Embarazada ~ 22

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Narra Peter:

Maldito celular... Sonando tan temprano. ¡Son las 10 y media de la mañana!

Me giré por la cama para ver quién era. Mi vieja... No llamaba nunca, y ese día que era domingo llama temprano. No hay quién la entienda a Claudia Vargas. Además, aquella noche había tenido una pesadilla con ella... No me la quitaba de encima aquella mañana.

Con mi voz de dormido atendí:

— Mamá...

— Hola cielo, ¿todo bien?

— Sí.

— ¿Te he despertado mi amor? — me decía mi amor, ¿por qué se comportaba de manera tan falsa a veces?

— Sí. Ayer me acosté tarde mamá.

— ¡Oh mi vida lo siento mucho!

Puse los ojos en blanco y me mordí la lengua por no llamarla algo de lo que me fuera a arrepentir.

— Peter, ¿estás ahí?

Estaba distraído:

— Sí.

— ¿Y cómo van las clases?

— Por el momento bien. Mañana tengo un examen.

— Estudia mucho mi amor, para que en un futuro tengas en tus manos todo el imperio de papá.

— Okey.

— Estás un poco cortante, ¿te pasa algo?

— No mamá, estoy bien de verdad.

— Bueno. ¿Cómo están tus amiguitos?

¿Cuántos años se pensaba que tenía? ¿6?

— Están bien.

— Me alegro mucho cielo. Bueno, tengo que ir a hacer unas cosas, te llamo la semana que viene.

— Chau — y sin dejar que dijera ninguna otra estupidez corté la llamada.

Entonces, vi que mi computadora tenía una luz amarilla parpadeando. Una notificación, correo o actualización de algo. Tal vez... ¡Era la chica de la página web!

Corrí al escritorio y abrí rápidamente el celular. ¡Sí, era ella! ¡Y me había respondido!

Sonreí y no esperé a leer detenidamente las palabras que me había dedicado:

"Hola, para empezar, lo más importante para ser padre, es estar ayudando a la mamá con el embarazo, aunque ya los padres no estén en pareja, o cada uno ya tenga una pareja distinta que no es uno de los progenitores del bebé. En segundo lugar, acompañar a la mamá a las visitas médicas, es decir, al ginecólogo, a las ecografías y demás pruebas importantes que se realicen durante el embarazo. Mostrarle atención al bebé, sea niño o niña. Regalarle cosas durante el embarazo a la mamá y al bebé... Apenas sé ser mamá porque estoy embarazada de muy poquito, pero a mí me gustaría que el papá del bebé hiciera esas cosas por mí. Un beso y un abrazo muy fuertes".

Niña... Yo no me veía siendo el padre de una niña. ¿Y si Lali esperaba una niña? Yo me moriría. Un nene sería mucho mejor, pues podría jugar con el al rugby, al fútbol... Sería otra cosa. Pero una nena... No me lo imagino.

Suspiré pensando en el tema de la nena, y la respondí a la chica a su amable comentario:

Muchas gracias por tu ayuda. Probaré con tu consejo :).

-...-

Narra Lali:

Después de desayunar en la cafetería de la universidad, me decidí a dar una vuelta por los jardines y alrededores. Hacía un buen día para ser el mes de abril.

Caminé durante un rato, hasta que me encontré con Agus y otra de las amigas de Peter... Creo que se llamaba... Candela.

— ¡Lali! — exclamó Agus desde lejos. Se levantó y fue corriendo conmigo.

— Hola... — sonreí. Me daba un poco de vergüenza estar tan cariñosa con él mientras Candela estaba delante.

— ¿Estás bien? ¿Cómo está el pequeñín? — me preguntó poniéndome una mano en la panza.

— Bien...

— Felicidades — Candela. Candela había dicho eso.

Oh no...

— ¿Quién te ha contado lo de mi embarazo? — la pregunté descaradamente.

— Agustín. ¿Qué tiene de malo?

— Agus... — me dieron unas ganas tremendas de matarlo.

— ¿Qué? — preguntó él. Parecía muy tranquilo. Lo único que podía pasar era que Peter lo matara.

Y bueno... De lejos lo vi llegar. El que faltaba. Juan Pedro Lanzani.

Se acercaba a nosotros rápidamente. Yo estaba muy nerviosa, pero Agustín parecía estar la mar de tranquilo.

— Viene Peter... — dijo Cande. A ella tampoco parecía preocuparle nada.

Y por fin llegó. Peter.

— Felicidades Peter — Cande lo abrazó nada más llegar. Y la cara de Peter, pasó de estar normal, a estar furiosa.

— ¿Cómo que felicidades?

— Por el bebé.

— ¿Quién te dijo eso?

— Agu... — no terminó de decirlo cuando Peter le agarró a Agustín del cuello de la camisa.

— ¡¿Qué te pasa Peter?! ¡Cálmate! — le dijo Agustín intentando soltarse.

— ¡Sabías bien que no tenías que decir nada! ¡Sos un falso y un envidioso! ¡Siempre me tuviste envidia porque yo tenía todo lo que quería y vos no!

— ¿Yo? ¿Querer ser como vos? Ni siquiera sabes bien si Juan es tu papá, porque todo el mundo sabe que tú mamá era una puta.

Entonces Peter lo empujó al piso y le pegó una patada en sus partes. Si yo ya estaba nerviosa de por sí, me puse aún más y tuve que sentarme en el piso. Peter a punto de matar a Agus, y todo por mí. Se estaban peleando por mí... Dios mío.

— ¡Hijo — dijo despacio Agustín — de — paró de vuelta, debía dolerle demasiado el golpe — puta!

Peter le pegó una patada en el centro de la panza. Y yo... no recuerdo más...

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(Les informo de mis nuevas novelas, sé que les van a encantar: Padres Adolescentes 2, Pájaros y El Sumiso. Y en mi otra cuenta no se olviden de leer 50 Sombras Laliter. Un beso muy fuerte)

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