Capitulo 37

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Vanessa

— ¿No puedo volver a mi casa pobre en América? — le pregunto a Alexander. Se detuvo en medio del camino empedrado para llegar a la casa principal. No sabe si reír o llorar. Su madre gritó como loca cuando se enteró que se cambiarían de casa. El palacio de Kensington se alza ante ellos con sus grandes jardines y sus grandes ventanales.

— No, no puedes regresarte. Tienes que acostumbrarte a Kensington — Alexander giró y estiro su brazo para tomarla de la mano — Ven, esta a punto de llover entremos al palacio —

Vanessa no dijo nada y corrió hasta él para aferrarse a su brazo y cubrirse de la lluvia. El palacio tiene un aire aterrador y demasiado gris para su gusto. Se aferra a Alexander mientras la conduce hasta la entrada principal. Los sirvientes abrieron la puerta robusta de madera dejándole ver el resplandor del palacio.

— De verdad quiero regresar a mi casa pobre. Aquí ni siquiera hay tiendas cerca y no me gustan los sirvientes — los sirvientes hace reverencias pero Vanessa negó con la cabeza — No tienes que hacer eso —

Alexander se giró y tomó su rostro entre sus manos. Sonrió de lado y paso sus pulgares por sus mejillas.

— Vamos Vane, déjalos hacer su trabajo. Ellos solo sirven al rey y a nadie más. Pronto te acostumbraras — Alexander se alejó por los pasillos para llegar a las escaleras — ¿Quieres conocer tu habitación? —

— ¿Alexander donde están tus cosas? — le pregunto en voz baja, al ver que solo traen las cosas de su familia y las de ella, pero no hay nada de él. Quizá no la escuchó, pero la tomó de la cintura y la llevo a un sala aún más lujosa que la anterior — Alex... —

Abrieron la puerta de su habitación, tan grande y recubierta de madera que es perfecta para ella. Vanessa pasó las manos por la cama, amplia y alconchonada. Caminó emocionada por el gran vestidor, aún sin su ropa, pero el baño y la tina tienen la mejor vista de todo Londres.

— Toda tu familia tienen buenas habitaciones pero yo escogí esta para ti, era la que usaban las princesas que vivían aquí.  Tiene la mejor vista al jardín. Espero que te haya gustado —

Vanessa se lanzó a sus brazos y aspiró su perfume. Se refugió con mucho cuidado de no lastimar su vientre. Esta completamente enamorada, no ha pasado ni un solo dia en el que no sueñe cuando por fin le pida matrimonio.

— ¡Esta perfecta! — le dio un corto beso en la boca — Gracias por dejar que mi familia viva aquí, no se que habría hecho yo sola en este lugar tan...grande

Alexander enredo sus manos en su cabello  Sonrio mostrando sus hoyuelos en cada mejilla, pero sus ojos no tienen la misma felicidad.

— Aún  falta conocer la habitación de los bebés — se puso en pie sonriente — Podremos decorarlo como quieras, tiene que ser la mejor habitación del palacio  —

Vanessa lo siguió por unos pasillos más lejos. No le gusta que la habitación de sus bebés quede tan lejos a la suya, sería imposible escucharlos llorar. La habitación apenas tiene dos cunas y todo lo demás está vacío. Las ventanas son grandes.

—Esta habitación no me gusta. No pienso dejar a los bebes tan lejos de nosotros — paso delicadamente sus manos por las cunas. Grandes y posiblemente hechas de oro.

— Todos nosotros fuimos criados de esta manera. No te preocupes contratare a todas las nanas que quieras, no tendrás que levantarte por las noches para cuidarlos — Alexander trató de besarla, pero alejo su cara pensando lo peor. Algo no está bien en todo esto y puede notarlo desde el momento que que su auto aún sigue esperando por él en la entrada.

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora