Embarazada ~ 64

4.8K 271 65
                                    

Narra Lali:

Esto no podía estar ocurriendo. Brenda, aquella mina del boliche... Al final había besado a Peter. Y se lo había contado a Euge. Iba a matarlos. A los dos. Ocurriera lo que ocurriera. Además, ella había intentado matarme a mí, así que yo tenía una excusa perfecta para que el juez me perdonara.

Lástima de que yo era buena persona... Y que no podía matar ni a una mosca. Lo peor que había hecho en la vida había sido pegar a Euge y pegar a Peter. Nunca más le había hecho nada malo a nadie, tan solo me defendía. Pero esa Eugenia... Se merecía todo lo peor del mundo.

— ¿Cómo dijiste? — la pregunté, bastante enojada en verdad.

— Que Peter besó a Brenda. Justo cuando cortaron, después de pegarte. Bueno, cortar, en realidad ni siquiera estaban juntos. Todo era una auténtica farsa — ella sonrió maliciosa jugueteando con su pelo.

Ah no... "Lali, aguantá. Tenés que ser fuerte" me dijo mi subconsciente. Pero me costaba muchísimo ser fuerte en estos momentos. Muchísimo.

Mis hermanos me miraron seriamente:

— ¿Cómo qué te pegó? — preguntó Pato realmente furioso.

— A ver — intenté tranquilizarlos a todos, aunque, verdaderamente, en ese momento era imposible —, no fue tan así.

— Sí, así fue. Ella le pegó a él, y él le devolvió la cachetada.

Mi hermano me miró:

— Voy a matarlo, y con vos, ya voy a hablar Mariana — después se fue caminando lo bastante rápido para estar fuera del juzgado en menos de un par de minutos.

Ana se quedó a mi lado. Al menos notaba su apoyo.

— ¿Por qué hacés esto Eugenia? ¿Qué te hice yo?

— Destruir una amistad. Mandarme presa...

— Vos misma te mandaste presa. Al principio eras una buena persona conmigo, me ayudaste en la primera semana del embarazo, me apoyaste al 100%. Y luego, no sé qué pasó entre nosotras.

— Sí, claro que lo sabes. Yo no soy de esas que aguanta a nenitas caprichosas e histéricas...

— Perdona, pero a mi hermana no la vas a decir eso. Al menos, delante de mí — Ana salió a defenderme —. Ella nunca fue una caprichosa. Se crió en una familia completamente normal y humilde. Nunca nos faltó ni nos sobró nada. Así que no juzgues sin conocer las verdaderas historias de cada uno.

— ¿Me lo está diciendo la persona que también me ayudó a envenenarla? Ana Espósito, sos bipolar. ¡Estás enferma, loca!

— ¡Ya basta! — agarré a Ana del brazo y nos separamos de Eugenia —. Vamos a calmarnos. Vamos a ir a la cafetería, nos tomamos algo y después subimos a la hora del juicio.

— Cada día es más mala.

— Desgraciadamente sí... Pero ahora estamos los tres juntos, y vamos a poder vencerla Anita. Seguro que sí.

-...-

Narra Pato:

Furioso, realmente furioso, llamé a Peter. Quería una explicación sobre todo eso. Y como Lali no me había contado... No podía entenderlo. Solo tenía una explicación, que ya teníamos tantas cosas en la cabeza que no quería preocuparnos con nada más. Era tan buena... Pobrecita.

Marqué el número de Peter, el cuál, gracias a Dios tenía, ya que Lali me lo había pasado y di al botón de "LLAMAR". Él atendió al rato:

— ¿Hola?

— Hola Peter, soy Pato, el hermano de Lali.

— Ah — dijo él poco ilusionado —. ¡Cuánto tiempo! ¿Qué necesitas?

— Una explicación necesito. ¡Y ya!

— ¿Una explicación de qué?

— Todavía tenés la caradura de preguntarme... La pegaste a mi hermana y al rato estabas besando a otra. Sos un tarado tremendo. Y lo del casamiento, que era todo una farsa. ¿La ibas a dejar cuando estuviera embarazada de 7 meses?

— Más despacio. No quise besar a Brenda y lo de pegar a Lali fue un impulso.

Todavía tenía la caradura, la más aún caradura de decir que sólo había sido un impulso y un error. Lo empezaba a odiar por momentos.

— Nunca te mereciste a una mujer como mi hermana. Es demasiado para vos.

— Mirá, quiero a tu hermana. No consigo olvidarme de ella y la extraño a cada momento.

— Pues anda olvidándote de ella. Y por cierto, tal vez ni siquiera conozcas a los bebés cuando nazcan. Eso conseguiste Peter, eso exactamente. Ahora anda a hacer lo que te de la gana con Brenda, con Eugenia y con la que quieras.

Y corté la llamada. Nadie más se iba a meter con mi hermana, ni con mi familia. Los buenos Espósito se habían acabado. Ahora tan solo, íbamos a protegernos entre nosotros.

-...-

Pasaron 3 meses... Y todo seguía igual. Ana había sido condenada a 4 meses de prisión, y la multa había sido anulada. Peter y Lali, se habían encontrado un par de veces, pero ni siquiera se habían saludado. Eugenia, estaba presa también, y al no pagar la multa, permanecería aún más tiempo en privación de libertad. Pato y Coco habían regresado al pueblo, y el pobre Coco, seguía ignorando todo lo que había pasado aquellos días.

Y fue cuando llegó el 16 de agosto de 2015...

EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora