Capitulo especial. Las princesas no viven en Norteamérica

20.2K 1.4K 102
                                    

Alexander

— ¿Eres un fantasma? — Helena tomó asiento al lado de Alexander. Su rostro tiene rastros de chocolate y su cabello rubio está despeinado como si acabará de despertar, vaya fiesta se esta dando en Buckingham. Ahora solo sin chocolates, después serán cervezas — ¿Estas muerto? No pude comer mi helado porque crei que estabas muerto, me asusté mucho papi —

Alexander dejó de hablar en el mismo instante en que su hija interrumpió su importante reunión con ese político, la niña entró a su sala privada como si nada pasará, los asesores corren detrás, pero su hija caminó con mucha autoridad y no pudo molestarse con ella, menos cuando el político soltó una risa al verla llena de chocolate y aún menos cuando su hija tiene esa sonrisa preciosa. Pero cuando el político se retiró, pudo ayudar a Helena a abrir una nueva envoltura de chocolate.

La miró y sonrió de lado, si tan solo él hubiera tenido una infancia así, sería el hombre más feliz del mundo, pero no, su infancia fue seria, fría... complicada, como no lo seria con una madre que intentó matarlo y viviendo solo en un palacio, es la peor infancia para un niño. Por eso alguna veces le cuesta tanto ser agradable con sus hijos, quizá aveces pude ser muy frío, pero le cuesta demasiado tener esa conexión de padre a hijo que él no tuvo.

— Si fuera un fantasma no podría abrir tu golosina ¿no crees? —

— Si es verdad —  su hija mordisqueo el chocolate y se recargó en el sillón — Nos asustaste mucho, creímos que nos quedaríamos sin papá, ¡Yo quiero que tu me lleves a la escuela, no te puedes morir ahora!... ¿Papi porque chocaste tú auto? ¿Fue porque te vas a separar de mami? —

— Yo...

¿Que le puede decir? ¿Que desbarató su auto porque estaba embriagado?

No, lo último que quiere decirle a su hija son los detalles escabrosos, trató de ocultar todos los detalles, pero Vanessa es la reina y trabaja en un hospital, ella se dio cuenta que no estaba sólo en el auto, que Camile, unas damas de compañía y sus amigos también estaban en el auto. Pero rompio el corazón de Vanessa, es como si fuera una maldita maldición para hacerla llorar, de verdad que es lo último que quiere, pero Camile siempre está ahí, detrás de el, quizá porque ella fue la primera mujer de la que se enamoró. Pero sin importar el vino que haya tomado, jamás se le pasó por la mente engañar a Vanessa con Camile y de verdad que tuvo muchas oportunidades para hacerlo, tantas que tuvo que quedarse con un horrible dolor de cabeza.

¡Como demonios no iba a estar enojado! Si Vanessa se llevó a sus hijos con ese doctor a la feria, donde se supone que él debería de estar, sus guardias le dijeron todo y eso lo enfureció. Así que no pensó con claridad al quitarse el saco, la corbata y beber como un loco, para terminar desbaratando su auto favorito... Alexander miró de nuevo a su hija y frunció el ceño.

¡¿Como demonios una niña de cuatro años sabe que sus papás se van a separar?!

— ¡No me voy a separar de tu mamá! — miró a su hija seriamente mientras un sirviente deja un pequeño vaso de leche — ¿Quien te dijo eso? —

— Mamá — Helena caminó sobre el costoso sillón y se arrojó hacia él aferrándose al cuello de su camisa — Mami dice que nos vamos a ir a Norteamérica y que te podremos ver en verano... pero yo quiero vivir contigo papi —

Helena se arrojó sobre su pecho y soltó un llanto quejoso, llora tan fuerte que un par se nanas corrieron hasta la sala.

— ¿Alteza, quiere que nos llevemos a su hija? —

— No, así está bien — dio palmadas sobre la espalda de su hija, tratando de calmarla — Tú mamá solo está confundida y un poco molesta, pero estoy seguro de que regresará al palacio. Además, las princesas no viven en Norteamérica —

Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora