Vídeos XXX

11.8K 1K 504
                                    

Alexander

— Yo sigo creyendo que esa bebé no es nuestra ¡Mira su cabello es más rojo que una manzana! — Alexander caminó de un lado por la habitación real, se paso las manos por el cabello y se detuvo de repente para hablar sorprendiendo hasta a las enfermeras — ¿De verdad no me engañaste con alguien más? No se ¿Te gusto algún médico? Puede que lo hayas llevado al cuarto del amor en el hospital, si me lo dices no me enojare, bueno, si me pondré muy furioso pero necesitó saberlo ¿Paso algo Vane? —

Claro que si está nervioso mientras espera la respuesta, puede que hasta se esté comportando cómo un idiota  porqué así es cómo se siente cuándo hasta las enfermeras lo miraron de reojo, pero se sintió peor cuándo Vanessa lo miró fijamente, incluso con algo de dolor, pero si ella está asustada, él está aterrado.

¿Y si le contesta que sí paso algo?

Definitivamente se pondrá histerico si la respuesta es un ,  aunque dentro de él sabe qué es imposible que lo engañara porqué confía mucho en ella, además, ningún medico se atrevería a acercarse a la reina porqué saben las consecuencias de molestar a la esposa del rey, aunque esa tal Sheppard es un descarado que siempre hace sonrojar a su esposa, también está William, su fiel abogado, pero no, él está descartado.  Todo indica que sus miedos son falsos o son causados por él alcohol, pero cuándo levantó la mirada y vio el cabello de la bebé, volvió a sentirse mal

Vanessa sonrió maleficamente, sus ojos se llenaron de ese brillo maligno, aunque la pobre parece qué estaba bien, sus mejillas se volvieron a poner rojas de dolor, parece una muñeca diabólica

— Ven Alex, te lo diré en secreto, acércate guapo — Alexander tomó asiento a su lado en la cama, los otros bebés y los niños ya no están porqué su demoniaca suegra se los llevó a la habitación continúa, la única que queda es esa bebé pelirroja qué es él centro de la disputa, por un momento pensó que Vanessa lo besaria, pero lo agarró fuertemente de la camisa llena de coraje — ¡Deja de decir que la bebé no es tuya, porqué que la niña tiene toda tú cara! Además, estás diciendo tonterías, te perdonó solo porqué estás demasiado borracho. Ahora hazte cargo de tú bendición, abraza a tú hija —

Alexander apenas alcanzó a tomar en brazos a la bebé, es tan pequeña que se  metió el dedito a la boca y se acurruco entré su camisa, ya cómo si fuera una consentida.

— No estoy borracho — Contestó de inmediato — Sólo estoy sorprendido y hasta asustado por tantos hijos —

Vanessa soltó una risa que al final se convirtió en llanto, no por lo que él le dijo, porque de seguro escucha cosas peores de sus pacientes, está llorando  porqué algo le duele demasiado.

— Claro que estás borracho, te conozco, lo se porqué tus mejillas se vuelven tan rojas como él cabello de la bebé y siempre tienes esa mirada de pervertido — Dijo Vanessa aferrandose a las sábanas de la cama — Si es eso, tienes la mirada entre enamorado y un hombre que sabe que gastará muchas libras en pañales de bebé —

Frunció el ceño cuándo escuchó el lloriqueo de todos los niños en la habitación continua, incluso puede escuchar a su suegra y a las nanas vueltas locas, qué bueno niños.

— Lo siento Vane, pero yo aún sigo pensando que las enfermeras se equivocaron de bebé —

— ¡¿Cómo van a equivocarse Alexander?! La única mujer que está dando a luz en el palacio soy yo — Vanessa tiene las mejillas rojas y los ojos llenos de coraje — La bebé es tuya, eres un tonto no quieres darte cuenta

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora