Paseo

256 19 3
                                    

Seguían transmitiéndose un intenso calor sobre los rostros de uno y otro, besándose nerviosos. Gladio se separó por un segundo para relamerse los labios y humedecerlos, se juntaron de nuevo y una vez más hubo otra separación.

—Yo, uh —titubeó—. Siento haber parado y tal, pero... Había venido... A preguntarte... Um —se limitaba a mirar hacia abajo, de un lado a otro—. Si querías dar una vuelta por ahí conmigo... —le miró a los ojos por un momento, en silencio—. Aunque tampoco me quejaría si quisieras seguir... Con... Bueno, con esto —se apresuró en añadir, incapaz de mantenerse tranquilo.

Sun parecía estar cada vez más avergonzado, por lo que se limitó a asentir tímidamente con la cabeza.

—¿Entonces te parece bien...? —el joven entrenador repitió el gesto—. Bien, uh... —dudó por un instante, pero le dio un último beso.

Se separaron despacio, un tanto inseguros, con sus rostros ruborizados. Cuando se encontraban ya de pie, uno junto al otro mirando al frente, Gladio acercó sutilmente su mano a la de Sun, para finalmente entrelazarlas. Evitaban mirarse a la cara y sus ojos se dirigían al lugar opuesto del otro, sin saber muy bien cómo debían proceder en aquella situación para que fuera ligeramente más cómoda.

Conflicto de interésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora