Vanessa
— Alex ¿Alguna vez te he dicho lo bien que se te ve ese tatuaje en el pecho? — Vanessa soltó una fuerte risa mientras pasa sus dedos por las letras negras que lucen sobre el dorado pecho de Alexander — Yo creo que deberías de hacerte otro, es bastante sexy —
— ¡No! —
Vanessa volvió a soltar una risa divertida cuando las manos de Alexander sube lentamente por sus piernas hasta llegar a su cintura. A su novio, porque así le dice, detesta decirle esposo, le encanta que se siente sobre él y sean como dos adolescentes en medio de la noche. Además, Alexander dice que sus senos lucen más si esta sobre el, quizá tenga razón. Vanessa miró de reojo a las gemelas, duermen en el otro extremo se la cama, con mucho peluches al rededor para que no vea lo que hacen sus papás y ahora que los trillizos aceptaron dormir en sus propias habitaciones, sus noches son más divertidas y sin tantos sustos como eran antes.
— Entonces tendré que hacerte enojar de nuevo, emborracharte hasta hacerte perder la conciencia y llevarte a rastras para hacerte un nuevo tatuaje —
— Intentalo, ya veremos si puedes hacerme perder la conciencia, pero no lo creo — Alexander la tomo de la cintura para ponerla debajo de él para esconder su cabeza en su cuello y hacerla reír cuando besa ese punto sensible que la hace temblar, pero los dos se quedaron callados cuando escucharon los balbuceos de las gemelas — No puedo tener sexo con ellas despiertas, y por tu culpa... —
— ¿Mía? — pregunto Vanessa después de enredar sus piernas alrededor de Alexander
— Si, tuya, por tu culpa siempre llego tarde al parlamento y sabes que los ingleses odiamos la impuntualidad, todo porque Ana Bolena o Elizabeth tienen hambre en plena madrugada—
— ¡Que la bebé no se va a llamar así! Se va a llamar Adele y punto final. — Vanessa le dio un fuerte beso en la mejilla — Te recuerdo que tu no eres totalmente ingles, por ahí tienes una parte alemana, así que tienes todo el derecho de llegar tarde y más si quiero que me lleves a comprar comida en plena madrugada. —
— ¿Sabes que? Esto es aún mil veces peor, nuestra envoltura es algo extraño, sino es porque Christian habla en Inglés, Andre en alemán y Helena, quien será la reina ¡Canta en español! — Alexander suspiro y dejo caer su cabeza sobre el pecho de Vanessa — De verdad tienes que dejar de hablarles en español, son como pequeños extraterrestres en Buckingham ¡Nadie les entiende! —
Vanessa sonrió ampliamente y lo tomo de ese rubio cabello para darle un sonoro beso antes de que ese pase de gemelas se despierte y no los deje estar juntos y tambine para callarlo. Es latina, no va a enseñarle japonés a sus hijos, si quieren hablar español esta bien, quizá es más divertido que el Inglés refinado que se habla en el palacio. Vanessa pasó sus manos al rededor del cuello de Alexander para sentirlo más cerca y cuando sintió sus manos en su espalda listo para desabrochar su sostén, se alegró muchísimo porque esta noche si tendrían sexo.
Alexander arrojó el sosten lejos de la cama para tener libre acceso a ese par de pecho tan blancos como la nieve. Vanessa jamás acostumbra abrir los ojos cuando la están besando, es como quitarle la magia a un cuanto, pero esta vez lo hizo y de inmediato alejó a Alexander de ella y se cubrió el pecho con un peluche de las gemelas cuando vio al más pequeño de los trillizos de pie junto a la cama.
— ¡Demonios! — dijo Alexander en voz baja mientras se pasa las manos por el cabello. — ¿Olvidaste cerrar la puerta con seguro? —
— Ese es el oso de las gemelas — Andre se acercó y tomó asiento junto a la cama — ¿Mami no tienes frío? —
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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...