Conflicto de interés

Oleaje

Sun despertó con un inesperado acompañante en su cama: Meowth se había acurrucado junto a él. Le acarició gentilmente hasta que se le abrieron los ojos y bajó de un salto del colchón, corriendo a buscar a la madre. Sun se estiró y salió de debajo de sus mantas, vistiéndose con su ropa de aventura. Una vez se hubo puesto la gorra, salió de la habitación y se encontró con que su madre tenía ahora a Meowth abrazándole la pierna mientras ésta terminaba de preparar el desayuno. El joven entrenador se acercó y le ayudó, tras lo cual comieron los tres. Al acabar, Sun se despidió y se marchó. Empezó a caminar con calma, con cierto deseo matutino de observar el movimiento de las olas; decidió, pues, irse a la playa. Fue hacia el sur y desde allí podía observar la cabaña del profesor Kukui, cuyo Rockruff correteaba por el prado. Sun se mantuvo más al este de la costa, prefiriendo estar en soledad. Se sentó sobre la arena y observó a varios Pokémon sobrevolar el cielo, saliendo de entre las hierbas, o surfeando el océano. Aquello le recordaba al día en el que había nadado junto a Gladio. Una pequeña y tímida sonrisa se podía intuir en su rostro. Se había parado a pensar en el día anterior, avergonzado de sí mismo por su torpeza. Aún así se había sentido algo reconfortado al ver que Gladio resultaba bastante comprensible con él. Pensaba en cómo al principio parecía tener un odio acérrimo hacia su persona, pero con el tiempo parecía haber descubierto que no era tan malo como Gladio debía creer que era. Su percepción había cambiado completamente, y aquello le hacía feliz. Se preguntó qué estaría haciendo ahora el rubio.