Capitulo 40

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Vanessa

— ¿Donde está el rey? — preguntó   Vanessa al primer sirviente que vio en el pasillo de Buckingham. Realmente odia que viva en un lugar tan grande. Sin tan solo pudiera ser un hombre normal todo sería mejor.

— Su Majestad está en una importante reunión con el parlamento. No puede recibirla en este momento — pero no le hizo caso, por más que el sirviente trató de detenerla, no se detuvo.

No va a parar, tiene que hablar con Alexander a cualquier costo. Lleva agarrado firmemente de su mano el periódico que recibió esta mañana. Le dejó tan mal sabor de boca la noticia  que tendrá que casarse en un mes que perdió el apetito por completo, pero cuando cambio a la siguiente página y al ver que él que dijo esa palabras fue Alexander tuvo que ir corriendo al baño a vomitar.

Por lo regular tendría que esperar a que Alexander la llamará para verla, pero que se vaya al demonio, tiene que explicarle sus palabras ahora mismo. Largo se le hace el caminó por más que trata de caminar rápido. Incluso se vistió con lo primero que tuvo enfrente.

¿Como mierda va a casarse en un mes, si ni siquiera le han preguntado nada?

No le importa que los sirvientes caminen detrás de ella tratando de persuadirla, cuando llegó junto a las puertas, se arregló el cabello y tomó un respiro. Su abuela tenía tanta razón. Lo más difícil apenas estaba por comenzar. Se adentró en la sala sin pensarlo. Los viejos hombres del parlamento posan su mirada sorprendida sobre ella, pero no se detuvo hasta dejar el periódico delante de Alexander.

— Tienes que explicarme que es esto — dijo furiosa. Alexander se puso en pie cuando la vio, esta dejándolo en vergüenza delante de todo el parlamento — No me iré hasta que lo hagas o me corras del palacio —

— Salgan de aquí — ordenó Alexander a los miembros del parlamento, cuando estos salieron, bajó la vista al periódico. Esta totalmente furioso y fuera de sí — ¡¿Que demonios crees que estás haciendo?! No puedes entrar en el palacio como si nada pasará. ¡Debe ser la última vez que haces esto! —

Pero Vanessa no se piensa rendir, menos cuando la está regañando con su tono frío y déspota. Su sexto sentido le está advirtiendo que esto no saldrá nada bien. Levantó su vista y miro los ojos de Alexander tan fríos que le dieron miedo.

— ¿Porque dijiste que nos cansaremos en un mes? — le acerco el periódico de nuevo — Si mal no recuerdo la fecha no estaba acordada —

Tomó asiento porque por muy molesta que esté, sigue estando embarazada y sus bebés la están matando. Ya ni siquiera puede atarse los cordones de sus zapatos, así que pensar en ponerse un bikini es inimaginable al igual que un vestido de novia.

— Yo decidí  y ordené que será dentro de un mes. No me importa si no es de tu agrado, soy el rey y lo primero es la corona — comento con furia.

Abrió la boca molesta. ¿está loco? Le habla como si no fuera nada, como si fuera una simple plebeya a la cual puede ordenar. Negó con la cabeza.

— No Alexander, no podemos hacer eso, no me casaré contigo embarazada — le suplico amablemente — Solo tenemos que esperar tres meses, bueno, posiblemente cuatro, pero no es mucho, es menos de un año. ¡Por favor! —

Alexander tomó asiento y la miro lo más serio que pudo. Por más que trate de convencerlo con su mirada inocente y su sonrisa amable, no lo hará cambiar de opinión.

— No. Lo siento si no es tu momento perfecto, pero esto no es un juego y tú lo sabias— Vanessa frunció el ceño confundida — Tu mismo lo haces cada vez que entras a un cirugía, hay cosas que no se pueden retrasar. Así que no lograrás convencerme de cambiar la fecha de la boda —

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora