Vanessa
Vanessa se cubrió el rostro del abrasador sol africano para no quedar ciega unos minutos mietras baja de la pequeña avioneta. Lo hace con cuidado de no caer ya que lleva su pesada mochila cargada a su espalda. El aire baña su rostro y el sonido de las aves la obliga a levantar la vista. El paisaje es paradisíaco pero a su alrededor no hay nada más que una pista de aterrizaje y una pequeña casa al fondo de esta.
Aunque su ropa es fresca, especial para un safari, no es suficiente. Su rostro está rojo por el sol y siente la piel pegadiza. No pensaba venir a este lugar, mucho menos tomar un vuelo a media noche, su lugar esta en Londres en el hospital, pero una llamada a medianoche y la voz suplicante de la reina, lograron que de nuevo la esté ayudando. Otra vez se esta involucrando con la realeza.
Suspiró emocionada y caminó hasta la pequeña casa. Un par de niños caminan junto a ella para llevarla hasta allá. El lugar es sencillo con apenas algunas sillas para sentarse. Pero no le importa, solo lo quiere para cubrirse del sol.
— ¡Estábamos esperándola tanto tiempo! El vuelo se retrasó un poco, pero ya esta aquí. Es tan bella — una mujer de piel morena y con ropa típica de la zona se acercó por el pasillo, beso sus mejillas y la abrazo de forma efusiva — La misma reina de Inglaterra dijo que vendría. ¿Quieres algo? Debes estar cansada —
— Solo un poco de agua, gracias — le sonrió ampliamente. Ambas fueron a la cocina, y sus ojos se derritieron al ver el vaso de agua fría — ¿El auto ya esta listo para irnos? —
— El auto ha estado listo desde hace unas horas — la mujer miró por la ventana y señala con uno de sus dedos — Pero su Alteza real pidió irse con usted —
— ¿Quien? — pregunto Vanessa con emoción en su voz — ¿El principe? —
— Oh si, la está esperando afuera junto a las camionetas — Vanessa le agradeció por el vaso de agua y salio de prisa de nuevo al fuerte sol. En tiempo récord tomó su mochila y miro a todos lados, buscándolo, lo vio justo en medio de un grupo de personas que tratan de hablar con el futuro rey.
Luce tan atractivo. Tiene una blanca camisa que se resalta su cabello despeinado, su rostro es serio mientras escucha a los demás. Pero su porte aristocrático y sus músculos bajó sus ropa hacen que su corazón se alborote como una tonta adolescente, aunque le cueste admitirlo. Se acercó hasta Alexander con una amplia sonrisa.
— ¿Me esa siguiendo, Alteza? — le pregunto al tenerlo mas cerca. Alexander tomó su mochila y la puso en la parte trasera de la camioneta.
— A la reina le gusta vernos juntos, sus planes siempre nos involucran — ambos subieron a la camioneta que los espera, sentados en el mismo lugar. Los señores que toman el control del volante los llevarán hasta su hotel
— No podia negarme a pasar unos días fuera de Londres. Eres mi compañera de noches, no pensaba dejarte ir sola —— Que bueno, resulta que las camionetas que tiene los príncipes son más cómodas que las de los demás. Me siento afortunada —
— Si me lo dijeras, podrías viajar siempre conmigo — Alexander tomó un mechón de su cabello entre sus dedos — Pero eres demasiado orgullosa para admitir que te gusta estar conmigo —
— ¿Te gusta estar conmigo y olvidarte de tu prometida? — lo miró burlona — Soy buena amiga de los sirvientes del palacio, algunos me han dicho que te esta buscando por todas partes para comenzar en ensayo de tu boda. Que emocionante. Deberías involucrarte más, ser romántico, invitarla a una cita, enviarte invitaciones a los invitados, no se, darle un sonoro beso a tu próxima esposa —
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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...