Alexander
Para Alexander nunca fue difícil contentar a nadie. Sus asesores y el primer ministro siguen sus órdenes, quizá las mujeres eran un poco difíciles, si quería buen sexo tenía que hacerlas feliz con un auto nuevo o joyas. Desde que conoció a Vanessa se topó con un terrible muro. Ella tiene un carácter explosivo al que no estaba acostumbrado y se enoja con facilidad, pero es perfecta.
Su pequeña Helena. Es la niña más celosa que pueda existir en el mundo. Es un pequeño demonio con sus ojos furiosos y su perfecto cabello rubio.
Vanessa y él pensaban dejar a sus hijos solo unas horas en Kensington. Pero las horas pasaron y Vanessa tenía muchas piezas de encaje que quería estrenar con él, así que no pudo resistirse a su encantos y terminaron dejando a sus hijos dos días con su abuela. Si claro, Vanessa no quiso venir, porque sabía que sus hijos estarían enojados, se excusó diciendo que la había dejado agotada con el sexo y lo dejó con tres demonios y dos bebés diabólicas.
Sin duda hubiera preferido tener solo niños, Andre y Christian en cuando lo vieron llegar corrieron hasta él con sus rostros feliz, pero no están molestos en lo absoluto y sus gemelas están dormidas en su portabebé, tan pequeñas, tan dulces que hasta perecen angelicales, lo mejor es no hacer ruido para no despertarlas y hacerlas llorar o conocerá la verdadera maldad. Sentó a sus hijos en la parte trasera de su auto deportivo, para que cuiden a las gemelas, pero cuando miró a todos lados para contar a sus cinco hijos se dio cuenta que le hace falta la más importante.
— ¿Donde está Helena? — preguntó a uno de los sirvientes mientras abrocha correctamente a las gemelas en su portabebé.
— Su hija está en la sala de películas, pero me temo que ella no quiere verlo Majestad —
— ¡¿No quiere verme?! — dijo burlón. Su hija siempre quiere verlo. Dejó a su hijos con el sirviente — Por Dios, es solo una niña de tres años —
Caminó por el palacio buscando a su hija, es una niña juguetona y le gusta disfrazarse de miles de cosas. Un día la encontró disfrazada de un perro ¿Perro? Es la heredera al trono, no puede compararse con un animal. Pero al verla sentada en el gran sillón, con su nuevo disfraz de japonesa y sus cabello dividido en dos moños, luce preciosa mientras mira su pelicula, pero en cuanto lo vio se cubrió con su manta y se hizo bolita en el sillón
— ¡Vete! — puede escucharla llorar debajo de la manta. Es tan parecida a su mamá — Nos dejaste aquí solos. Yo no pude dormir sin ti y extrañé a mamáTomó asiento junto a su hija en el sillon y trato de destaparla, pero ella no quiso y gruñó molesta.
— No los deje solos, Helena. Estában con tu abuela, además, tú mamá y yo necesitábamos un tiempo a solas —
— Si para jugar con sus ovejitas — Helena se descubrió el rostro y en menos de un segundo tiene llorando a su hija sobre su costoso traje, sus pequeñas manos se aferran al cuello de su camisa, así como Vanessa, solo que ella lo hace para obligarlo a tener sexo — Tuve mucho miedo, pensé que nos habías abandonado y yo no puedo dormir si no me cuentas un cuento, papi —
— Hoy te contaré todos los cuentos que quieras, ero ya no llores Helena — la tomo en brazos y se colgó su pesada mochila rosa llena de muñecas. Vaya manera de verse el rey — Vamos a Buckingham ¿Cuidaste a tus hermanas? —
— Los extrañé mucho — su hija escondió su cabecita en su cuello como su niña consentida.
— Lo se Helena —
Mientras maneja de regreso, cada vez que puede observa a su hija. Oh si el pobre hombre que se enamoré de Helena sufrirá demasiado, su pequeña tiene el mismo carácter que Vanessa, esta sentada con sus brazos cruzados y sigue molesta. Helena es demasiado sentimental y celosa, porque mientras sus otros hijos están dormidos, ella solo va revisando que las conductoras de otros autos no se fijen en él. De seguro su mamá la entrenó muy bien, por que es aún peor que su madre. Su masculinidad no puede verse afectada por tener a cinco niños. No dejará que sus hijas lo vuelvan loco.
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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...