Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]

Capitulo 52

Nota rápida de la autora.

Hola a todos. Yo creo que ya es muy obvio que solo faltan unos cuantos capítulos para el final de la historia... pero estos días estuve pensando en hacer una tercera entrega. Sin embargo estoy un poco dudosa. Por eso me encantaría saber lo que piensan.

¿Les gustaría una tercera parte?

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Alexander

— ¿Los bebés están llorando? Ponlos al teléfono  — los ojos de Vanessa brillaron cuando escucho los lloriqueos de sus bebés. Esta haciendo una llamada con la nodriza. Es tan preocupada que no le gusta dejar a sus hijos ni un instante — Puede que tengan hambre, no le des leche muy caliente. Si no se calman puedes usar una de mis blusas para que crean que soy yo —

Alexander rodó los ojos y sirvió más vino en su copa. Hasta donde esta puede escuchar los lloriqueos de los bebés, fuertes y latentes buscando a sus papás. No lo mal interpreten adora a sus hijos más que a la Corona... pero son bebés, muy pequeños y hermosos, pero estar con ellos solo es saber si tienen hambre, cambiar pañales y ver el color de su popo. Vanessa hará que la nodriza salga corriendo ante sus exigencias. Los bebés tienen todas sus noches y todos sus días, la tiene todo el tiempo, por lo menos estas horas serán para él.

Que disfrute su noche con el rey.

— Vanessa la volverás loca. Déjala en paz  — se inclinó sobre la mesa y alejo el celular de su oído para terminar la llamada, incluso guardo el celular en su bolsillo — Yo me aleje de la Corona esta noche, me sacaste de reuniones y cenas importantes. Tu haz lo mismo con los bebés, déjalos un poco. Estarán bien. —

Vanessa soltó un par de carcajadas y se recargó en su asiento, mirándolo con los brazos cruzados.

— ¿Sigues molesto por que te abandone unas horas? Ni siquiera me dejaste sola un dia —

Claro que aún está molesto, pero le hizo lo mismo cuando se llevaba los bebés a Buckingham, así que están a mano.  Después de encontrarla en Venecia corrió hasta el hotel de ella y llegó revisando a sus bebés, pero esas tres cositas solo estaban moviendo sus manitas en la cama y en cuando vio a Vanessa olvido todo lo que quería decirle al instante.

— Ese vestido que llevas puesto no deja nada a la imaginación. Estoy seguro que lo recuerdo de algún lugar — Vanessa recargo sus codos sobre la mesa. Los mechones de su cabello son pocos pero caen por su cuello y su sonrisa es amplia.

— Lo usé cuando te invite a salir en Turquía — Ella bajo la vista hasta su pecho, sus senos casi salen del pequeño escote —  ¡Lo recordaste! Creí que ni siquiera me habías visto. Ya sabes, tus ojos se iban solo con la chica que danzaba —

Sonrio al verla imitar un par de movimientos. ¿Esta mal pensar en  llevarla hasta su habitación y aprovechar a la nodriza toda la noche?

Olvido esa idea de su mente. Esta en cuarentena. Acaba de tener a sus hijos.

— Antes no podia verte como ahora. Tenía que convencerte para que salieras conmigo una vez más. Esa noche estaba confuso porque nadie me había invitado a una cita y mira, lo hice y tenemos tres bebés   — Vanessa se quitó discretamente una de sus zapatillas y subió su pie lentamente por la pierna de Alexander debajo de la mesa. Sonríe juguetonamente, mientras mira a todos lados para que nadie los descubra — Estas provocándome cruelmente. Eso es un juego sucio —