Narra Claudia:
Flashback 1994:
Dos semanas después de haberlo hecho con Nicolás, no me había bajado. Empezaba a estar tremendamente preocupada. Y lo que me preocupó aún más, fue la llamada que me hizo Juan justo aquel martes por la mañana.
— ¿Claudia, mi amor?
— Sí, Juan. Soy yo.
— Quiero verte esta tarde, en mi casa.
— ¿Es algo malo?
— No mi amor, para nada. Solo quiero verte.
— Bueno, no te preocupes Juan — tragué saliva —. Allí estaré.
— Perfecto amor — cortó la llamada.
Aquella tarde tenía que hacer algo. Tal vez me había quedado embarazada, y el hijo no era de Juan. Sino de Nicolás... Si Juan se enteraba, me iba a matar... Sin duda.
Después de comer, me bañé, me arreglé con ropa que él mismo me había regalado y me fui para la casa de mi novio.
Al llegar, me abrió la mucama y me hizo pasar a la sala. En ese lugar estaba Juan, tranquilamente sentado en el sillón. Pero al verme entrar, se levantó y vino a darme un pico:
— Mi amor, sentate.
Me senté a su lado y él me miró.
— Gracias a Dios tus papás me han guardado el secreto todo este mes.
"¿Qué secreto?" Me pregunté.
— ¿Qué pasó?
Metió su mano en el bolsillo y sacó una cajita. La abrió y apareció un anillo de oro y diamantes súper brillante. Ay no...
— ¿Te querés casar conmigo mi amor?
— Sí — respondí sin pensar.
— ¿De verdad? — él sonrió y me puso el anillo en el dedo —. Te amo... Nos casaremos en marzo.
— Que bueno... — dije sin ganas. No, no era el momento de casamiento. Igual estaba embarazada, seguramente, y no era de él. Era de otra persona. De una persona a la que conocía de tan solo un día. Si decía que ese bebé no era él, sería una deshonra para mi familia.
Tenía miedo. Miedo cuando salí de aquella casa. Fui a pedir una cita para la clínica. Dentro de unos días tal vez podrían confirmarme ese tan temido embarazo.
Y pasaron los días... Y tuve que ir a la clínica para la revisión. Y si, me confirmaron que estaba embarazada.
Yo quise morirme, literalmente. El bebé no era de Juan, sino de Nicolás. No sabía que iba a hacer... Como reaccionar a todo esto. Tenía muchísimo miedo.
Aquella noche, fui al mismo local para ver si veía a Nico. Pregunté a algunas personas por él, y me dijeron que estaba por llegar.
Durante el tiempo que le estuve esperando, vi como mujeres entraban y salían. Justo entonces, me di cuenta de que eran prostitutas, y que tal vez, Nicolás se dedicaba a la droga, además de que se drogaba. El padre de mi hijo iba a ser un traficante y un drogadicto. Me sentía algo culpable por haberle dado un padre así, pero era lo que le había tocado.
Media hora después, apareció él. Al verme sonrío, y se acercó a darme un beso:
— Volviste linda.
— Sí, quiero hablar con vos.
— ¿Qué pasó?
— Fui a hacerme unos análisis...
— ¿De qué tipo?
— Emm... Me dijeron que estoy embarazada.
Él negó con la cabeza:
— ¿Me estás jodiendo?
— Es la verdad — tragué saliva.
— No puede ser esto... Claudia, mira... Yo no estoy listo para ser papá. Yo te doy plata para que lo críes, voy a verlo... Como quieras. Pero hacerme cargo de forma habitual... Eso sí que no.
— Es que voy a casarme... Y no se como decirle a mi novio que el bebé no es suyo.
— ¿Es qué no garchan?
— No es eso, las fechas no van a coincidir y se va a dar cuenta de que no es hijo de él Nicolás.
Él suspiró y sacó su billetera del bolsillo:
— ¿Cuánto querés?
— Tengo plata.
— Dame tu dirección y ya te llamaré.
Y si... No le vi más hasta el nacimiento de mi hijo. Nunca le pasó plata, solo le vio el día de su nacimiento. Nicolás nunca se ocupó de él. Porque Juan le alejó, porque le amenazó de muerte si se acercaba al nene. Le dije a Juan que el hijo era de otro en el 5º mes de embarazo, estuvo a punto de matarme, y gracias a Dios que entró la mucama para salvarme de ello. Me dio mucha pena... Nicolás, por traficante que fuera, aunque se drogara, era mucho mejor persona que el tarado de Juan.
-...-
Narra Peter:
— ¿Quién es mi papa Juan? Si vos no Sos mi viejo... ¿Quién es el de verdad? — le pregunté muy seriamente con el ceño fruncido.
— Pregúntaselo a la puta de tu vieja.
— ¡No la digas más así! — grité de forma agresiva.
— Cálmate Pedrito...
— No me digas así.
— Yo solo te estoy diciendo que se lo preguntes a tu vieja, que seguro que se acuerda. ¿Sabes? Íbamos a casarnos y vos arruinaste todo. Y menos mal que nadie más sabe, pero yo me di cuenta... ¡ME DI CUENTA DE QUE TU MAMÁ ESTABA ESPERANDO UN BEBÉ QUE NO ERA MÍO! — gritó.
No pude resistir más las lágrimas y comencé a llorar. Me levanté y me salí del café. No podía más... Era demasiado duro. Mi mamá, nunca me había contado mi verdadera historia. Pero iba a averiguar quién era mi papá. Claro que iba a hacerlo.
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Embarazada
FanfictionUna novela Laliter. Ella, una chica de clase media, estudiosa y buena persona. Él, un mujeriego que quiere llegar a los 500 encuentros sexuales antes de los 20 años. ¿Podrán estar juntos algún día?