Narra Eugenia:
¿Cómo que estaba detenida? Miré a la policía. Esto tenía que ser una broma.
— ¿Perdón? — pregunté. Necesitaba que me explicaran de lo que iba todo esto, pero el policía me agarró de las manos y me las esposó. ¡YO NO ERA NINGUNA CRIMINAL! ¿Por qué me estaban haciendo todo eso?
— Usted y la señorita Ana Espósito han intentado matar a la señorita Mariana Espósito. El hermano de la otra acusada nos contó todo. Así que ambas van a quedar detenida hasta pasar a disposición judicial.
¿Disposición judicial? Por una puta pastilla de nada... Iba a matar a Ana, iba a matar a toda esa familia Espósito. Todos sus miembros eran odiosos.
— Yo no he hecho nada.
— Eso deberá contárselo al juez — uno de los policías entró en mi casa y el otro me empujó hacia delante. Yo bajé delante, esposada, como una criminal que no era, y el me seguía atrás. Al llegar al auto, me metió en la parte de atrás, justo donde ya iba, esposada también Ana Espósito, esa puta estúpida que no había podido mantenerse callada.
El policía cerró la puerta con el seguro y subió a la parte de adelante del auto.
— Vamos a esperar a mi compañero e iremos a la comisaría.
— ¡Yo no he hecho nada! — protesté.
— ¡Silencio!
— Sos una mosquita muerta, Ana — la miré —. Me has arruinado la puta vida.
— Callese señorita Eugenia, o el juez tendrá que juzgarla también por violencia. La señorita Ana no la está invocando a que la diga esas cosas.
Lo que me faltaba... Pero sin duda, en cuánto nos quedáramos solas, iba a matar a Ana Espósito. Esa mosquita muerta que lo había contado todo. Porque quería a su familia y estaba arrepentida... ¡BOBADAS! En un principio, quería lastimar a su hermana Lali, y después, como le había lastimado a su viejo, ya no quería saber más nada en el plan. No sabía lo que hacía, era una hueca...
-...-
Narra Peter:
Me levantó con dolor de cabeza. Miró el reloj en mi iPhone, las 10:03. Mmm... Ese día no iría a clase. Necesitaba descansar, el día anterior había sido terriblemente duro.
Me levanté de la cama como un zombie y fui al baño a lavarme los dientes. Me aseé, me peiné un poco y volví a meterme en la cama. Revisé mi Whatsapp para ver los mensajes, pues anoche cuando llegué a la residencia, me metí directamente en la cama sin mirar ninguna de las aplicaciones del celular.
Había uno de Mery llamándome caradura, tres de Cande diciéndome que era un mal padre, un mal novio y un mal amigo, hasta Agus: "Man, lo que hiciste anoche no estuvo bien". ¿Perdón? Él era el primero que le había metido el cuerno a la novia, ¿ahora le importaba que yo se lo hubiera metido a Lali? Ni siquiera estábamos juntos... Después de la pelea de anoche, dudaba que volviéramos a estar juntos. Aunque, me arrepentía de haberla pegado, más que nada por respeto a los bebés.
Y de Pablo, había llegado hacía unos minutos: "Peter, necesito hablar con vos sobre lo que pasó anoche. No es nada malo, solo quiero hacerte entender. Brenda no me parece una muy buena mina que digamos..."
¡BRENDA! No, no había ni un solo mensaje de Brenda. Supuse que estaría ofendida por lo de anoche. Pero lo hice demasiado rápido y sin pensar. En realidad no quería besarla. surgió así... Y sí, necesitaba hablar con un amigo de esto, y Pablo era el mejor amigo que tenía para hablar de minas, sobretodo, porque con Mery llevaban años, y eran la mejor pareja que pudiera existir... Para mi gusto. Así que le respondí al mensaje.
"Cuando quieras hablamos, necesito tener una charla con un buen amigo. Hoy no iré a clase, por cierto. Si ves a Brenda, decile que me perdone, fue solo en caliente. Yo no quiero nada con ella".
Y fue justo, cuando después de enviar el whatsapp a Pablo, entró la llamada de mi vieja. ¡Lo que faltaba! No tenía ganas de hablar con casi nadie, y mucho menos con la densa de mi vieja. Fue por eso, que atendí de muy mala gana:
— ¿Qué querés mamá?
— Hola Peter, mi amor...
— ¿Qué querés? — repetí.
— Emm... Como contarte...
Me estaba empezando a enojar. Cada vez que mi vieja aparecía en el plano de mi vida, me enojaba. Mis viejos, ellos habían hecho de mi infancia un periodo infeliz.
— ¿Qué pasa, mamá?
— Anoche, le conté a tu padre lo de los bebés.
¿QUÉ?
— ¿QUÉ? Mamá, no puede ser... ¿Sos tarada o qué te pasa?
— Se me escapó — sí claro, seguro que no lo hizo queriendo... —. Fue sin querer mi amor te lo juro. Quiere que vayan a tomar un café después de las clases y así hablan.
— Hoy no fui a clase. Ayer estuve de joda y recién me levanto.
— Ah... — ¿VIERON? La daba igual que fuera a clase o que no fuera. La daba exactamente igual todo de mí. Y queriendo se lo había dicho a mi papá —. Entonces le digo a papá que vaya en un rato, ¿te parece?
— Prefiero quedar fuera de la residencia, sino le importa.
— No claro, ¿en Starbucks por ejemplo?
— Dale. En un rato iré para allá.
— Ya me baño, me visto y voy, ¿dale? ¿Vos vas?
— No mi amor — ¡DIOS! Odiaba cuando me decía así —, tengo cosas que hacer en la empresa.
Sí claro, acostarse con los nuevos empleados jóvenes. Eso tenía que hacer....
— Chau mamá.
— Chau.
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Embarazada
FanfikceUna novela Laliter. Ella, una chica de clase media, estudiosa y buena persona. Él, un mujeriego que quiere llegar a los 500 encuentros sexuales antes de los 20 años. ¿Podrán estar juntos algún día?