Ritual

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Decidieron ir a ver al Profesor Kukui, esperanzados de que a aquella hora estuviera aún en su laboratorio. Terminaron de prepararse y Sun acogió en brazos a Mimikyu, que deseaba estar junto a él. Ya no era tan esquivo con Gladio.

Salieron de la casa y fueron camino abajo, hasta la playa. Allí un pequeño Rockruff les vio en la distancia y corrió a saludarles. Mimikyu se apegó más a Sun, aunque después de verle acariciar con total seguridad al Pokémon se sintió más relajado. Siguieron caminando y llegaron hasta el laboratorio, que estaba con la puerta abierta. Rockruff entró a prisa y se giró sólo para darles dos ladridos, invitándoles a pasar. Siguió corriendo hasta bajar al piso inferior, en donde capturó entre sus dientes la bata del Profesor, y trató de arrastrarlo hacia arriba.

Kukui comprendió que debía haber algo que hacer arriba, por lo que ascendió por la escalera. Allí vio a dos de sus más preciados entrenadores, a los que saludó con los brazos abiertos.

—¿Qué os trae hoy por aquí? —inquirió con curiosidad—. ¿Echábais de menos nuestros maravillosos aperitivos? Jeje... —añadió, bastante orgulloso—. No me extraña.

Sun asintió, aunque su rostro lucía casi impasible. El chico de ojos verdes notó su gesto y se le escapó una pequeña burla. El Profesor Kukui chasqueó la lengua, habiendo confirmado su hipótesis, y saltó hasta la cocina para sacar algún aperitivo. Con la misma rapidez y agilidad, los colocó sobre una bandeja y la llevó hasta el salón. Parecía un baile ritual.

Los jóvenes entrenadores se acomodaron, al igual que lo había hecho él, y Sun cogió algo de comer. Gladio le explicó sobre la presencia de miembros del Team Skull alrededor del Estadio Royale y sobre la fiesta que querían prepararle a Guzma. Una vez hubo terminado, le preguntó, asimismo, sobre el encuentro que debía haber tenido ya con él.

—¡Ah, eso! —recordó repentinamente, animoso—. ¡Nos lo pasamos muy bien! Al principio estaba decaído, pero en la noche ya se había puesto a retarme a mil cosas, como solía hacer antes. Se marchó con bastante determinación porque acabamos empatados, je... Dijo que volvería a tomar la revancha, y que no perdería ni una sola vez. ¡Qué ganas! —sonrió de lado a lado—. ¡Pero volvamos a la fiesta! Eso me interesa. Francine se tiene bien ganada la confianza de Guzma, y eso no es cosa fácil... ¡Halaaa! ¿Ya has terminado? —le preguntó a Sun—. ¡Aaah! ¡Si tienes un ayudante! —añadió, al notar al pequeño Mimikyu escondido. Se levantó y repuso la bandeja al tiempo que seguía hablando—. ¡Bueno! Es cierto que Guzma está cansado de la fama que tiene su pandilla. Diría que quiere limpiar su nombre. Toma, aquí tienes más para ese pequeño bribón. Estoy más que dispuesto a ayudar... ¡Estoy dispuestísimo!

Conflicto de interésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora