Capitulo 28:

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Ha pasado aproximadamente la mitad de la clase y Dani no llega, ¿Pero que hace? Si recién platiqué con el en la entrada, no creo que haya tenido que irse, y tampoco creo que se sienta mal, hace rato se veía muy bien.

Me parece una tontería que llegue tarde cuando ya había llegado a la escuela, tanto que asusta, ¿Habrá ido al baño? ¿Lo habrán llamado de dirección? Tal vez tuvo alguna emergencia.

Estar solo en el salón me aburre, Dani es con la única persona que platico, desde que murieron mis papás todos me miran con lastima, siempre que llegó, las personas cambian el ceño, así como "ay", y a mi me da asco su lastima, y Dani siempre se portó igual conmigo, antes y después del accidente.

Es estúpido ¿No? Sentir lastima por mi mismo. Soy un estúpido por no poder hacer amigos, y soy miserable porque no puedo borrar los sentimientos de lastima que provoco.

También hablaba con mi novia y con Valentina pero por obvias razones no puedo hablarles. ¿Esto me hace mas estúpido? Si, lo hace. No tengo mas que solo un amigo, y soy dependiente de el.

Voltee hacia donde se sienta ese par y me di cuenta de que no habían venido. No debería importarme, después de todo, yo ya no tengo nada que ver con ellas. Le reste importancia y seguí con la clase, tomaba apuntes cuando de repente se abrió la puerta de golpe, todos levantamos la cabeza y dirigimos nuestras miradas a la puerta, hasta la maestra que estaba anotando en el pizarrón volteo hacia la puerta.

Todas nuestras miradas estaban posadas en Dani, el cual, venía con la ropa desaliñada y llena de pastito y tierra.

—¿Por que tan tarde joven?—Dijo la maestra a Dani— Y que aspecto es ese con el que se presenta a clase ¿Ahora trabaja de jardinero o que?—Todos se rieron de el comentario de la maestra pero yo seguía viendo a Dani fijamente esperando a que respondiera la pregunta de la maestra.

—Jeje—Dani se rascaba la nuca— Es qué pasó una tragedia maestra—Dani no se mostraba ofendido, mas bien lo decía juguetón y algo avergonzado.

—A ver ¿Cuál?—La maestra dejó de escribir y se cruzó de brazos, pidiendo la respuesta de Dani.

—Ya ve que atrás de el edificio hay una montañita—La maestra asintió y soltó un "Ajá" para que Dani prosiguiera— Bueno yo estaba encima de la montañita—Puso sus manos como si una fuera una montaña y otra suponiendo que era el— Entonces mi pie se torció—Dobló el dedo que simulaba que era el, y hacía como que estaba perdiendo el equilibrio— Entonces yo rodé y rodé, así como los niños chiquitos cuando juegan a rodar en el pasto, pero no fue divertido—Todo el salón se empezó a carcajear con la trágica, pero poco creíble historia de Dani, la maestra solo dijo "Ah bueno pase"  y tomó asiento a lado mío, la maestra siguió explicando, pero a mi me picaba la curiosidad, yo no era tan simple y no me tragaba ese cuento absurdo.

—Y de verdad ¿Que te paso?—Susurre para que la maestra no me oyera, y no pudiendo contener mi pregunta.

—Ahorita te cuento— Susurro igual y yo solo asentí como respuesta y seguí tomando nota.

Pasaron las clases y llegó la hora del descanso, todos corrieron desesperados afuera, Dani y yo nos quedamos donde mismo esperando a que el salón se vaciara.

Cuando ya no quedaba nadie en el espacio le pregunté

—¿Por que llegaste todo tierroso si en la mañana estabas bien?—El uniforme de Dani aun era un asco, no podía dejar de preguntarme ¿Qué fue lo que lo atrasó por tanto tiempo?.

—Pues tú tío— Dijo levantando la voz, ya no viendo la necesidad de susurrar.

—¿Mi tío que?—Dije no entendiendo a qué se refería con eso, y pensando que tal vez me molestaba con ese molesto.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora