve sonrisa y se va del cuarto. A veces, Peter se comporta como una persona. Otras como un animal. Pero en el fondo, tiene corazón, un corazón dispuesto a amar.
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(Chicas las recomiendo mi nueva novela: "PÁJAROS". También es Laliter. No se olviden de pasarse por mi otra cuenta: LaSantaEnamorada y leer "50 SOMBRAS LALITER" y "EL PERFUME", estas dos ya están terminadas)
♥️♥️♥️♥️besos y abrazos: @lalimyqueen♥️♥️♥️♥️
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Embarazada
FanficUna novela Laliter. Ella, una chica de clase media, estudiosa y buena persona. Él, un mujeriego que quiere llegar a los 500 encuentros sexuales antes de los 20 años. ¿Podrán estar juntos algún día?