Conflicto de interés

Humo

—¡Te dije que no podías derrotar a Gladio ni de broma! —empezó a reñirle, durante lo cual se podía atisbar el gran respeto que sentía hacia él.

El antiguo miembro del Team Skull había escuchado en silencio, pero a falta de información sobre qué hacían allí, les preguntó directamente.

—Nos estábamos dando un voltio por ahí —explicó el primer recluta—, quemando neuronas sobre rimas burlonas, y os vimos ahí haciendo cosas muy monas —dijo con cierta ternura—. Y este tonto no os conoce, así que pensó que os podíamos hacer una emboscada y mangaros los Pokémon. Y bueno. Ya sabes.

—¿Qué pretendéis hacer en el Estadio Royale? —inquirió impasible, evadiendo lo que tuviera que ver con él y Sun.

—¿Y a ti qué más te da, tronco? —replicó el recluta que había perdido el combate, molesto.

—¡Pero cómo es posible que no te enteres de nada! —se quejó su compañero, echando humo—. ¡Gladio antes estaba con nosotros! ¡Y bastante arriba, además!

—... ¿Enserio?

—Que sí, tolai. Que sí... —suspiró, exhausto, y volvió a la conversa que mantenía con el rubio—. Lo del Estadio es una sorpresa. Para Guzma. ¿Sabías que el Profesor Kukui participa ahí? El jefe está cansado de ser el jefe, así que Francine nos está guiando para darle una fiestecilla dabuti con la ayuda de Kukui. Llevamos un tiempo vigilando para echarnos encima suyo nada más aparecer y atosigarle hasta que acepte echarnos un cable. Pero el muy Rattata se hace invisible o algo... —murmuró genuinamente intrigado—. Tú debes de conocerle. O tal vez el niño ese. ¿Podrías ayudarnos? Por los viejos tiempos y tal...

—Se llama Sun —le informó, aún analizando sus palabras. El otro recluta se mantuvo callado, y aún bajo el pañuelo, pudo intuir que le irritaba que le estuviera contando aquello; por lo que creyó lo que dijo—. Veré qué podemos hacer.

—¡Ah! —exclamó feliz, dando un salto y estirando los brazos—. ¡Gracias, colegui!