Vanessa
— ¡¿Como se supone que vamos a entrar ahí?! — Vanessa esta desesperada, no puede dejar de caminar de un lado a otro, se pasa las manos por el cabello o se sujeta el estómago como si fuera a vomitar, porque esta terriblemente nerviosa — ¡Yo no puedo entrar al hospital así, yo necesito saber como esta Alexander! ¡Mira el hospital Barbara es horrible! —
— Tienes razón, jamás sabrás lo que pasa con Alexander, ¡Diablos esos malditos reporteros! Ven, antes de que te tomen fotos llorando como una magdalena —
Barbara la tomó de la mano y la llevo caminando lejos de la entrada principal del hospital, la lleva como si fuera una niña pequeña que está perdida en su casa, porque Vanessa conoce todo el hospital de memoria, vamos, podría llegar a su consultorio con los ojos cerrados, pero ahora, se siente perdida y ajena de todo, es como si estuviera dentro de una pesadilla, camina por los pasillos con su amiga tomada de la mano y no sabe donde está.
— ¡¿Donde vamos?! Tengo que regresar
— ¿Ser la reina y quedarte con las manos cruzadas? No tengas miedo. Ya casi llegamos —
No puedo decir nada más, tiene la garganta seca y el rostro lleno de lágrimas. ¿Las enfermeras que dirán de ella? ¿Que es una tonta llorona? Pues si, porque no puede olvidar el rostro asustado de sus hijos cuando tuvo que dejarlos en Kensington con su madre. Los cinco pensando lo peor al ver el auto de su papá destrozado. Ningún niño debería de darse cuenta si su padre murió por televisión, es horrible de todas las formas posibles.
— ¡¿Donde está la reina?! — preguntan los guardias de Alexander.
Le gustaría decir que esta ahí, junto a ellos en el hospital, pero no puede ir así, diablos, apenas y puede abrir los porque los tiene llenos de lagrimas, apenas y puede sostenerse en pie porque sus piernas tiemblan cada vez que piesa lo peor. ¿Y si le pasa lo mismo que a Ishaq? Eso no pude ser posible, no puede dejarla sola, con cinco niños esperando verlo en unas horas. No es que se quede desamparada y sin dinero, podría mantener que sus hijos sola, pero.... necesita de Alexander, lo necesita todo el tiempo, aunque la haga llorar y se enoje con el todo el tiempo, no le importa que arruine su maquillaje o que de repente la tome por la cintura y se encierren en la biblioteca.
— ¿Donde estamos? — preguntó desorientada sin saber dónde están. Barbara sonrió de lado y comenzó a desabrochar su vestido, Vanessa de inmediato se alejó — ¡¿Que haces?¡ —
— ¿Que crees? Te voy a vestir de interna. ¿Enserio crees que te dejaran entrar al área médica vestida así? Tú pusiste las reglas, tienes que cumplirlas. — la obligó a quitarse el ligero vestido para cambiarlo por esa ropa azul que no le gusta, cubrió la mitad de su rostro con el cubrebocas — Jamás te dejaran atender a Alexander, eres su esposa y no puedes ser su doctora, pero si eres una simple interna puedes hacer lo que quieras. Ya estás lista, pareces toda una novata de medicina, ven y busca a tu rey. ¡Vamos interna! —
Vanessa rodó los ojos y salió de los vestidores aún un poco confundida. Jamás pensó que tendría que cambiarse de esta manera, ella es ala reina de neurocirugía, no tendría que vestirse así como una interna que limpia vómitos, pero también es la reina de Inglaterra y eso es más complicado. Si Vanessa fuera con los guardias de Alexander, jamás la dejarían verlo, menos aún si esta herido, casi suelta un quejido doloso solo de pensarlo. Tendría que esperarse horas y más horas en la sala de espera hasta que vea a uno de sus compañeros salir y traerle noticias, no puede quedarse con los brazos cruzados esperando. Si esta herido, ella hará la cirugía así sea lo último que haga.
Vanessa tuvo que apagar su celular, de seguro Helena está llorando dramáticamente y lo único que sabe usar del celular es hacer llamadas sin parar. Pero no puede contestarle, porque si lo hace no podrá soportar más tiempo las lagrimas y tendrá que dejar salir esa opresión en el pecho.

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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...