Alexander
La sonrisa de Andre fue lo mejor que pudo comprar.
Alexander sonrió como un loco orgulloso al ver feliz a su bebé. Prefiere que todos digan que es un hombre presumido por gastar millones de libras en un simple caballo, a que digan que es un rey sin dinero y que no regala nada a sus hijos. No, de él no van a hablar mal y menos cuando su propio hijo, el más pequeño de los trillizos cree que es pobre.
¡Que ironía!
Sabe que escaparse unas horas de sus obligaciones en el parlamento y hacer enojar a los políticos ingleses para estar con unos de sus trillizos fue su mejor decisión. Es el mejor caballo que un rey puede comprar para un regalo de cumpleaños, porque la sonrisa de Andre fue grandiosa. Se supone que hoy es el cumpleaños de los trillizos, claro que tiene los excéntricos regalos para Helena y de Christian, pero Andre quería su caballo y Alexander esta feliz porque por fin le hizo entender a su hijo que no son pobres.
- Gracias papi - Andre acaricio delicadamente a su caballo - ¡Es el mejor regalo que he tenido en toda mi vida! -
- ¿Ya sabes como vas a nombrar a tu caballo? - tomó a Andre de la cintura y lo bajo del caballo, ese pobre animal no tendrá descanso en un par de días - Todos los caballos de la monarquía tienen un nombre especial. Por ejemplo el mío se llama duque -
Andre se cubrió el rostro del sol e hizo esa mueca graciosa que también hace Vanessa cuando no sabe que decir. Es tan parecido a ella que a veces le asusta. Listo, serio, divertido y raro, es como si hablara con su propia esposa todo el tiempo.
Alexander jamás se había preocupado tanto por algo hasta que tuvo hijos. Desde cambiar el pañal, no olvidar contar cuentos, no hacerlos llorar, darles de comer y dormir a sus gemelas, pero sobre todo más por esté trillizo. Esta seguro que Andre piensa que al no ser heredero a la Corona, no le pone atención, pero es el niño al que más mira, lo hace todo el tiempo desde que su hijo no quiere pasar tiempo en el palacio y pasa todas sus tardes entre los pasillos del hospital con las enfermeras. Un principe no debe estar en un hospital.
- Ya se como quiero que se llame, a mamá le va a encantar - Andre sonrió mostrando sus dientes de leche, hasta tiene las mejillas sonrrojadas de la emoción - ¡Se va a llamar doctor! -
Alexander casi deja caer su copa de vino que hace unos momentos el sirviente trajo para el. ¿Doctor? ¿Acaso su hijo quiere ser un mundano doctor? Vanessa es neurocirujana, ella a ganado muchos premios y es reconocida, pero Andre, no tendría tiempo para ser doctor, es un príncipe y primero tiene que cuidar de su reino. Definitivamente su hijo tampoco tiene buenos gustos. Tendrá que llevarlo a los lugares más lujosos de Londres.
- Si, doctor es un buen nombre - mintió casi tragándose sus palabras. Dejaron al caballo en las caballerizas de Buckingham. Precisamente el cumpleaños de sus hijos es el mismo día que el cumpleaños de la reina abuela, así que los jardines del palacio están llenos de personas - Pero tú caballo puede tener dos nombres, uno que sea mejor para la realeza, no se quizá, lord, príncipe ¿rey? -
Andre frunció el ceño y sonrió de lado. Alexander está emocionado por saber si logró convencer a su hijo para cambiar el nombre, pero el ruido de risas infantiles y aplausos lo hizo callar. Si, posiblemente todos se están divirtiendo en la rara fiesta de cumpleaños que Helena quiso, todos aquí presentes para recordarle como sus hijos nacieron en su auto.
Unicornios, demasiados unicornios, incluso Helena está vestida como uno de esos animales de colores y Vanessa como también tiene gustos raros, no pudo decirle que no a sus hijos cuando quisieron decorar todos los jardines de Buckingham de cosas para niñitos. Alexanser rodó los ojos al ver la cursi decoración, pero para sus bebés es su mundo de fantasía. Suspiró y se arrodilló delante de su hijo esperando una respuesta.
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Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]
RomanceHan pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Inglaterra quieren tenerlo. Ahora está a unos meses de casarse, pero cuando la corona de Inglaterra cayó...