Vanessa
— ¡Feliz cumpleaños querida! — Vanessa se cubrió la cara con las sabanas al ver entrar a su sonriente amiga en su habitación — ¿Que se siente estar embarazada y cumplir 26 años? Debe ser divertido —
— Se siente muy bien, la verdad — se recargó sobre sus codos para ver a su amiga. El embarazo es cada vez más difícil — Pero seria mejor si me dejarás dormir —
Resoplo haciendo levantar su cabello y se resignó a ver a Barbara empujar a sus sirvientes para caminar hasta la cama. Le gustan estos momentos de paz, donde se siente como cualquier otra chica y no como la esposa aún no oficial del rey.
Además, a tratado de olvidar la conversación que tuvo con la madre de Alexander, el esta tan diferente, tan cariñoso y pendiente de los bebés, que esta comenzando a creer que esa mujer es una sucia arpía que quería separarlos y nada más que eso. No dejará al hombre que ama por una tontería. Incluso la camisa que lleva puesta es de él, así que dejarlo es algo imposible.
— ¿Que piensas hacer en tú cumpleaños? — los sirvientes miran a su amiga como si estuviera loca cuando se recostó a un lado de ella. Aún no es la reina, así que puede hacer lo que quiera. Por un momento miro el techo de su habitación, así de la misma manera en que lo hace cuando tiene sexo con Alexander, esas pinturas son hermosas.
— Nada, no pienso hacer nada — con dificultad tomo asiento en la cama. Su estomago duele horriblemente — ¡Mirame Barbara! Ni siquiera puedo respirar bien. Aun menos podría salir de fiesta —
— Si, tienes razón, luces como un globo a punto se explotar — Barbara sonrió ampliamente. Bajó la vista que su vientre, solo quiere tener en sus brazos a sus bebés, pero pensar en el parto le ha quitado el sueño mucha noches — Te aseguro que ni siquiera has visto el regalo de Alexander por estar en la cama —
— ¿Que regalo? El no ha estado aqui. Me habría dicho — replico rápidamente
— Por favor abran las cortinas — pidió Barbara a los sirvientes. El sol dañó sus ojos un momento — El estuvo aquí desde temprano. Entró a tu habitación y no te diste cuenta por estar dormida. Haz estado actuando muy extraño. Ven acércate a la ventana —
Se sostuvo de la cama para ponerse en pie y sonrió al acercarse a la ventana. Trato de mirar lo más cerca posible, pero su estómago no le deja acercarse demasiado, aún así pudo ver el lujoso auto que espera afuera del palacio. Gris, delicado y perfecto. Joder, se mordió el labio contenta. Cada día está más enamora. Desde el día que acepto casarse con el, ni siquiera se ha quitado el anillo para tomar una ducha.
— ¿Porque no me despertó? — se arregló la pijama y empezó a caminar para salir del palacio. Los sirvientes la tratan como si ya fuera reina.
— Tú, amiga, estas actuando muy raro. Quiero creer que es por el embarazo o porque estas muy ocupada decorando el cuarto de los bebes. Pero he notado que no dejas que él se acerque —
Bajó las escaleras con dificultad y se detuvo un momento para tomar aire. Ya no quiere estar embarazada, es horrible. Quiere tener su cuerpo ligero y sus bonitas curvas de nuevo. Si, esta segura que después de tener a sus bebés, le pedirá a Alexander que su luna de miel sea en una isla perdida.
— Eso no es cierto, Alexander viene todos los días a verme. Estoy estúpidamente enamorada, claro que quiero que me toque — paso las manos por su vientre al sentir un poco de dolor — Ahora mismo no soy la chica bonita que llamaba la atención en todo momento. Estoy gorda y siento que en cualquier momento un par de pequeñas sandías saldrán por mis piernas, me siento horrible —
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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...