Dorada

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Sun se aburría un poco. Le gustaba el paisaje, eso desde luego, pero después de haber sentido la ausencia de Gladio durante varios días, con lo cercanos que estaban siendo entre sí... Quería estar con él. Pero él no estaba ahí.

Miró las formas abstractas de las nubes durante un rato, apreciando los pequeños cambios en sus colores. Decidió pasear por la arena, juguetón en sus pasos, como una figurita articulada. Los zapatos se hundían en la arena cálida. Le pareció atisbar una pequeña forma familiar, dorada, por entre las rocas. Se acercó cuidadosamente, procurando ser tan silencioso como le era posible.

El Pokémon se había escondido a prisa, vergonzoso. Se mantuvo medio oculto, resguardado, pero no dejaba de observar a Sun. Éste le devolvía la mirada con igual o mayor curiosidad de la que sentía él.
El joven entrenador trató de acercar la mano, lo hizo con mucha calma y quietud, y un aura de familiaridad y cariño irradiaba de él. El Pokémon se dejó acariciar, aunque aún parecía avergonzado.

Sun sonrió. Le parecía muy extraño que hubiera un Mimikyu allí, pero no parecía ser el compañero de nadie. Cuando se ganó la suficiente confianza, tanteó cogerlo. Y lo consiguió. Cargó su pequeño cuerpecillo entre sus brazos y se sentó en una roca más o menos plana, en donde siguió acariciándolo.

Gladio volvió pasado un rato. Había ido al lugar en donde estaban antes, pero no vio a su acompañante. Ladeó la cabeza y encontró rápidamente su nuevo paradero, acercándose al tiempo que le intrigaba lo que tenía entre las manos.

—¿Has encontrado un Mimikyu? —Sun asintió—. No me he ido mucho tiempo, pero ya confía bastante en ti... —murmuró, interesado.

No le extrañaba que fuera así. Él mismo se sentía atraído por aquella esencia bondadosa que tenía de manera inexplicable. Y no dudaba por un instante que muchos otros se sintieran igual.

Se sentó frente a ellos, sobre la arena, pero no se atrevió a tocar al Pokémon. Le bastaba poder apreciar cómo lo hacía Sun, con sus gestos delicados y su expresión afable.

Conflicto de interésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora