Capitulo 31

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Alexander

— Alteza necesitó hablar con usted — la urgencia de la voz del médico lo obligó a dejar de lado a las dos damas. — Es urgente —

Alexander levantó la mirada con desdén y arrogancia. Esta cansado de atender a cientos de personas que tratan de hablar sobre su boda. Tiene una amplia sonrisa en el rostro, no porque este feliz sino porque el alcohol es el causante, las botellas vacías sobre la mesa son la prueba de que paso una noche divertida. No quiere prestarle atención pero no lo deja en paz para jugar con las damas. Esta ahí de pie junto a la puerta entre las prendas de ropa femeninas regadas por el piso. Las damas ríen junto junto a su oído en el sillón y pasan las manos por su pecho de forma descarada frente al médico.

—Es mi despedida de soltero, ni siquiera mi prometida me puede molestar. Y tu estas aquí interrumpiéndome ¿Porque tendría que escucharte? — tomó un gran sorbo de la botella de champagne. Su médico pasó saliva nervioso cuando la damas juguetonas rieron fuertemente. Pero a Alexander no le da pena que lo vean así, es el rey, está en su palacio y puede hacer lo que quiera con las mujeres que quiera.

— Le importa mucho, pero es mejor que hablemos en privado — dijo su médico mirándo de arriba a bajo a las damas que solo están en ropa interior —  Puedo volver más tarde, cuando este solo —

— Dime de una vez lo que quieres, estoy bastante ocupado — tomó a la rubia de la barbilla y la beso apasionadamente, soltó un gemido cuando la otra dama dejo un rasguño en su pecho — Mis chicas saben guardar secretos ¿verdad? —

— Me entregaron unos exámenes médicos de la señorita Vanessa — contestó rápido su medico. — Creo que necesita verlos —

Se puso en pie tambaleante y tomó una nueva botella de champagne. Al abrirla su contenido se derramó por el piso como una fuente. Quiere perder la conciencia hasta unas horas antes de ir al altar.

— Ve y entregalos a su casa. ¿Porque tiene que importarme? Vanessa ya no es nadie en el palacio — le dio la espalda para servirse en un vaso y también ocultar el nerviosismo en su rostro — ¿Tiene alguna enfermedad terminal? ¿Me contagió algo? —

— No, Alteza ella esta bien. Pero debe saber esto antes de su boda, Creo que es lo correcto — 

Alexander lo miró a los ojos, su doctor no bromea y entendió que esas mujeres no podía escuchar lo que estaba a punto de decirle. Las dos lo esperan semidesnudas en el sillón, fueron una gran distracción, pero nada mas. Con voz autoritaria les hablo.

— Salgan de la habitación — tenían sus rostros tristes al levantar su ropa del piso y cuando cerraron la puerta, se recargó en el alféizar de la ventana pasando las manos por su cabello — Si tanto le preocupa díselo a Vanessa o espera, puedes decirle a su prometido, no a mi. Por cierto, borra todo el registro que tengas de ella. Ya no es bienvenida en el palacio y espero que sea la ultima vez que me hables de ella, no quiero que la menciones... —

— Esta embarazada — su medico lo interrumpió con voz baja. Sonrió de lado al pensar que no había escuchado bien.

— ¿Que dijiste? — preguntó con curiosidad y temor en la voz.

— La doctora está embarazada de usted majestad — su médico abrió su maletín y se acerco para darle un par de papeles — Son los exámenes de sangre que se hicieron antes de ir a su viaje en África. Esta mañana los revise y me di cuenta de su embarazo —

— Ella no mencionó ningún embarazo. Es imposible que este embarazada y no me haya dicho nada. No me haría eso de nuevo —  se siente mareado por la noticia, quizá, incluso un poco asustado. Recordó cada momento que paso con ella, pero en ninguno de ellos Vanessa mostró un síntoma de embarazo, ni náuseas, ni gustos de comida raros. Se veía tan normal.

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora