Embarazada

Embarazada ~ 39

Narra Lali:

Durante el viaje en el taxi, descubrí que el Moët era un lugar que frecuentaban bastante Eugenia y Peter. Las copas en ese lugar eran bastante caras, como de costumbre, todo lo que Peter pagaba era caro, simplemente porque podía permitírselo. Si hubiera sido un niño normal, como lo habíamos sido mis hermanos y yo, valoraría mucho más la plata. Pero, afortunadamente, había nacido en cuna de oro, y su papá cada vez, ganaba más plata, segó me había contado, pues la petrolera seguía creciendo y creciendo cada vez más, y vendía en muchos más países. Y además de las empresas que compraban el producto, el gobierno también le daba un pequeño porcentaje.

Simplemente, al igual que su padre, mis dos hijos iban a nacer en dos cunas de oro.

Peter pagó el viaje al taxista y salimos fuera.

En frente nuestra estaba el Moët, un bar de copas de chetos, sin duda. Moderno, con guardias a la puerta. Era de esos lugares a los que yo, con mi poca plata, nunca hubiera podido entrar.

Los guardias saludaron a Peter (uau... Lo conocían, era fantástico) y entramos dentro del edificio.

— Euge ya debe estar en la barra — me dijo Peter en tono alto debido al jaleo que había dentro del bar.

Me agarró de la mano y caminamos entre la gente hasta llegar a la barra. y allí estaba ella, Eugenia, el demonio. Llevaba una blusa de color blanca y unos jeans ajustados de color negro. Los tacos eran altísimos, en color dorado, y su pelo rubio y liso caía por su espalda. Sonrió al vernos y se levantó del taburete para saludarnos.

— Hola Peter — le besó en el el cachete —. Hola Lali — me dio un beso en el cachete y después puso una mano en mi panza. ¡NECESITABA QUE LA SACASE DE AHÍ! Me estaba poniendo muy nerviosa. Era un asco que esa mujer tocara mi panza mientras mis hijitos estaban a dentro. Siempre nos deseaba lo peor y no tenía ningún derecho a tocarnos.

— ¿Te enteraste que vienen dos? — la preguntó Peter sonriendo y poniendo de vuelta una mano en mi panza. ¡Ay sí... La mano de Peter estaba mucho mejor!

Frunció el ceño:

— ¿Cómo dos?

— Sí, que vienen dos bebés — puse mi mano arriba de la de Peter para que chorreara aún más por los celos.

— Ay... — no podía ser más falsa —, felicidades chicos. De verdad, me alegro mucho. Dos bebitos. Aunque, van a tener que trabajar mucho más.

— No nos importa — sonreí.

— Además, una de las mejores niñeras de Buenos Aires será contratada para que nos ayude con los bebés, así que no hay drama Euge. Bueno, como bien dije la primera la pagaba yo. ¿Qué quieren?

— Un vaso de agua, no tengo muchas ganas de tomar ninguna otra cosa ahora mismo — dije.

— Ron con cola.

— Marchando — Peter sonrió y se fue a la barra a pedir. Y Euge, la demonio, y yo nos quedamos solas.

— Para estar embarazada estás re linda.

Gruñí:

— Aún no se me nota la panza.

— Ya sé, para las clases de pre parto conozco un lugar sensacional que hay al lado de mi casa, pueden ir los papás y las mamás juntas.

— Entonces Peter y yo iremos encantados.

— ¿Es qué ya están juntos?

— Sí.

Abrió la boca. No podía disimular lo mal que la sentaba que yo estuviera con Peter.

— Me alegro.

— No creo que te alegre por la cara que has puesto.

Volvió a fruncir el ceño:

— ¿Por qué decís eso?

— Sé bien que no querés que esté con Peter, que te morís de celos.

Rió maliciosa:

— Ay mi amor, pero que equivocada estás... A mí, Peter nunca me gusto, pero siempre fuimos mejores amigos. Estoy un poco celosa porque ahora ya no está tanto tiempo conmigo, pero nada más — mintió.

— No te creo, nos tenés envidia, y celos, a mis hijos y a mí.

— Nunca te tendría envidia. Tenés 18 años y te has quedado embarazada de un mujeriego que a la mínima se va a ir con cualquier puta más joven y más buena que vos. Vas a ponerte gorda como una ballena, vas a comer como un cerdo, no vas a aguantar la orina, y entonces a Peter le vas a dar asco y te va a dejar por cualquiera.

No resistí y la pegué una cachetada. Tras hacerlo me mordí el labio, todo el bar me estaba mirando. Aunque no me arrepentía de haberla pegado, había hecho lo correcto.

— No te la devuelvo porque estas embarazada, zorra. Sé bien que ese día te acostaste con Peter por su dinero.

— Bien que te gustaría acostarte con él también a vos por su dinero. Y yo no me acosté por dinero, me acosté porque me parecía un chico muy lindo, y ahora me parece hermoso.

— Su dinero también, ¿te gusta verdad, querés sacarle toda la plata con esas dos basuras que se están formado dentro de tu mierda de cuerpo?

— Puta — no podía callarme, estaba histérica en ese momento. ¿Cómo podía tener tanta maldad guardada a dentro suyo?

— Si volvés a decirme eso, está vez te pegaré en serio, zorrita.

— ¿Por qué la llamaste zorrita a Lali, Eugenia? — me di la vuelta, Peter estaba allí, con tres copas en sus manos.

— Ella me dijo puta, y además me pegó. Todo el bar esta de testigo.

— Ella me dijo que cuando me ponga gorda me vas a dejar por cualquiera — hice puchero. Peter tenía cara de estar MUY enojado.

— ¡No quiero que se peleen! Lali, no la incites, y vos Eugenia, no la insultes, está embarazada, ya sabes, tiene las hormonas alteradas. 

Tenía las hormonas alteradas, pero Eugenia no se iba a ir del Moët sin recibir otra cachetada mía. Estaba jurado y perjurado.

-...-

Narra Euge:

Estábamos los tres sentados alrededor de una mesa. La tensión se podía oler. Lali apenas me miraba y apenas yo la miraba a ella. El único que hablaba era Peter, y Lali y yo respondíamos con monosílabos.

— ¿Peter, podemos salir un momento afuera? — le preguntó Lali con mala cara.

— Sí, ¿qué te pasa?

— Estás bien, Lali? — la pregunté haciéndome la preocupada.

— No me siento bien, estoy un poco mareada.

— Vamos fuera, Euge, vigila las cosas por favor — Peter la agarró de la mano a Lali y se van fuera dejando el bolso de ella y la campera de él encima de los asientos. Y sí, por fin había llegado mi oportunidad. Abrí mi bolso, miré si nadie me observaba, y puse las dos pastillitas, una en la copa de Peter y otra en el vaso de Lali. Listo.

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(Chicas, si los votos llegan a 45 antes de las 10 de la noche de España, subo el capítulo 40 hoy. Espero que les esté gustando muchísimo la novela. Un beso muy fuerte, lalimyqueen)