Embarazada ~ 27

6.9K 332 43
                                    

Narra Peter:

Por lo menos mi familia no se había enterado de lo del lío del embarazo, ¡pero la de Lali tal vez sí!

— No podemos dejar que mi familia se entere — la dije a Lali.

— Tampoco quería que mi familia lo supiera y mira — la cara de Lali tan solo expresaba tristeza y desengaño. Y todo por culpa de Eva —, sé que mi amiga no lo ha hecho a posta, pero ha metido la pata hasta al fondo.

— No se sabe si no lo ha hecho a posta.

— Mi amiga Eva no es como Eugenia — Lali puso los ojos en blanco —, ella es buena persona.

Pero... Eugenia no era una mala persona. Al menos antes, no sabía lo que la pasaba... Lo más probable era que estuviera... ¡Celosa de Lali!

— Creo que ya sé lo que la pasa a Euge.

— ¿Qué es mala persona? — me preguntó Lali alzando una ceja.

— No, que te tiene celos.

— ¿Celos?

— Exacto celos — estaba segurísimo de que la tenía celos a Lali y que por ello la estaba tratando así de mal. Tenía celos del bebé y de Lali.

Recordaba, que hacía algunos años, había pasado algo parecido. Sí, cuando conocí a Candela. Ella y yo, al momento, nos volvimos muy amigos. Y entonces, poco a poco, Euge comenzó a tratarla re mal a Candela, y solo por nuestra amistad. Se pensaba que yo iba a cambiarla por Cande, cuando ella llevaba siendo mi mejor amiga desde hacía años.

— Pues no lo entiendo.

— Cada uno es como es, Lali.

— Igualmente, no lo comprendo, Peter.

— Bueno — tragué saliva — cambiemos de tema. ¿Escogiste algo para el bebé?

Lali me mostró dos pijamitas en color blanco, simples:

— ¿Solo eso?

— De momento sí.

— ¿Y no podemos comprarle la campera de cuero? Por favor... — la supliqué haciendo sonrisita compradora. Con esa sonrisa, siempre conseguía todo.

— Es que imaginá que es una nena, ¿no podemos esperar a que nos digan el sexo?

— Podemos comprársela ahora, y devolverla si es que es una nena. Pero así ya la tenemos. Sí la voy a pagar yo, no te quejes — sonreí y la di un beso en la mejilla. Ella se dejó, extrañamente. Yo estaba cambiando, pero ella también estaba dejando de ser tan arisca conmigo.

— Está bien. Voy a comprarle un par de remeras en color blanco y unas medias de colores.

— Te espero en la caja.

— De acuerdo — ella me dio los dos pijamitas y fue a mirar el resto de cosas que quería comprar. De momento iba todo bien. Y yo estaba feliz por ello.

Me fui a la cola, y esperé, 10, 15, 20 minutos. Salí y fui a buscar a Lali por la tienda. Y allá no estaba, se había marchado.

Me puse muy nervioso y fui a hablar con el guardia de seguridad que había en la entrada de la tienda, tal vez el sabía algo de Lali:

— ¿Ha visto usted a una chica petisa, de pelo morocho y ojos marrones?

— Salió hace bastante rato.

— ¿Cómo? — ¡¿POR QUÉ CARAJO LALI HABÍA HECHO ESO?!

— Sí señorito, ella salió. Se fue con las manos vacías, y ni siquiera pitó la puerta metálica cuando salió, así que no la paré, puesto que no había robado nada.

— Es la madre de mi hijo, estábamos comprando cosas juntos para nuestro hijo.

— No hace falta que me cuente sus problemas con su novia, señorito.

— Es que ella no es mi novia, es la madre de mi hijo. ¿Puede decirle a los guardias de seguridad que vigilen las puertas del shopping hasta que ella salga?

— Eso no se puede hacer, lo siento.

Suspiré.

— Además la chica salió hace ya un rato.

— Buen, gracias — yo me fui de allí, pagué la camperita de cuero y los pijamas y salí de la tienda. Y nada más salir llamé al celular de Lali.

Pero un: "Esté celular está apagado o fuera del área de cobertura", no permitió que pudiera hablar con ella. No entendía nada de lo que estaba pasando.

-...-

Narra Eva:

La sexta llamada de Ana. ¡Aún no se había enterado de que no iba a atender ninguna de sus llamadas! ¿Por qué yo había sido tan torpe?

De repente, mi madre llamó a la puerta de mi cuarto, por fin, una cosa que no era Ana:

— Pasa mamá.

Mi madre pasó:

— Ana quiere verte, te está esperando abajo.

— ¡¿QUÉ?!

— Sí hija, ¿qué tiene de malo? Es la hermana mayor de tu mejor amiga, no te va a comer.

— Es que, estoy indispuesta... — me excusé.

— La digo que suba entonces.

— Ay no... ¡Mamá!

— Hija, no seas desagradable — mi madre cerró la puerta de mi cuarto y bajó a buscar a Ana, quién subió enseguida y tocó a la puerta de mi cuarto con mucho entusiasmo.

— ¡EVA! — Gritó —. ¡SOY YO, ANA, ABRÍ!

— Pasa.

Ana pasó y me miró fijamente a los ojos, parecía algo enojada:

— Lali me ha dicho que es virgen.

— Claro... — dije yo algo nerviosa.

— Hace unas horas me dijiste que estaba embarazada como yo.

— ¿YO? ¡Uy pero que tonta que soy! ¿Cómo va a estar Lali embarazada si apenas todavía la besaron!

— Mirá, no te creo nada, Eva Carolina.

— Pero si yo soy la más sincera del lugar, Ana querida.

— ¡Querés dejar de hablarme con sarcasmo por favor! — Ana se estaba enojando aún más, de verdad.

— ¡Vale, está embarazada! — no quería morir tan joven.

Ana se puso roja de la furia.

— ¿De quién está embarazada?

— No te puedo decir, ya te dije demasiado. Lali va a matarme.

— Me lo dijiste antes, y antes de que Lali te mate, yo la mato a ella. ¡¿Cómo se va a quedar embarazada?! ¡Es una nena! — Después me miró, con los ojos llenos de enojo —. ¡Ahora decime de quién es el bebé!

— No lo sabe. Fue la primera noche de clases, estuvo con dos chicos y no está segura de quién es el padre.

— Mañana mismo me voy a Buenos Aires, todo esto necesita una explicación.

Y sí, yo acababa de perder a la mejor amistad de mi vida.

-...-

Narra Lali:

Estaba sentada en Starbucks del shopping, removiendo un vaso de leche chocolatada con bastante azúcar. Ya no podía tomar café, le podía hacer daño al bebé...

Me había ido corriendo de la tienda para evitar que Peter pudiera verme. No podía dejar que él se encargara de mi bebé con todo el daño que me había hecho. Incluso me había empujado. No podía ser tan buena.

Tenía que esforzarse, y conmigo no lo iba a tener tan fácil. Para que yo le perdonara, no solo tenía que ser el padre comprador compulsivo, el que me pagaba la comida, las medicinas y el que me defendía de "su mejor amiga". Yo necesitaba mucho más.

Y ahora sí, que Lali iba a empezar a ser una chica mala, una chica muy mala. 

EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora