Conflicto de interés

Nexo

Gladio deslizó la yema de los dedos sobre el rostro amable de Sun. Aún tenía la otra mano enredada con la suya. Le miró a los ojos:  tenían un brillo de carácter efímero, etéreo. Trató de grabar aquella imagen en sus recuerdos de la manera más detallada posible.

Entonces le llegó súbitamente un pensamiento desde el fondo de su mente. Entreabrió un poco los labios al tiempo que alzaba la vista de manera inconsciente. ¿Qué era de Guzma? Se había marchado de la Tienda de Malasadas con pesadez, pero la RotomDex les había explicado que, de alguna forma y en algún momento que él ignoraba, iba a reunirse con el Profesor Kukui.

Aún si pensaba en otras cosas, seguía acariciando a Sun. Había descendido al cuello. A veces jugueteaba con su pelo.

Volviendo a Guzma... Su actitud parecía genuina. Rezumaba frustración y agotamiento, pero sus palabras le habían sonado honestas. Esperaba que fuera así, al igual que esperaba que su encuentro con el Profesor... Cambiara algo. Para bien. Entendía la actitud de Guzma y deseaba que pudiera sentir lo que ahora él sentía. Deseaba otorgarle una nueva familia, de la misma manera en que lo habían hecho ellos con él tiempo atrás... Una familia que le aceptara. Y le quisiera. Y le cuidara. Tal y como lo hacían ahora Sun, junto a Tilo, y el resto de entrenadores que había ido conociendo mejor con el tiempo; así como el Profesor Kukui y la Profesora Burnet con él.

Dirigió la vista al horizonte. Los colores anaranjados empezaban a resaltar en el cielo, cambiando la ambientación del lugar en el que estaban, y aportando calidez a las sombras. Volvió a mirar a Sun. Parecía querer adivinar sus pensamientos. Soltó una sonrisa y le dio un beso, y otro, y otro.

—Ya empieza a atardecer —murmuró con ternura a la vez que recolocaba la mirada al nexo entre mar y cielo, cada vez más difuso—. Me alegra estar junto a ti.