-Lunes, 24 de agosto de 2015-
Narra Lali:
Peter y yo dormíamos juntos en la residencia desde que habíamos vuelto. Quería recuperar todo el tiempo que había perdido conmigo y con los nenes. Y sí, se veía que no quería para nada desaprovecharlo.
Pero aquel lunes, era un día especial. Aquel lunes, mi Peter, el amor de mi vida, cumplía 20 años. Y todo tenía que ser perfecto en ese día. Él no era de "flores y corazones" como yo, pero si que era un amante del rugby, de salir con sus amigos, y ahora también de salir con su mamá, su papá y su hermanito Bauti.
Todo estaba preparado para esta noche. Una fiesta en casa de Nico, el papá de verdad de Peter, con su familia y amigos, y su novia y nuestros hijitos que aún estaban en mi panza. Seguro que la íbamos a pasar muy bien. Y para que los chicos no se enterarán de que esa era la casa del verdadero papá de Peter, dijimos que habíamos alquilado una casa vacía para no molestar. Menos mal, que los chicos se lo habían creído.
Me levanté de la cama un poco antes que de costumbre y me encerré en el baño. Entonces, llamé a Claudia, la mamá de Peter, con la que mi relación había cambiado a bastante mejor durante los últimos días:
— ¿Si?
— Claudia, soy Lali.
— Hola Lali, ¿cómo estás?
— Bien, ¿cómo va la fiesta?
— Bastante bien. Esta mañana trajeron la torta, contratamos a una persona para que adornara la casa de Nico. Anoche estuvimos hasta tarde, pero aún quedan adornos por poner, tenemos que hinchar globos, preparar una gran parte de la comida...
— Bueno, puedo mandar a alguno de los chicos para que ayude. A Agus o a Cande. Yo no puedo ir porque no quiero que Peter se entere, Clau.
— Tranquila Lali, estás en más de la mitad del embarazo, y con esta pancita tenés que tener mucho cuidado, estar en reposo, relajada...
— Sí Clau. Tengo mucho cuidado, y ahora Peter me cuida cada día — sonreí.
— ¿Viste como aquel día te dije la verdad? ¿Qué Peter te amaba y que nunca se había olvidado de vos?
Sí, me había dicho la verdad. Todo había sido culpa de las estúpidas de Eugenia y Brenda. Sino llega a ser porque la mete-pata de Brenda no dijo aquel día: "Euge es una vieja amiga...", Peter y yo no estaríamos juntos ahora. Juntos y felices, cuidando unidos de mi embarazo.
— Sí, debería haberle dado una oportunidad ese mismo día.
— Bueno, ahora tranquila porque todo ya se ha arreglado. Y por favor, no le digas nada a Peter, que todo tiene que ser una sorpresa.
— ¡Claro que no diré nada Clau! Voy a mantener esto en secreto y nadie va a enterarse — sonreí. Iba a ser mejor que las jodas que Peter preparaba por las noches hacía meses, porque está iba a ser una fiesta con la gente a la que quería de verdad, su novia, sus hijos, sus amigos y su familia.
— Bueno, después les veo, besitos para Peter, para mis nietos y para vos.
— Gracias Clau. Besos — sonreí y corté.
Salí del baño y vi que aún Peter estaba dormido de forma muy tierna. Ay, me moría de amor... Se había dormido haciéndole mimos a mi panza. A mí no me costaba mucho dormir, desde que había entrado en el quinto mes, dormía como una marmota. El doctor me había dicho que eso era completamente normal... Así que creo que estaría durmiendo como una marmota por el resto del embarazo.
Me acerqué a él y comencé a hacerle mimos en el brazo para que se despertara:
— Buen día mi amor...
— Mmm — musitó. Tenía los ojos cerraditos y el pelo revuelto.
— Mi amor dale, es hora de despertarse. Tenemos que ir a clase, además, hoy es un día muy especial para vos...
Abrió un ojo y después el otro. Al ver que estaba allí, enfrente de él, apartó el brazo en el que le estaba haciendo mimos para hacerme mimos a mí en la cara. Oh Dios... Era tan tierno.
— Buen día — me dijo con voz de dormido.
— Buen día, y feliz cumpleaños.
— Gracias — sonrió, y después puso la mano en mi panza —. Hola enanos, ¿le desean a papá un feliz cumpleaños?
Reí:
— Ni siquiera patean aún, Peter.
— Pronto lo harán, estoy seguro — sonrió.
— Deben estar casi inmóviles adentro de mi panza Peter. Son dos... Imaginá como tienen que estar ahí dos bebés, casi no caben, seguro.
— Desde que estás conmigo la panza está más grande, y en los próximos meses, la panza será más grande y tendrán más espacio.
— Sí, eso sí. Pero también los bebés serán más grandes.
— Eso es cierto...
— Bueno... Ahora viene mi pregunta, ¿qué querés para desayunar? — sonreí y le pasé la carta de la cafetería de la Universidad.
Él agarró la carta con el menú pero me miró a mí:
— Quiero desayunar lo que quieran mi reina, mi príncipe y mi princesa, ¿qué se te antoja?
Reí:
— Lo que sea pero que lleve crema de chocolate.
— Mmm... ¡Qué rico el chocolate! ¿Te apetecen tortitas con crema y chocolate?
— Crema no puedo tomar por los lácteos Peter, y el chocolate en pequeñas cantidades — suspiré divertida —. Me lo dijo la obstetra, es por el bien de los bebés.
— Por un día no pasa nada, me refiero, por un día que tomes chocolate, a mí también me encanta el chocolate, y me gusta más si puedo compartirlo con la chica más linda de todas.
— Bueno, entonces pedí eso.
— ¿Y café?
— No puedo tomar café por los bebés.
— Vaya dieta, te sacaron las cosas más ricas mi amor... Bueno, ¿entonces jugo de naranja para vos, y leche para mí?
— Eso está mejor.
De repente, golpearon la puerta con fuerza.
— Voy yo — me levanté de la cama, en la que estaba sentada, y fui a abrir. Detrás de la puerta, me encontré a Pablo, María, Cande y Agus, quién llevaba una enorme torta con velas encendidas. Los cuatro entraron cantando "Que los cumplas feliz" en la habitación.
Sí, seguro que iba a ser un cumpleaños muy emocionante, para Peter, el mejor en años, seguro que sí.

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Embarazada
FanfictionUna novela Laliter. Ella, una chica de clase media, estudiosa y buena persona. Él, un mujeriego que quiere llegar a los 500 encuentros sexuales antes de los 20 años. ¿Podrán estar juntos algún día?