Fin

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Alexander

— ¡¿Donde demonios está mi corona?!

Alexander miró los rostros asustados de todos sus asesores y respiro profundamente antes de pasarse las manos por el rubio cabello y arruinar todo, se desabotono los primeros botones de la camisa o se volverá loco. Todo Londres lo espera afuera del palacio, toda la familia Real llenan los balcones de Buckingham y él tendría que estar ahí... pero su maldita corona no está.

— No sabemos donde está, Alteza — uno de los asesores carraspeo antes de hablar — Su corona esta aquí y... —

— Y ahora ya no. ¡¿Donde demonios está?¡ — esta furioso y fuera de sí, mientras escucha el griterío de los londinenses — ¡Es una estupides que alguien haya entrado al palacio solo para robarla! ¡Malditasea yo la vi hace unos segundos! —

Su ojos azules de dirigieron de nuevo a ese par de cojines rojos que tienes las coronas, su lado está vacío, pero ahí está la Corona de Vanessa, resplandeciente bajo las luces de la sala de Buckingham. Ella tendría que esta ahí, esperándolo en el balcón principal, pero Alexander ya aceptó y ya se acostumbró a que Vanessa siempre llegara tarde a los eventos, y que si la quiere a ella, también debe de querer al hospital. Al perecer Vanessa le está demostrando a todo el mundo que puede ser la reina y doctora al mismo tiempo y ahora hasta participa en esas marchas feministas, donde no debería de estar, pero ¡Vamos! Ella quiere ser una reina diferente.

— La sala estaba vacía, pero sus hijas, estaban aquí —

— ¿Helena? Ella y los niños ya saben que no deben tocar la corona —

— No ellos, sus hijas, las gemelas —

Alexander no pudo contener la risa. Es absurdo pensar que ese par de bebes que apenas saben gatear, no hablan, y son tan pequeñas, hayan tomado su corona. ¡Pero si solo son unas bebes!

— Fue una buena broma, pero las gemelas no podrían tomar la Corona, además están con sus nana —

— No están con su nana, Alteza — el asesor negó con la cabeza nervioso — Es que la reina las deja jugar con su corona todo el tiempo... —

— ¡¿Que dijiste?! — pregunto Alexander furioso.

— Que la reina las deja jugar con su corona —

— ¡Demonios! ¡Busquen a ese par de bebes por todo el palacio! —

Alexander salió furioso de la sala. ¡¿Como demonios va a encontrar a un par de bebés por todo Buckingham?! La busco por la biblioteca, debajo de mesas, sillones y sillas, las busco en su habitación, entre los grandes osos y los malditos juguetes que casi lo hacen caer, las busco por todas partes pero no hay rastro de esas bebés por ninguna parte, hasta que.... los vio, no a las niñas, sino a sus pañales justo afuera de la cocina del palacio. Alexander suspiro furioso. Ya después se preguntará ¿ cómo demonios se quitaron el pañal dos par de bebes? Pero ahora solo quiere su corona de vuelta con él.

En un principio no las pudo ver, hasta que escucho pequeños ruiditos y cuando encendió dio la luz de la cocina se llevó el peor susto de su vida, también porque vio su costosa, lujoso y perfecta corona llena de chocolate y después porque vio a dos par de monstruos desnudos y cubiertos de chocolate de los pies a la cabeza. A Alexander le a quedado claro que los bebés siempre hacen cosas que jamás podrá entender, ¡¿Porque demonios se llenaron de chocolate?! Pues solamente ellas sabrán y como no hablan, pues se quedará con la maldita duda.

— ¡Joder, joder, joder y mil veces joder! — trato de acercarse lentamente para no llenar su traje de chocolate — ¡Ustedes para de demonios! ¡¿Como se supone que saldrán al balcón?! —

Es obvio que los gemelas no respondieron, solo una de ellas eructo y la otra soltó un pequeño gas que las hizo reir. Son tan pequeñas que apenas pueden gatear, y si lo hacen tardan años en llegar a un lugar, por un momento quiso regalarlas, pero tiene esos tan grandes y tan bonitos que no pudo hacer nada, solo tomo su corona con cuidado y la entrego a uno de sus asesores.

— ¡Lo siento pero así llenas de chocolate saldrán al balcón! —

La tomo con tanta delicadeza para no manchar su traje, que maldijo por lo bajo, cuando ese par de bebes se abalanzó contra el y restregaron sus menudos cuerpos sobre su perfecto traje, tienes chocolate hasta en el cabello y lo único blanco en ellas son los ojos. Pero las dos están felices con su pequeñas travesura, porque al decir enseñan su boca sin dientes y hacen ese pequeño ruido que le gustaría grabar para su memoria toda la vida.

— ¡Sus traseros con chocolate están sobre mi traje! — Alexander apenas y pudo alejarla de él para ponerles un pañal y evitar que siguieran mostrando su pequeño trasero de bebé al mundo. Las dejo en su portabebé y las puso justo detrás de el en el balcón para que nadie pudiera verlas y cuidarlas — Lo buenos es que el traje es negro, me asegurare de que no vuelvan a hacer una pequeña travesura jamás! —

Alexander ya está acostumbrado al salir del palacio y lucir perfecto delante de todos, incluso los trillizos se divierten tremendamente, pero cuando mira de reojo a las gemelas, solo se da cuenta que ellas le darán muchos dolores de cabeza, ese par de bebes hasta se mete los deditos del pie a la boca para seguir comiendo chocolate y están tan oscuras por el chocolate que parecen dos par de extraterrestres en medio del lujo de Buckingham.

— El bebé si es niña, eres un maldito brujo Alexander — Vanessa lleno rápidamente a su lado en el balcón y la gente se emociono más cuando la vio llegar, no porque no luce ese lujoso vestido o esos tocados que usan las jóvenes en Londres, sino porque tiene una bella sonrisa que enojara a cada maldito hombre que la mira — Se llamará Adele —

— Se llamará Elizabeth — le dijo Alexander al oído con una sonrisa de lado.

— Ya veremos, si logras convencer quizá cambiemos el nombre, pero ya te digo que las embarazadas jamás cambiamos — Vanessa lo tomo emocionada cada de la mano y abrió mucho los ojos al ver a las gemelas — ¡¿Que le pasó a las gemelas?¡ ¡Diablos! — Vanessa se puso de puntillas y lo beso en la mejilla — ¿Crees que puedas bañarla? Ya después de que el palacio quede solo, vamos, esas niñas te adoran ¿Si? —

— ¿Crees que ese será un buen final para ni noche? — la tomo por la cintura y la acerco más a él.

— Bañar a las gemelas no, pero... — Vanessa se arrojó sobre su pecho descaradamente y lo beso en la boca, sin importarle nadie más — Pero después podría enseñarte ese nuevo babydoll que compre solo para ti y ese si es un buen final —

Hola... se supone que este es el final de la historia ☺️☺️ pero si despues tengo más ideas subiera algunos capítulos más, pero de verdad me gustaría darle más oportunidad a mis otras historias, así que ya saben, si alguna otra cosa más se me ocurre para la historia, pues tendrán capítulo...

Y casi lo olvidaba, tengo contemplando en tercer libro, jajaja ya se como se llamará y en cuanto lo suba ojalá y lo lean. Se llamará "El Rey"" Y será una historia sobre sus hijos

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora