Levi Y Tú - Escenarios, Oneshot, Whatever [CONCLUIDA]

Sólo Necesitaba Tu Compañía (one-shot)

Ahora con un one-shot sugerido por sxturn-vibes espero que te guste 💜

Si leyeron el escenario anterior, salía como título Si Ambos Fueran Criminales, pero siempre que hago una historia que no sea escenario le pongo otro título.

¡Empecemos!
Y antes, como costumbre el narrador es en primera persona.

Los he visto siempre, robando, haciendo destrozos, dejando esta ciudad aún más peligrosa de lo que ya es. ¿Cuál es el fin de seguir haciendo sufrir a esta gente? Sin embargo, admito que también he delinquido una que otra vez, pero por necesidad, sin usar violencia o algo por el estilo. Ellos prácticamente destruyen todo cuando están robando. Es molesto y alguien tiene que decirles algo.

Me encontraba en una pequeña tienda aquí en la ciudad subterránea, estaba comprando porque no siempre robo, como mencioné, lo hago cuando es necesario. En fin, estaba a punto de pagar cuando la vendedora y yo escuchamos un ruido muy fuerte. Salí de la tienda lo más rápido que pude para ver qué sucedía y la verdad no era algo que me tomara por sorpresa, presentía que iban a ser ellos tres. Era ese grupito de nuevo, volando con esas cosas con cables raros, ni idea cómo aprendieron a usarlas. Para variar, estaban delinquiendo como siempre y sin que alguien pueda decirles nada, sin embargo, cuando los vi pasar no pude evitar sacar a la luz mi enojo.

— ¡Son unos hijos de puta! — grité a todo pulmón y los tres de ellos me miraron. Dos no prestaron mucha atención, pero el que sí lo hizo me lanzó una mirada amenazante que hizo que se me helaran los huesos.

Los perdí de vista, la señora de la tienda me regaño diciéndome que debía tener más cuidado puesto que no sabía sus intenciones o lo que podrían hacerme si los hacía enojar. Aún así yo no tenía miedo de ellos, tal vez del tipo que se me quedó viendo, pero los otros dos no se ven para nada peligrosos, por lo que no me siento intimidada con ellos. Me dirigí a mi hogar una vez terminé mis compras, vivo sola, sin nadie que me espere, sin nadie que me extrañe cada vez que salgo. Es algo triste vivir esta realidad, siempre lo mismo, luchando por sobrevivir. Ni si quiera tengo algún sueño que desearía cumplir, antes me gustaba la idea de ver el mundo allá afuera, pero están tan jodidos como nosotros, salvo que quizás, ellos viven un poco mejor que nosotros, lo que encuentro muy injusto.

Preparé una pequeña cena para mí, para luego irme a la cama y descansar, aunque no mucho ya que sufro un poco de insomnio y me cuesta conciliar el sueño. Ya estaba por terminar de hacer la cena, hasta que una vez más escucho el mismo ruido que hace un rato en la tienda donde estaba, salvo que esta vez oí que alguien se quejaba de dolor. Salí a ver y era aquella chica, estaba sentada sobándose el tobillo izquierdo, lo más probable es que se lo haya torcido. No sabía qué pensar, así que sólo actúe, no podía dejarla así sabiendo que se había lastimado. Por suerte tengo un botiquín de primeros auxilios para socorrerala. Me acerqué a ella y le dije que iba a ayudarla, la chica me dio las gracias mientras me ocupaba de su tobillo. Le apliqué un ungüento, tenía una herida y no quería que se le infectara. Apenas hizo contacto con su piel, se quejó un poco, pero le pedí que se tranquilizara. Luego cubrí su tobillo con vendas y listo.

— En verdad gracias — me dedicó una gran sonrisa.

— No hay de qué, pero debes tener más cuidado — la quedé mirando unos momentos, no se ve para nada peligrosa — Por cierto, cómo te llamas.

— Isabel y ¿tú?

— (T/N).

— ¡Un gusto! (T/N), de casualidad no has visto a mis amigos, me perdí y no los encuentro por ningún lado.