Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]

Pruebas mortales de embarazo

Alexander

Alexander jamás había gastado tanto dinero en una fiesta, claro que lo hizo en las fiestas de los trillizos, pero esas son fiestas de niños, está que tiene delante de él es una simple fiesta de bebés, no pensaban hacer nada grande, porque bueno, a final de cuentas son unas bebés que no entienden lo que pasa a su alrededor, anteriormente a Bella y a las gemelas las celebraban con un simple pastel en él palacio, pero esas tres bebés fueron las únicas que no se burlaron de él cuando el picante casi lo hace mierda y casi se muere, porque eso sintió Alexander, realmente pensó que se moriría, sin duda jamás en toda su jodida vida volverá a comer esos malditos tacos, tenía la cara roja por el picante  y Vanessa y los niños se morían de risa, eso lo hizo enojar tanto que se propuso hacer la mejor fiesta de cumpleaños para esas bonitas gemelas y su pequeña bebé que no le dieron a comer esos tacos. 

A los niños ya los castigó obligándolos a comer verduras mientras miraban una película de terror con él, ¿Pero qué hará con Vanessa? Bueno ya pensará algo cuando acabe la fiesta, ahora mismo tiene su atención puesta en todo lo que su dinero pudo comprar, se supone que solo serían máximo 10 invitados y los jardines del castillo de Windsor estan llenos de invitados, toda la decoración es de color rosa, hay pastelillos de todos los sabores y parece ser más fiesta de los trillizos que de las pobres bebés, porque esos tres rubios de mejillas rozadas parecen ser los cumpleañeros, los invitados tambien les dejan regalos, pero se ve tan lindos  jamás podría enojarse con ellos por haberle regalado una cena con mucho picante 

—¿Quieres que te ayude con las bebés? — 

Alexander giró su rostro al escuchar esa voz femenina, quiza por la cantidad de invitados no pudo escuchar bien la voz femenina, resulta que para todos los invitados es bastante cómico hablarle al mismo tiempo, Alexander ya esta acostumbrado a eso, en relidad no pensaba hacer caso porque de seguro es otro persona que quiere interrumpirlo en su momento de conexión con sus hijas, porque las gemelas regordetas balbucean un par de cosas y Bella se aferra a su camisa como si tuviera miedo de que la dejará caer, jamás dejaría caer a esa pequeña bebé. 

— Ven, dame a Bella porqué necesita comer y alejarse del frío — Alexander abrió mucho los ojos y las gemelas al momento quisieron irse con su mamá, batieron sus pequeñas manitas mientras dicen mamá y casi se arrojaron a su pecho, las gemelas se abrazaron a su mamá y Bella se aferró a los tirantes del vestido mientras Vanessa solto una carcajada al verlas a así — ¿Así que te gusta ser él único rey con sus bebés en brazos? — 

Pero Alexander está hechizado, no puede dejar de ver a esa bonita docora delante de él, luce diferente, quiza es ese vestido floreado que se amolda a su cuerpo, puede que sean las zapatillas de tacon que hacen ver sus piernas largas y esbeltas, Alexander alargó su mano y pasos sus dedos por esos delicados rizos rubios que llegan hasta la mitad de su espalda cubriendo la piel expuesta, Alexander bajó poco a poco su mano hasta dejarla en esas atractivas caderas, pero cuando se acercó con la excusa de limpiar el chocolate de la boquita de las gemelas, ahí es cuando se dio cuenta de ese perfume esa tan delicioso que lo obligó a besar el cuello de Vanessa y posar sus labios ahí haciendo reir a Vanessa, pero es que huele tan jodidamente delicioso que no puede estar alejado de ella y Alexander la miró a los ojos olvidando todo a su alrededdor 

Es como si ese perfume fuera afrodisíaco y despertará sus peores fantasías, aquí en medio de esta fiesta infantil.

— ¿Te ves muy sexy, lo sabes? — Sabe que todo el mundo lo está viendo, pero es imposible que dejé de darle besos a Vanessa, porqué ese perfume despertó sus instintos más básicos de hombre —¿Podemos dejar a los niños con las nanas aunque sea una hora?  —