Observación

320 25 3
                                    

Gladio no podía dejar de mirar cada pequeño detalle, cada milímetro de aquellas mejillas de tono rojizo en el rostro de Sun. En cierto modo le enorgullecía que la causa fuera él, y sólo él, quién hubiera provocado una reacción semejante, hasta cierto punto adorable, en la persona con la que quería pasar ingentes cantidades de tiempo.
El joven entrenador analizaba cada punto de costura en la ropa del rubio, sonrojado y levemente nervioso, sin la suficiente valentía para mirarle a los ojos. Recordó entonces que no llevaba puesto su gorra, un pensamiento completamente fuera de lugar respecto a su actual situación, por lo que decidió ignorarlo. En cambio, se acurrucó sobre el pecho de Gladio y le abrazó con suavidad, siendo capaz de intuir los latidos de su corazón.

Conflicto de interésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora