La sangre latina de los príncipes

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Vanessa

— Mami, estamos muy aburridos — La dulce voz de Helena hizo eco en la gran biblioteca del palacio de Buckingham — Solo llueve y hace mucho frío ¿Podemos irnos de aquí? —

Vanessa levantó la mirada y dejó el montón de papales a un lado. Tiene tanto trabajo que siente que hasta tiene la mirada perdida de tanto leer, esta cansada, harta y aún tiene muchas cosas que hacer, no solo por ser la reina, sino, porque también dirige un hospital.

Esta tan cansada del hospital, que sus zapatillas están regadas por la biblioteca. Vanessa solo quiera dormirse y caer rendida sobre los libros, pero cuando mira a sus hijos ahí en la biblioteca jugando con los libros de un lado a otro, gritando sin cesar, las gemelas balbuceando junto a ella y con sus regordetas cuerpos desnudos, solo en ese momento desearía tener un par de nanas.

Si tan solo hubiera aceptado a las nanas, estaría trabajado plácidamente y sin interrupciones, pero no quiso y ahora no puede ser reina, ni doctora porque hay seis niños junto a ella. Andre intenta leer un par de libros, pero resulta hasta gracioso porque su vocecita es dulce, Helena está sentada en el alféizar de la ventana con su rostro pegado al cristal mirando la lluvia, Christian esta sentado junto a ella mientras juega con su celular, porque si, puede ser la reina, pero wro su celular está lleno se ridículas canciones de pollitos, las gemelas están sentadas en el escritorio arruinando los trabajos de mamá y Bella está aferrada a su pecho mientras toma su deliciosa leche materna.

— No podemos irnos de aquí Helena, tengo mucho trabajo y una cirugía en un par de horas  — Vanessa cubrió su pecho con una manta para que sus hijos no la vean amamantar — Vivimos en una palacio, no se Helena, esto es gigantesco, puedes caminar por los pasillos del palacio o simplemente puedes dejar de ver la ventana e ir a jugar todas las muñecas que tú papá te compró  —

Sus hijos y ella dejaron de hacer sus cosas en cuanto escucharon el doloroso llanto de Helena, hasta las gemelas dejaron de gatear desnudas por el escritorio y miraron el rostro lleno de lágrimas de su hermana mayor. Por lo regular Helena siempre llora con drama, pero esta vez su hija parece como si le hubieran roto el corazón,  tiene su pijama puesta con la que limpia sus lágrimas, su cabello rubio está desecho, sus mejillas están tan rojas como unas manzanas, pero sus ojos están realmente tristes, sin duda tiene su pequeño corazón roto.

—  No puedo jugar con mis muñecas porque papá es él que juega conmigo, él juega a las tazas de té conmigo y es la señora Alexa — Helena corrió hasta ella y se hecho a sus brazos para seguir llorando — No me quiero ir de la ventana porque estoy esperando a que papá regrese —

Vanessa sonrió de lado y abrazó mejor a sus dos bebés, a Bella pegada a su pecho y a Helena aferrada a su cuello mientras llora desconsoladamente. Vanessa le dio un fuerte beso en la mejilla para consolar a su bebé. Definitivamente esta tarde no podrá ser la reina, porque tiene que ser una doctora infantil para curar corazones con banditas de mamá.

— ¡Quiero que mi papá vuelva! — El llanto desconsolado de Helena también hizo llorar a las gemelas — Las gemelas y yo lo extrañamos ¿Y si él se fue porque lo hice enojar? —

Vanessa también tuvo que abrazar los cuerpo desnudos de las gemelas, no tiene tantas manos, pero todas se aferran a ella llorando desconsoladamente y los únicos que las miran con rostro asustado son los niños, porque Christian y Andre la adoran a ella, pero tanto Bella, como las gemelas y Helena son completamente las princesitas de papá, no han dejado de llorar estos días, Bella no puede dormir porque lo hacía sobre el pecho de su papá, las gemelas lloran aferradas a la camisa de su guapo ingles y Helena se sienta todos los días en la ventana esperando ver a su papá. Sin duda Alexander está rompiendo corazones de nuevo, solo que esta vez más pequeños y más frágiles.

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora