Embarazada

Embarazada ~ 43

Narra Euge:

5 de la tarde. Acababa de volver de mis clases de peluquería. Era algo sencillo, mientras peinaba en la Academia, y también aprendía, me pagaban. Así podía pagar el alquiler del departamento, alimentos, cosas de ocio y ropa. No era mucha plata, pero bueno, me alcanzaba para cubrir mis necesidades.

Los pibes de Instagram, más de 50 notificaciones entre menciones, comentarios, etc. Y... ¿Qué era esto? ¿Un mensaje directo? De Ana Espósito.

¡ESPÓSITO!

Me preguntaba por Lali, ¿debía decirla la verdad? La tenía a su hermana un asco tremendo, más que a un lagarto o a una cucaracha. Porque, definitivamente, para mi Lali, era una cucaracha hecha ser humana. y no, no estaba siendo cruel. Por culpa de ella, mi mejor amigo estaba siendo cruel conmigo. Y eso, yo no se lo perdonaba.

La respondí. No fui sincera del todo, pero bueno... No quería que el tema fuera tan obvio.

Mensaje directo a Ana Espósito: "Sí, la conozco. Aunque no me llevo bien con ella, ¿por qué me lo preguntas? Y si te referís a su embarazo, sí, lo sé, estoy enterada de ello desde hace tiempo. Fui de las primeras personas."

Bueno listo. Creo, que así la quedaría claro. Miré una de sus fotos con Lali, Dios, como me hubiera gustado imprimirla y tirar dardos contra esa puta... La deseaba todo lo peor. Había sido la peor enfermedad que me hubiera podido pasar.

-...-

Narra Lali:

Estaba saliendo de la biblioteca. Había estudiado un par de siglos sobre la literatura en España y había elegido TRES libros para hacer un trabajo individual. Cuando de repente, al salir, me encontré con uno de mis profesores, el apuesto y joven Mariano Martínez:

— Señorita Espósito. Uau... Lleva muchos libros, ¿me deja ayudarla?

— Tranquilo — me disculpé sonriendo —, ya iba para la Residencia.

— Oh, ¿vive acá?

— Sí. Es que recibí una beca y me pagan la residencia y los estudios.

— Debía usted sacar muy buenas notas para que actualmente la estén pagando todo esto. El precio de esta universidad es muy elevado y solo las familias más prestigiosas pueden pagarlo.

— Lo sé, es un gran honor para mí poder realizar mis estudios acá. Es un lugar increíble, con excelentes profesores — me miraba con sus encantadores ojos verdes, no podía no ponerme nerviosa ante su mirada.

— Gracias por la tarde que me toca.

— Es la verdad — miré al piso algo avergonzada.

— Dejá que la ayude con los libros.

— Bueno — volví a mirarle y le di los tres libros. Me daba algo de mala espina que me acompañara a la Residencia, pero tal vez, si le decía que no, él se sentía mal.

Fuimos juntos caminando hasta la Residencia mientras conversábamos sobre la literatura. Teníamos un montón de cosas en común:

— ¿Así que una amante de la literatura de Dickens?

— Desde los 10 años — sonreí de oreja a oreja. Lo decía orgullosa, lo gritaba: ¡EL MEJOR ESCRITOR DE TODOS LOS TIEMPOS, CHARLES DICKENS!

— ¿Con qué novela se enganchó?

— Twist — recordaba mi niñez, escondiéndome de mi padre y de mi hermana mayor, para irme a la biblioteca, la muy pequeña biblioteca del pueblo, la cuál contaba con una pequeña estantería de películas. Me escapaba allí, y me pasaba la tarde viendo la esa película, era preciosa... —, Oliver Twist.

— Soy más de Copperfield.

— Sí, pero es demasiado largo — reí y revoleé los ojos. Él también se rió.

— Bueno, siempre, estará la película.

— Sí — volví a reír. Era, buena persona conmigo, al menos, eso parecía al principio.

Al final llegamos a la Residencia y me acompañó a mi cuarto, y justo cuando estábamos entrando en él, apareció... Peter. Sí, justo el que no tenía que aparecer.

Al vernos juntos, frunció el ceño. Sí, me lo esperaba.

— ¿Quién sos?

— El profesor de Lali, la ayudaba a traer unos libros.

— Es mi novia — gruñó. Uh... Ataque de celos de Peter Lanzani a la vista.

— Bue, no sabía. Ya me voy, estorbo acá — dijo Mariano incómodo. Y rápidamente, se marchó.

Peter entró en mi cuarto y cerró de un portazo:

— ¿POR QUÉ CARAJO LO DEJASTE ENTRAR?

— Eu, ¿qué te pasa?

— Nada, conozco a ese pibe.

Esta vez, yo fruncí el ceño. ¿Cómo que lo conocía?

— ¿De qué lo conocés?

— Sentate, es una larga historia.

— Peter, me estás preocupando.

— Sentate y te cuento, es algo bastante grave... Me da miedo solo que te acerques a él.

— ¿Por?

— Es un socio de mi viejo, esta metido en tema de drogas. Mi viejo lo sabe, ahora está un poco más reformado, pero ha recaído varias veces. Y... se acostó con mi mamá.

¿QUÉ?

-...-

(Chicas, mañana y pasado no voy a poder subir ningún capítulo de ninguna de mis novelas. Son las fiestas de mi ciudad y saldré hasta tarde, además vienen amigas a comer y bueno, no voy a poder escribir. El domingo también viene otra amiga. Tal vez suba un capítulo el domingo por la mañana sino me siento demasiado cansada de la noche anterior. Saben que me las apaño siempre para subir algún capítulo, pero este fin de semana va a ser muy muy complicado.)

(Tengo una sorpresa preparada para ustedes por cierto, pero no voy a poder decirla hasta dentro de algunos capítulos - es de esta novela -, de lo que estoy segura, es de que les va a encantar.)

(No pude subir antes la novela porque salí de clase re tarde, sorry. Besos a todas y todos.)