Capitulo 17

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Vanessa

El principe es un idiota. ¿Acaso cree que caeré tan fácil bajo sus encantos?

Vanessa se sintió tan bien cuando su mano se estrelló sobre el rostro del príncipe después de alejarlo violentamente de la cama. La confusión en su rostro y su mejilla enrojecida, hacen que al recordar se sienta feliz. Se merecía esa bofetada por creer que es otra chica fácil a la que convence con una par de palabras bonitas y besos. No señor, las mujeres latinas son enamoradizas pero son difíciles a la hora de perdonar.

No es que sintiera asco de aquel beso, lastimosamente Alexander besa como el mismo cielo y su cabello es como un algodón rubio que puede saborear con las manos. Ya tenía tiempo sin que la besaran tan sensualmente que hizo que su mente se nublara un momento, pero no es la madre Teresa de Calcuta, ni la típica chica cliché de los cuentos. No lo aceptará tan fácil, por supuesto que sintió deseo de tenerlo entre sus piernas y no puede ocultarlo, a veces cree que es ninfómana, pero se ama más a ella misma que al sexo. Tiene dignidad y respeto por su cuerpo.

Le dará otra oportunidad, si quiere estar con ella debe ganarse su confianza, de lo contrario que se vaya por donde vino.

Así que a la mañana siguiente como forma de disculpa, Alexander envió a su casa, no flores, no joyas, sino pasteles y su comida favorita. Pero tampoco de esa manera la convencerá. ¿Un bebé, enserio? Duda que vuelva a embarazarse de nuevo. Seria un milagro si pasará, pero no le gustaría ser madre en una relación tóxica, sabe que al bebé no le faltará nada, tendrá dinero y quizá sea hasta un rey, pero necesita saber si esta vez si tendrá un papá.

—Un mensajero de Buckingham dejó esto en la puerta — Ishaq dejó un par de cajas en el suelo de su recibidor — ¿Sabes quién pudo enviarlas? —

Claro que lo sabe.

— No — mintió. Dejó el recipiente de palomitas en la mesa de la sala donde se supone que verían una buena película de terror  — ¿El mensajero dijo quién lo envió? —

— No — su novio abrió las cajas y sonrió cuando levanto su rostro de nuevo — Solo son libros de medicina, quizá los envió la reina —

Vanessa se agachó  para buscar entre los libros guardados. Creyó que serían simples libros de medicina hasta que en uno de ellos leyó la dedicatoria que Alexander le había dejado. Así que su novio le agradece a la reina por haberlos enviado, y ella le agradece al príncipe por haberlos guardado en su casa por tres años. Se mordió el labio, pensó que sus cosas terminarían en la basura del palacio, al igual que las otras chicas, pero todos sus libros están aquí otra vez con ella.

— ¿Ya está todo listo para ver la película? El terror no es mi género favorito, pero solo me perdonaras si la veo, ¿verdad? —  Ishaq le sonrió desde la sala con un par de sodas en las manos.

— Si, quiero verte sufrir solo un poco — 

Vanessa tomó asiento en el sillón junto a su novio y recargó la cabeza en su pecho para sentirlo cerca. Le gusta oír los latidos de su corazón. Así que cuando la película empezó y al sentirlo estremecer cuando se asusta, se ríe junto a su pecho. Está es su noche perfecta, juntos y lejos del trabajo. Justo cuando la película estaba en su clímax, Ishaq la alejó despacio, con suavidad para ponerse en pie.

— Lo siento, Vane, necesito contestar la llamada — Comió más palomitas y se arropó en su gran suéter sin despegar la vista de su novio, detuvo la pelicula cuando tardó en regresar, Ishaq pasa las manos por su cabello y habla en su idioma que ella no puede entender —  Asesinaron a mi hermano — 

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora