Juegos Pervertidos

14.8K 1K 418
                                    

Vanessa

— Hagamos algo divertido — Vanessa dio un pequeño brinco llena de miedo, hasta dejo caer su chaqueta y Alexander la tomó de la mano para llevarla de nuevo a la habitación — ¿Que haces aquí en el pasillo? ¡Que vengas te digo, nos vamos a divertir!

Vanessa soltó un suspiró y dejó que Alexander la llevara de nuevo a la habitación, ahí mismo donde los niños están dormidos, la sentó en el sillón y se aseguró de cerrar la puerta. Vanessa se resignó por completo, era su momento perfecto, eran los únicos minutos que tenía para salir corriendo del palacio y asegurarse de como está su hospital, incluso se preocupa por aquellos internos que quedaron vivos. Tiene tantas ganas de salir del palacio que en cuanto vio que Alexander estaba hablando con sus asesores creyó que era su momento y se vio opacado por que Alexander si la vio, la detuvo y ahora esta aquí junto a ella en la sillón.

Le gusta que Alexander la cuide, pero lo hace a tal extremo que no la pierde de vista ni un solo segundo, no está sola ni un minuto porque su querido esposo la está cuidando para que no se escape del palacio. Vanessa dejó su mal humor a un lado y miró a Alexander, ese hombre que antes era un mujeriego, ahora está sentado junto a ella con esa mirada divertida, con la camisa entreabierta y con la mirada perdida entre preocupación y amor, luce tan atractivo que Vanessa no pudo evitar alargar su mano y acariciar su cabello rubio.

— ¿Que quieres hacer Alexander? — preguntó Vanessa cruzándose de brazos, tampoco quiere hablar fuerte porque los niños están dormidos y no quiere que se despierten.

Pero Alexander destapó una botella de vino y la bebió toda de un trago, fue tan impactante verlo que Vanessa abrió la boca y lo miró con asombro. Alexander jamás toma de esa manera, siempre usa copas y bebe pequeños tragos, pero está vez dejó la botella con un suave golpe sobre la mesilla y la miró con una amplia sonrisa, llena de perversión y deseo. La miro tan profundamente que sus ojos azules brillan de emoción y cuando se le acercó suavemente, pensó que la besaria, pero con esa perversión sabe que ese beso llegará a más: a sexo.

— Alex... los niños están aquí — dijo Vanessa con voz temblorosa, pero Alexander se burló de ella.

— Vamos a jugar a preguntas pervertida — Vanessa frunció el ceño confundida porque Alexander parece más borracho que nada, pero aún así le siguió el juego — ¿Tuviste sexo con Ishaq? —

Vanessa casi se ahoga con su propia risa al ver a Alexander con un sonrisa y con la mirada celosa, jamás en toda su vida Alexander le había preguntado sobre su vida sexual pasada, jamás le había preguntado nada de eso.

— No, no tuve nada con Ishaq — mintió esperando que esa perversión se vaya de Alexander, tampoco quiere verlo en un ataque de celos.

— Pues yo si tuve sexo con Camile —

Vanessa lo fulminó con la mirada, pero Alexander parece no tomarlo en enserio, como un juego pervertido y ella no saldrá perdiendo por los celos, aquí se decidirá quien es él más depravado sexual de los dos.

— Pues yo si tuve muchísimo sexo con Ishaq, sexo en la cocina, en la sala y hasta en la jodida calle — Vanessa tembló al recodar aquello — Queríamos un bebé, así que debíamos practicar mucho —

Alexander quitó esa sonrisa burlona del rostro y ahora fue él quien la fulminó con la mirada, pero Vanessa se carcajeo y lo tomó de las mejillas para besarlo y hacerle olvidar esa escena de celos que él mismo se buscó.

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora