Oratoria

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—Antes de que me linchéis a palos —previó aún con una voz rasposa—, dejad que exponga mis argumentos. No son malos.

Gladio, que le conocía mejor que nadie, trató de discernir sus intenciones. Al principio parecía una oratoria legítima, pero la pequeña rima final le hizo dudar. Sonaba como si se lo estuviera tomando a broma.
Ante el silencio de sus acompañantes, decidió seguir hablando:

—Bien. Veo que fue buena idea sentarme aquí. La gente ahora murmura —observó—. Una molestia menos —hizo una pausa—. Como iba diciendo... ¿Os acordáis de nuestro último encuentro, verdad? —pretendía mirar a Gladio y a Sun, pero no sabía en qué orden hacerlo, por lo que no lo hizo—. Seguro que sí. Esa riña que tuve con Kukui... Digamos que no pude dejar de pensar en eso... —hubo una nueva pausa—. Digamos —insistió—. Digamos también que he intentado contactar con ese idiota y no he podido. Y digamos que, harto de buscarlo por ahí, me metí aquí y os encontré a vosotros.

Después de esa explicación, se quedó callado y miró a los pequeños. Todos se veían expectantes. Rockruff, por su parte, seguía mirándole con cierta ternura. Guzma esperaba una respuesta, una reacción. Sin embargo no logró más que sentir una gran incertidumbre sobre el afecto que parecía tener el Pokémon hacia él.

Conflicto de interésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora