Éste es el final...

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Alexander

— Despedi a Sheppard del hospital — Dijo esa voz melancolía a su espalda — Se supone que él cuidaría de mi hospital por mi baja de maternidad que apenas comenzó el día de hoy y acabó de despedirlo por las tonterías qué dijo en la cena —

Alexander se dio la media vuelta al escucharla mientras firma un par de documentos y atiende las preguntas de los asesores al mismo tiempo, aún así no despega la mirada de esa joven doctora de ropa juvenil con rostro melancólico, otro disgusto para sus asesores porqué ella no está vestida adecuadamente cómo la madre de los herederos, Alexander ya sabe que le darán un largo sermón de lo mucho que la tiene que controlar, de lo estricto que debe ser con su esposa y literalmente obligarla a vestirse recatadamente, pero le   gusta verla así, y peor aún, le gusta verla desnuda.

— ¿Estas llorando por ese medico? — preguntó tratando de ocultar ese enojo en su voz.

— No, no estoy llorando por él — Pero la conoce tan bien que sólo necesitó levantar la mirada para verla y hacerla llorar cómo sí él fuera el culpable de sus lágrimas,  su cuarentena apenas comenzó y el movimiento de hormonas la tiene tan sensible que podría hacerla llorar por cualquier cosa, porque esa doctora apenas puede hablar por culpa de llorar con tanto sentimiento — ¡Si estoy llorando por eso! Puede que sea un idiota y es una mierda cuándo habla tonterías, pero es mi amigo, y es el mejor jodido neurocirujano de toda Inglaterra, pero él no me preocupa tanto, sino los pacientes que dejó en el hospital, hay personas que deben ser atendidas de inmediato y los acabó de dejar sin su médico —

Los doctores y sus dramas...

Alexander alejó a sus asesores con una mirada, dejó de lado esos importantes documentos y se acercó rápidamente hasta esa doctora con el rostro llenó de lágrimas. Le gustaría decir que entiende sus dramas médicos, pero la verdad es qué no, mucho menos comparte su dolor porqué él desde hace meses esperaba que despidiera a ese tal Sheppard, pero quizá si pueda contentarla.

La vio recostarse en la cama del rey dejando el portabebé de los bebés a su lado para esconder   su rostro entre las finas almohadas.

— No creo que algún paciente se muera y si lo hacen no es tu culpa, además sólo es un simple medico — Dijo con voz lenta — Si quieres puedo pagarle a otro médico, qué sea mujer esta vez, para que te ayude con los pacientes antes de que crean qué eres una doctora asesina

La voz de Vanessa sonó agitada y ahogada entre las almohadas porque escuchar la palabra asesina la hizo llorar más.

— De verdad no me estás ayudando con esto Alex, por mi culpa se morirán esas personas y todo porque estoy en cuarentena por el embarazo, ¡Soy una pésima doctora! —

Alexander se recostó en la cama con la mirada de los asesores puesta sobre él, aquí hay dos posibilidades, puede que piensen que es un flojo que prefiere dormir antes de entender a todos en el parlamento o que quiere hacer cosas pervertidas con su esposa, de todos modos ellos ya saben que si la puerta de su habitación está cerrada no deben molestarlos en sus asuntos carnales, claro, esa es una regla que los niños no entienden.

Suspiró tratando de encontrar unas buenas palabras para solucionar ese llanto, así que se acostó cerca de ella tratando de ver ese rostro oculto entre las almohadas. Él era bueno solucionando los problemas de sus ex amantes, los solucionaba con dinero, joyas y autos nuevos, pero esté caso es toda una odisea.

— Dios, estoy apunto de decir una estupidez, de verdad no quiero arrepentirme de esto, pero necesitas estar tranquila en está cuarentena y si Sheppard es tan buen médico, llámalo y dile que regresé al hospital — Alexander se dejó caer entre las almohadas acariciando los mechones rubios de cabello de esa doctora — Pero esta vez que misma tienes qué dejarle las cosas claras, yo podré darle miles de puñetazos, pero síno le pones un alto el jamás dejará de buscarte, está vez tienes que hacer qué entienda que no estás disponible para él —

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora