Capitulo 56:

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Narra Fernando:

Después de lo sucedido en la tarde ya no hablamos, Sebastián comió en silencio y se fue a ver tele a la sala en un total silencio, yo seguía en la cocina lavando platos.

No quiero que mañana haga como que nada pasó. Fui hasta la sala dejando algunos platos sin lavar y me senté a su lado, él estaba acostado en el sillón, así que subí su cabeza a mis piernas y le empecé a sobar el cabello.

—¿Que quieres hacer?—Pregunté con mi mirada en la televisión.

—Tu dijiste que qué importa—Dijo el también mirando al televisor.

—¿Quieres salir a algún lado?—Pregunté esta vez mirándolo a él.

—No—Contestó. Yo fruncí el ceño.

—¿Entonces? ¿Que Quieres hacer?—Él dirigió la vista hacia mí.

—Afuera hace calor, quiero ver la tele—Lo miré interrogante.

—Está bien—Me iba a levantar del sillón pero Sebastián me detuvo agarrando mi mano.

—Espera—Dijo él—Quédate aquí—No me tenían que rogar, tan solo con que me lo pidiera hacía que mi corazón se enterneciera, ¿como iba yo a negarme a él?

Tomé asiento en donde estaba y dejé que Sebastián se recostara sobre mi pierna, yo acariciaba su cabello y él solo se limitaba a ver la tele y a ser sumamente adorable.

Besé su mejilla y él no se negaba a ninguna de mis caricias, lo cual hacía sentirme bastante feliz.

—Déjame ver la tele—Dijo despegando la vista de la tele y mirándome a mí. Yo sonreí y negué con la cabeza.

—No quiero—Llené su cara de besos y el solo se reía, era la imagen más hermosa mis ojos que pudiera existir.

Ambos dejamos de hacer lo que estábamos haciendo cuando escuchamos el sonido de la puerta intentando ser abierta.

Ambos por el ruido volteamos a ver a la puerta, pero no nos movimos, solo nos quedamos alerta.

La puerta fue abierta y de esta entró mi mamá con una gran sonrisa y dos grandes maletas a los lados.

Sebastián abrió grande los ojos y corrió hasta ella con una amplia sonrisa.

—¡ABUELA!—Exclamó Sebastián casi tumbándola con su gran abrazo.

Yo me levante del sillón tranquilo, estaba feliz de ver a mi mamá después de unos cuantos meses pero, ¿Por qué ahora?

—Hola mamá—Le sonreí y caminé hasta ella para ayudarla con sus maletas.

—¡AY!—Exclamó ella—Mis amores, los extrañé tanto—Mamá nos atrapó en un fuerte abrazo el cual fue correspondido por ambos.

—¡Abuelita!—Exclamó Sebastian—Te extrañe mucho—Sebastián la apretujó y ella solo le sonreía, me siento un poco celoso, pero no puedo estar celoso de mi mamá.

—¿Ya comiste?—Jale a Sebastián hacia atrás para que ya no molestara a mamá—Sobró comida de hace rato.

—No gracias—Me sonrió amable—Ya comí cuando venia, pero ¿Como les fue? Cuéntenme

Sebastián le ha dedicado una gran sonrisa y se ha ido con ella a la sala. Mamá parecía que lo traía de llavero por que Sebastián no la soltaba. ¿Por que a mí no me abraza así?

Fui a dejar las maletas de mamá a su cuarto y cuando regresé Sebastián le estaba dando un largo reporte de todo lo que se había perdido sin entrar en detalles. Mi mamá sabe que terminó con su novia pero no sabe el por qué y cosas así.

Me ponía celoso que Sebastián estuviera pegado como chicle a mamá, se colgaba de su cuello y le dedicaba sonrisas que a mi no me da.

Respira Fernando, es tu mamá, no lo hace con esa intención. Es su abuela, ni modo que te lo vaya a quitar.

Pero... yo soy su tío, y eso no le impidió nada. NO, mamá es decente, ama y respeta la memoria de papá y es decente.

¿Entonces yo no soy decente? Bueno, eso a nadie le ha importado nunca.

Fui con mamá y Sebastian y le quite a Sebastián de encima a mamá.

—Entonces, ¿Por que no llamaste? Hubiera limpiado tu cuarto si hubieras avisado que regresabas—Me senté en medio de esos dos y le sonreí a mamá, después a Sebastián, el cual me fulminaba con la mirada en forma de regaño.

—Quería que fuera una sorpresa—Me dedicó una gran sonrisa—Veo que ya se llevan bien—Nos señaló a ambos—Pensé que la casa estaría quemada cuando regresara, pero veo que mi ausencia les hizo bastante bien—Solté una sonrisa cómplice al recordar el bien que nos hizo su ausencia y los besos que compartíamos antes de que ella llegara.

—Si abue—Sonrió Sebastián— Al final no era tan malo, solo es un poco odioso, pero puedo controlarlo—Fruncí el ceño.

¿Odioso? ¿Odioso yo? ¿Es que a caso no soy lo suficientemente bueno para él? ¿Esa es la opinión que tiene de mi? Cree que soy un odioso. Tal vez prefiera a su novio tóxico que a mi, o solo me va a usar como algo para pasar el rato.

Regañe a Sebastián con la mirada y el me dedico una hermosa sonrisa. Aunque sea solo algo para pasar su rato, me alegra ser yo su juguete. ¿Por que con una sonrisa le tengo que perdonarle todo?

Quería soltar un defecto de él en la conversación pero simplemente no se me ocurre ninguno, ese bello ser no tiene defectos.

—Abuela salgamos a pasear—Sebastián se fue a colgar de mi mamá importándole poco pasar por encima de mí.

¿Salir? Hace rato no quería salir conmigo que por que hacía calor, pero el acepta gustoso salir con su abuela, ¡Yo quiero esas atenciones!

—Estoy muy cansada querido—Mamá le dedicó otra de sus sonrisas y se levantó—Ahora solo quiero dormir un rato, tal vez más tarde ¿Si?

—Está bien—Mamá se fue dirección a su cuarto a paso lento dejándonos solos otra vez.

Mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora