Beso

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Sun se sonrojó de manera incontrolable, su nerviosismo se intensificó y sus manos habían perdido fuerza de agarre. Le devolvió el beso, se separó un instante y volvían a estar juntos. Hubo una segunda separación y, de nuevo, se besaron. Sun bajó la cabeza y Gladio se le acercó en un abrazo, acariciándole la mejilla con la nariz y los labios.
El joven entrenador había logrado alzar los brazos, teniendo ahora sus manos agarrándose a la tela que recubría los hombros del rubio. Se mantuvieron en silencio durante un rato. Gladio se limitaba a besarle la mejilla una y otra vez, despacio, cuidadoso, gentilmente. Tuvo que detenerse después de que Sun volteara la cabeza y estuvieran nuevamente uno frente al otro, mirándose, analizándose, enamorándose. Aprovechó su cambio de postura y le volvió a besar en los labios. Le rodeó el cuerpo con más fuerza, haciendo que se apegaran el uno al otro.
Sentía cómo Sun empezaba a atreverse a seguir sus movimientos, por lo que volvió a colocar las manos sobre sus mejillas, dispuesto a continuar besándole el tiempo que hiciera falta. Podía percibir su nerviosismo debido a que tenía el rostro enrojecido y caliente, al igual que él debía tener la nariz y los labios cálidos sobre su piel. Le gustaba aquella sensación, a pesar de que su corazón pareciera querer saltársele en cualquier momento.

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