Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]

Mi pequeña Bella

Nota de la autora.

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA... ¡Dios, perdón por la pequeñita broma! ¡Pero Wattpad no me borro nada! 🤣🤣🤣🤣🤣
Yo solo quería hacerlas sufrir antes del capitulo.

Jajaja perdón por eso, pero es muy divertido ver sus comentarios.

Lo prometido es deuda y aquí esta el nuevo capítulo, espero que les guste tanto como a mi.

¿A dónde creen que se vaya Alexander?

Si yo viviera en Londres lo invitaría a mi casa. ¿Ustedes qué harían?

Ya quiero leer todos sus comentarios

No olviden votar y comentar. 🥰🥰🥰

Alexander

—  La doctora se pondrá furiosa conmigo, solo no le diga a nadie que lo deje entrar a los cuneros Majestad — aquella enfermera le sonrió ampliamente —  ¿Ya sabe cómo se llamará su bebé? —

Alexander no pudo contestar inmediatamente, no puede pronunciar una sola palabra, es como un padre primerizo conociendo a su bebé. Se acercó algo temeroso a los cuneros y la incertidumbre lo carcome por dentro.

No puede negar que conocer a su bebé a escondidas es horrible, debería de ser como los otros padres que llegan con flores y peluches gigantes, Alexander llegó con una flores robadas y lo despreciaron vilmente, llegó un con amplia sonrisa y lo dejaron a fuera de todo peor que a un animal abandonado. Sabe que se equivoco terriblemente y que iba a comerte la peor estupidez de toda su vida, pero él debía estar ahí.

Porque es su bebé, no de ese doctor.

— Se llamará Bella. Es mi pequeña Bella — Alexander sonrío de lado al escuchar el pequeño llanto — ¿Puedo cargarla? —

— Claro, es su hija Alteza —

Alexander asintió y se acercó al cunero para tomar a su bebé. No pudo evitar sonreír cuando la pequeña enredó su manita en el cuello de su camisa, es tan pequeña y frágil que tiene miedo de dejarla caer y arruinar todo como siempre.

Pero esa bebé es tan diferente a todos sus demás hijos que no puede dejar de acariciar sus mejillas mientras logra que deje de llorar, su piel es tan blanca como la leche, su pequeña boquita es tan roja como sus mejillas y su cabello negro es tanto que parece una muñeca y también parecería que no es hija de él, porque no es rubia y no tiene rasgos ingleses, pero esta bebé es la copia exacta de Vanessa.

Es una princesa latina.

Alexander miró a su alrededor, no quiere irse y dejar a su hija en medio de esos cuneros y con unas enfermeras desconocidas, quizá es un obsesivo con la seguridad, pero es la hija del rey, no tiene que pasar sus días en un hospital, tiene que ir a Buckingham, a su casa.

Así que no dijo nada cuando cubrió a la bebé con una sábana y la abrazó para jamás dejarla caer, por lo menos no quiere arruinar eso, no quiere abandonarla en medio de cuneros con bebés que no paran de llorar, en Buckingham tendrá una linda habitación y dormirá con ella para que no tenga miedo por las noches.

Es la bebé de papá, así como lo son las gemelas y la celosa de Helena.

La cubrió delicadamente con la sábana  mientras camina por los pasillos del hospital para llegar a esa habitación a la cual no ha podido entrar, la que tiene la puerta cerrada y donde está su enojada esposa.