Capitulo 59

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Vanessa

— ¡Esperen! No se me acerquen. ¡Necesito respirar! — Dijo Vanessa a todos los sirvientes que tratan de tomarla. Agachó la cabeza mientras deja pasar el dolor y sonrío ampliamente. No mintió cuando dijo que nada arruinaría este día. Soltó un par de carcajadas divertidas — No se asusten, solo fue un pequeño dolor, así son las gemelas. No nacerá nadie —

Pero sin duda ese maldito vestido está arruinando su vida.

— No creo que sea seguro seguir con la coronación — dijo Benjamin tratando de ayudarla. Por dios no esta enferma, solo las mujeres embarazadas podrán entenderla, los bebés a veces hacen malas bromas a sus mamás
Esas gemelas son unas traviesas — Puedo llamar al medico de la Corona... —

— No. Terminemos con la coronación de una vez. No quiero hacer enojar  más a Alexander —

Acomodo su cabello para dejarlo perfecto, tomó una gran respiración,  mostró una amplia sonrisa y caminó de nuevo hacía la sala de la coronación. No quiere decirle a los asesores que esta aterrorizada si otro dolor le vuelve a dar, podría quedarse ahí en medio de todos, pero confía en que sus gemelas no la asusten de nuevo.

Hoy no pueden molestar a mamá

Ese terrible susto hizo que perdiera los nervios. Solo quiere que este evento termine de una vez, es hermoso, el lugar es resplandeciente y es encantador ser de la realeza, pero daría todo por estar lejos de aquí con sus bebés. Trata de no ver a ninguno de los invitados, dicen quererla pero sus sonrisas son falsas como todos los miembros de la realeza, incluso miró por un momento a Alise, esta segura que la odia de por vida, no puede culparla, le quito vilmente a Alexander y a la Corona.

Se acerca al trono temerosa de que sus zapatillas no se atoren en el vestido, recuerda las cientas de veces que le rogó a Alexander no hacer este paso, daña sus principios feministas y liberales, no quería rendirle sumisión, pero aquí esta, arrodillandose delante del rey para tener la corona, si, si, todos creran que es sumisa y que seguirá las reglas de la realeza, Alexander es el rey, pero en casa, ella es la que manda y de eso no hay duda. 

— ¡¿Que demonios te pasa?! Casi arruinas la coronación — Dice Alexander en su oido disimuladamente cuando se inclina sobre ella. Esta furioso, quiza porque su querida doctora lo iba a meter en problemas de nuevo, arruinar una coronacion es algo horrible — Creí que saldrías corriendo de nuevo, iba a ir por ti a la fuerza —

— No me pasa nada. Solo fue un pequeño dolor, claro, si el embarazado fueras tú, lo entenderías  — estar arrodillada y embarazada no es algo agradable, el peso de las gemelas y las joyas hacen que se tambalee, se sostuvo de la estructura de oro — Vamos, no pares, necesito que ya terminé esta coronación —

— Tú me vas a volver loco —

Alexander no dijo nada más. Escuchó un par de palabras de los asesores, pero Vanessa no puede alejar la vista de él, es tan apuesto que no le importa lo enfadado que esté o que posiblemente la regañe despues del evento como si fuera una niña. Ahí de pie, es el autentico rey de Inglaterra, nunca lo había visto de esa manera, tan autoritario y sin emoción alguna en el rostro, frio, duro y calculador al mirar la Corona entre sus manos. 

No deberia de pensar de esa manera, menos aun en su coronacion, pero si no fuera por los invitados se abría arrojado a sus brazos, así como lo hacía en los ensayos y lo besaria hasta que le faltará el aire o hasta que uno de sus hijos fueran a separarlos. Pero al ver sus ojos azules, recuerda todos los momentos que vivió  y la muchas ocasiones que estuvo a punto de dejarlo, fue una mierda con ella y de eso no hay duda, cambio, pero aún así quiso dejarlo, sin embargo ese hilo rojo invisible siempre los unió, quizá estaba destinada a ser reina mucho antes de que naciera. 

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora