Conflicto de interés

Acto

Sun se marchó veloz al probador, sintiendo que, en efecto, le estaban regañando por no haber reaccionado instintivamente. Porque no lo había hecho.

Se cambió la ropa y, de alguna forma, estaba tan distraído en el acto en sí, que ni siquiera se había fijado en cómo eran las propias prendas. Su cerebro sólo procesaba un cúmulo indefinible de tela entre sus manos. Corrió la cortina para que Guzma pudiera apreciar el resultado de su trabajo y juzgar si debía efectuar algún cambio. Éste observó encarecidamente. Tenía el ceño fruncido y uno de los brazos se apoyaba sobre el otro, rodeando la barbilla con los dedos.

—Y como era de esperar —dijo con seguridad en su voz, cerrando los ojos y arqueando las cejas—, es perfecto. Ahora bien —abrió los párpados y una sonrisa arrogante apareció en su rostro—, ¿qué te parece a ti?

Sun se giró para verse en el espejo. Su aspecto era, ciertamente, distinto. El gusto personal de Guzma era evidente.
De alguna forma, se sentía incluido en la familia que conformaba el Team Skull.
De alguna forma, se sentía aceptado por Guzma.
De alguna forma, se sentía cómodo.

Iba principalmente de negro. No le molestaba. Por el contrario, le recordaba al atuendo característico de Gladio.
¿Había Guzma elegido su vestuario también? ¿O es que tenían un gusto similar por naturaleza?

—Se me está acabando la paciencia —inquirió—. Otra vez.

Sun volvió a sentir una ansiedad instintiva tras oír sus palabras, dándose la vuelta y exponiendo como podía su absoluta aprobación. No fingía. Era cierto. Pero no sabía cómo expresarlo.
Tampoco importaba. El líder del Team Skull parecía entender lo que intentaba comunicarle, aún si fuera a base de gestos rápidos y confusos.

Aún a sabiendas de que... Más bien, ignorando la imagen que tenía la gente de Alola respecto a su acompañante, y sin siquiera pensar en sus actos ni en lo más remoto de su inconsciente, se acercó a Guzma y le dio un abrazo.