Embarazada ~ 66

4.9K 254 49
                                    

Narra Lali:

Cande y yo regresamos a la residencia universitaria. Al entrar por la puerta nos encontramos con Agustín, él nos sonrío alegremente:

— ¡Chicas! ¿Cómo están?

— Bien — le respondí sonriente.

— Bien — dijo también Cande, pero de manera más amarga. Aunque ahora salieran más juntos, su relación seguía siendo bastante mala. A mí me daba pena, porque eran muy buenas personas. Y yo ansiaba que volvieran a estar juntos.

— ¿De dónde vienen?

— Del doctor. Por fin me dijeron el sexo de los bebés.

Su sonrisa se hizo aún más grande al escucharme:

— ¡Es verdad! No me acordaba que la ecografía era hoy. Y, ¿cómo salió todo? ¿Están bien los bebés? ¿Van a ser sobrinos, sobrinas o qué vienen?

— Un nene y una nena. Y afortunadamente todo esta perfecto. Peso perfecto, alimentación buena... No hay nada de lo que preocuparse Agus.

— Me alegro muchísimo Lali. Vos que andabas tan preocupada por todo, y al final ha salido bien. Todo esfuerzo al final merece la pena, deberías hacerme caso de vez en cuando Marianita.

Reí. En verdad, Agus tenía razón, él siempre me decía que todo volvería a la normalidad, y yo estaba negativa, le decía que no y que no... Y sí, al final había salido todo genial. Los bebés y yo estábamos bien, tenía amigos y amigas que me apoyaban... Y mi hermano y mi papá también me apoyaban. Y con mi hermana, al final nos habíamos perdonado. La familia estaba unida de vuelta, y eso también era muy importante.

— Bueno, Cande y yo vamos a ir arriba al cuarto de Mery para ir votando por los nombres para los bebés. ¿Te apetece venir?

— Dentro de un ratito tal vez. Tengo un par de cosas que hacer... Pero... El nombre del nene me lo reservan a mí, ¿de acuerdo?

— Bueno — respondió Candela.

— Claro... A vos y a Pablo, tal y como prometí.

— Bueno... Ahora voy chicas, ¿quieren que lleve algo? ¿Café, sándwiches...?

Miré a Candela:

— ¿Te apetece algo a vos?

— Café, con dos terrones de azúcar por favor, moreno, el blanco no es sano. Y si podes, barrita de cereales.

Agus revoleó los ojos:

— Siempre con la dieta.

— Trato de no parecer una foca, Sierra.

— Si estas re flaca Candela... Pero en fin, seguí haciendo y dentro de unos meses te llamarán huesitos en vez de flaquita.

— No peleen. La cosa estaba bien... — dije —. Un jugo de naranja y galletitas integrales para mí Agus, por favor.

— Bueno La. En 30 minutos o así voy a su cuarto — él salió entonces de la residencia y nosotras subimos al cuarto.

-...-

Narra Peter:

Al salir de la cárcel, tomé un taxi y regresé a la residencia universitaria. Pero no entré.

Muy nervioso, decidí hacerle caso a Eugenia y llamar a mi vieja. Necesitaba saber quién era mi papá. Llevaba meses con la duda. Apenas sin poder dormir, pues todas las noches pensaba en él... En cómo era, en cómo se llamaba. "¿Cuál sería mi apellido?" era la pregunta que más rondaba por mi cabeza. Mi apellido no era Lanzani, de eso estaba bien seguro.

¿Tal vez mi mamá sabría que mi papá me había contado lo de mi verdadero viejo? De eso no estaba seguro. Mis papás habían perdido la confianza hacía mucho tiempo, o tal vez nunca la habían tenido. Yo ahora solo quería saber la verdad sobre todo, sobre quién era mi viejo de verdad, mi papá biológico... Y yo solo quería saber, tenía mi derecho a saber quién "le había puesto la semillita" a mi mamá.

Mi mamá atendió tras unos cuantos segundos. Me sentía re nervioso. Tal vez estaba a punto de saber de quién provenía, de descubrir mis verdaderos orígenes.

— ¿Peter?

— Hola mamá, sí, soy yo.

— Hola.

— ¿Todo bien? ¿Papá?

— Yo bien, papá bien. Salió de viaje hace ya una semana, a Alemania. Cómo apenas te preocupas por nosotros.

— Me importan, pero estoy ocupado con las clases y los trabajos de la Universidad.

— Ajá.

— Emm... ¿Te acordás de cuando fui con papá a Starbuck's para contarle lo del embarazo de Lali?

— Me acuerdo, sí. ¿Cómo está esa?

Mis padres aún seguían pensando que yo estaba con Lali. Prefería no contarles la verdad... Aunque ya todo hubiera pasado hacía mucho. Pero prefería evitar contarles la mayor parte de las cosas importantes de mi vida para que no hicieran escándalo.

— Bien. Pero el tema es el otro. Ese día papá me dijo algo muy importante.

— ¿Qué cosa?

— Que él no era mi verdadero papá, ¿es eso cierto?

Hubo silencio durante un buen rato por el otro lado de la línea. Hasta que mi vieja, volvió a hablar:

— Es cierto.

— Solo quiero pedirte una cosa, ¿cómo se llama mi papá de verdad?

— Prefiero contarte la historia entera.

No podía creerme que mi mamá se abriera conmigo por una vez en la vida, que fuera a contarme mi verdadera historia... Uau.

— ¿Cuándo podés? Estoy completamente dispuesto a escucharla.

— Esta noche. Venís a cenar a casa.

— Bueno.

— Y te quedas a dormir si querés.

— Dale ma, gracias por querer contarme.

Y fue en ese momento, cuando escuché risas atrás de mí.

— Es inocente... Cuando quiere. Pobrecito, nunca se enterará de la verdad. Ahora voy a ir a verle un ratito.

Me di la vuelta. Allí estaba ella: Brenda. De vez en cuando, venía a verme y salíamos juntos para tomar algo. Pero nunca más habíamos tenido nada. Tan solo éramos amigos. Nos habíamos arreglado después de esa noche, y ahora, nos contábamos muchas cosas.

— Te dejo... — cortó la llamada de su celular —. Hola Peter.

— Hola Brenda. ¿De quién estabas hablando?

Ella se quedó completamente pálida. Y yo, estaba seguro que algo raro estaba ocurriendo.

-...-

(De momento la encuesta de nombres va así:

Thiago: 20 votos

Allegra: 27 votos

Bruno: 19 votos

Malena: 8 votos

Marianella: 5 votos

Sofía: 1 voto

Mora: 4 votos

Noah: 6 votos

Bastián: 2 voto

Pueden seguir votando en el capítulo anterior por los que les gusten. Abrazos y besos)

EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora