Narra Claudia:
Debía decir, que estaba bastante preocupada. Juan nunca había sido bueno con Peter, no se había mostrado nunca como una figura cariñosa, paternal... Nunca. Y tampoco tenía obligación. Ningún lazo los unía en verdad. Peter no era hijo de Juan. No tenía nada que ver con él.
Me acuerdo del que fue el padre de Peter... Sin duda era un hombre sin escrúpulos. Cerré los ojos, imaginando todo lo que había pasado hacía ya 20 años, casi 21.
-...-
Flashback 1994:
Las Navidades estaban a punto de comenzar, y sí, ya estaba de vacaciones de verano. El tercer año de la Universidad en la carrera de Abogacía había sido bastante duro.
Aquel 22 de diciembre, la mayoría de las Universidades de Buenos Aires se unían en una fiesta. Yo también iba a ir, quería divertirme con mis amigas, salir un poco, dejar de lado la rutina.
Rutina, ¿a qué llamaba y rutina? A que llevaba casi desde los 18 años (y ya tenía 20), saliendo con un hombre mayor que yo. Todo había sido por conveniencia. El dinero. Mi familia, mis viejos necesitaban dinero. Por eso, en una cena en un hotel, me presentaron a la familia Lanzani. Una familia con mucha plata. Tenían un hijo 4 años mayor que yo, Juan. Nos conocimos, y poco tiempo después, entre la presión de ambas familias, nos pusimos de novios.
Yo no lo quería, pero Juan sería una fuente de ingresos segura. Además, sería la cura para los enormes problemas económicos que siempre había tenido mi familia, la familia Vargas.
Pero esa noche, estaría sola. No tendría que estar aguantando a Juan, podría ser libre. Así que me vestí, me maquille y me puse los mejores zapatos que tenía.
Llegué con mis amigas al local dónde se celebraba la fiesta. Y desde el primer momento, empezamos a tomar. Una, dos... Y cuando estaba en la barra, a punto de pedir la tercera, conocí a un chico hermoso.
— Hola linda — me dijo guiñándome el ojo.
— Hola.
— Cobre la copa de la señorita por favor — le dio al camarero un billete de valor elevado.
— No tiene porqué, no lo haga por favor...
— Me llamo Nicolás — el camarero agarró el billete y yo no pude pagar. Resoplé incómoda —. ¿Cuál es tu nombre?
— Claudia.
— Claudia, un lindo nombre para una linda señorita.
— Gracias, pero te aviso que tengo novio, no quiero nada con vos — dije intentando evadir la situación.
Él se acercó a mí. Tenía unos ojos claros hermosos y olía a perfume caro.
— ¿Es celoso tu novio?
Asentí con la cabeza:
— Bastante.
Posó su mano sobre la mía y me hizo sentir algo incómoda. Lo miré fijamente:
— Ya basta — le dije de manera seria.
— ¿Basta? Solo es una noche, además nadie va a enterarse. He estado al menos con 6 mujeres, y sé como me miran.
— ¿Y cómo te miro yo?
— Me deseas.
Y la verdad, era hermoso. Muy hermoso. Y cualquier mujer se moriría por estar en su cama, por besarlo.
— Responde, ¿me deseas?
— Ajá — dije dudosa.
— Conozco un lugar secreto, podemos ir allí. Solo será esta noche, por una noche no va a pasar nada, y si vamos a ese lugar, nadie va a poder enterarse.
Tiró de mi cuerpo y me llevó a uno de los laterales de la barra. Nos metimos en una puerta en la que decía prohibido y cruzamos un pasillo estrecho y oscuro.
— ¿Esto es seguro? — pregunté algo asustada.
— Sí, es seguro. Conmigo vas a estar bien linda, no tenés de qué preocuparte.
Continuamos el camino hasta llegar a unas escaleras, en las que había un hombre con una gorra y fumando.
— ¿Podemos pasar Mario? — preguntó él.
— Sí, pasen. Se quedó libre hace un rato.
Él sonrió y subimos las escaleras rápidamente hasta llegar a una especie de diván sin paredes en el que había un colchón.
— ¿Qué es esto? — pregunté mirando todo. El olor era horrible y aquel lugar parecía estar muy sucio, me daba mucho asco.
— Un colchón.
— Me refiero al lugar.
— Acá, los importantes, estamos con las chicas más lindas — él prendió una vela y sacó de su bolsillo un paquetito con un polvo blanco. Oh no... Esto empezaba a ir mal...
Di un paso hacia atrás para poder alejarme de él, pero Nico clavó sus ojos en mí:
— No la tengas miedo, por una noche no pasa nada.
No, para él nunca pasaba nada por una noche.
Me acerqué a él. Veía como esnifaba aquel polvo, pero a mi me daba miedo hacerlo.
— ¿No querés?
— No.
— Entonces, vamos directamente a la cama — me empujó al colchón y comenzó a quitarme la ropa. En ningún momento me negué a lo que íbamos a hacer... Eso debo dejarlo claro.
Esa noche dormimos juntos. A la mañana siguiente me llevo a la esquina de mi calle y yo fui caminando hasta mi casa. Mis padres no me hicieron ninguna pregunta, supusieron que no había pasado nada, tan solo me había divertido con mis amigas y había llegado tarde a mi casa.
El problema vino dos semanas después, cuando la menstruación tenía que venir y no venía.
-...-
(Peter en esta historia nació en 1995, y Lali en 1996, justo en los mismo días en los que ellos nacieron, 24 de agosto y 10 de octubre.)
(Gracias a @Thiaguella2222 por su idea, de esos pasados oscuros que a mí me gustan tanto.)
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Embarazada
FanfictionUna novela Laliter. Ella, una chica de clase media, estudiosa y buena persona. Él, un mujeriego que quiere llegar a los 500 encuentros sexuales antes de los 20 años. ¿Podrán estar juntos algún día?