Feliz día de la revolución mexicana, aunque lo digo más por mi, por que no tuve clases :)).
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Fernando y Daniel, el papa de Dani, han terminado siendo amigos. Ellos tenían muchas cosas en común, ambos reían de sus malos chistes y conversaban de cosas triviales, aunque las cosas triviales siempre iban encaminadas hacia sus pequeños. Ambos, por alguna extraña razón, se sentían identificados uno con el otro, las palabras de cada uno las recibían con tanta familiaridad, que incluso ya estaban planeando volver a reunirse algún día.
La noche había caído, el cielo ya se había tornado oscuro, y cuando esto sucedió, Daniel, el papa de Dani, se había dado cuenta de que se había hecho tarde, que era hora de volver a casa, ya que, el tenía cosas que hacer mañana, y Dani tenía que ir a la escuela temprano, ya no eran horas de estar irrumpiendo en una casa.
Daniel se levantó del sillón y se despidió de su nuevo amigo con un apretón de manos, y, le pidió de favor a Fernando que si le podía avisar a Dani que ya se irían.
Fernando obviamente cedió, y fue a la silenciosa habitación de Sebastián mientras el papa de Dani esperaba a Dani en la puerta de la casa.
Fernando pensó que ambos estaban estudiando, así como lo habían dicho, por lo cual, Fernando decidió omitir la parte en la que tocas la puerta, y la abrió cuidadosamente para no distraerlos a ambos con su presencia, pero grande fue su sorpresa al encontrar a Dani sobre su pequeño, a centímetros de su cara, Dani con su respiración agitada, y Sebastián pareciera que estaba dormido.
Fernando estaba tan enojado que no sabía que hacer, quería golpear a ese idiota que abusaba de su pequeño, pero por otro lado, no podía golpear a un niño. Fernando también quería gritarle una sarta de maldiciones a Dani, pero tampoco podía gritarle a un niño que no es suyo, pero aunque fuera así, Fernando sentía que Dani merecía que lo golpearan y que le gritaran, incluso más.
Fernando salió de su trance y se ha acercado a Dani dando fuertes pasos. Dani también salió de su trance y bajó rápidamente de encima de Sebastián, pero Dani no fue lo suficientemente rápido para poder evitar a Fernando.
Fernando, importándole poco lo que pueda pasar, ha tomado del cuello de la camiseta a Dani, sacándole un gran susto a este por el gran jalón que Fernando había ejercido sobre el.
Los pies de Dani no tocaban el piso, Dani estaba aterrado, aterrado de lo que le pudiera pasar.
Sebastián, aún profundamente dormido, ha soltado un audible ronquido que había resonado en la habitación. Fernando ha desviado su atención de Dani y la ha centrado en Sebastián.
En ese milisegundo que Fernando se distrajo, Dani ha aprovechado para huir. Dani salió corriendo de la habitación de Sebastián dando un portazo, dejando a Fernando adentro.
Después de no más de dos segundo, oyó un fuerte portazo en la puerta principal, en seña de que su víctima había huido exitosamente.
Fernando dejó de pensar en cómo mataría a Dani para ver a su pequeño durmiendo tan plácidamente. Fernando se sentía tan impotente por no poder proteger lo único bueno que tiene en la vida, se sentía tan enrabiado por no estar ahí, cuidándolo. Dani había besado a Sebastián en sus narices, y Fernando a cambio no hizo nada al respecto.
Cegado por la inmensa rabia, Fernando ha atrapado los labios de Sebastián de forma brusca, haciendo que este se despertara en cuanto sentía que se quedaba sin aire.
Sebastián no comprendía nada, el simplemente estaba dormido, pero ahora repentinamente va a follar. Sebastián no quiere hacerlo ahora con Fernando.
Sebastián ha intentado alejar a Fernando con sus manos, pero este simplemente no cedía, Fernando estaba muy enojado como para prestar atención a su alrededor y a las señales.
Fernando arrinconó a Sebastián en la cabecera de su cama, quitándole el espacio y las formas de escapar a Sebastián.
Sebastián se ha comenzado a asustar cuando las manos de Fernando intentaban quitarle su camiseta, Sebastián no entendía nada, no entendía el por que su tío se comportaba así, pero esa faceta de él, no le gustaba a Sebastián, le tenía miedo a su penetrante mirada, observándolo a los ojos mientras lo besaba de esa manera tan brusca, el como sus manos jaloneaban su camiseta intentándosela quitar a la fuerza, Sebastián, si no conociera a su tío, juraría que es una violacion, pero por alguna razón Sebastián no se la cree. Sebastián aún piensa que simplemente con una palabra suya bastará para que su tío se aleje.
Decidido, Sebastián, con voz firme, ha articulado con toda su fuerza de voluntad la siguiente frase
—Deja de tocarme, que no ves que estaba dormido—Ha intentado sonar neutro, aunque le salió más como un regaño. No era lo que Sebastián esperaba pero le servía.
Fernando ni siquiera había escuchado lo que había dicho Sebastián, seguía peleándose con la camiseta de sebastian.
Sebastian, por haber bajado la guardia, ya le habían quitado la camiseta, y una de sus piernas ya estaba fuera de su pantalón.
Sebastián rápidamente peleó por su pantalón, pero Fernando atrapó sus manos con simplemente una de sus manos y las aprisionó en la pared.
Un intenso miedo había recorrido todo el ser de Sebastián. En un milisegundo, Sebastián se imagino más de 10 formas diferentes en las cuales sería violado.
Sin quererlo, Sebastián empezó a sollozar, y en pocos segundos sus sollozos se transformaron en un desconsolado llanto.
Ahí, Fernando pudo volver a recuperar la razón "¿Pero que estoy haciendo?" Pensó Fernando en cuanto regreso en si.
En ese momento, pudo darse cuenta de lo que estaba haciendo, Fernando la había cagado.
Fernando miraba con el corazón encogido lo que estaba a punto de hacerle a su sobrino. Fernando veía los hermosos ojos azabaches de Sebastián recubiertos de esas gruesas lágrimas que salían sin control, se resbalaban sobre sus mejillas, y caían, perdiéndose o evaporándose en el entorno. Veía el como Sebastián forcejeaba por sus aprisionadas manos que aún se encontraban retenidas por la mano de Fernando, y con estas intentaba inútilmente cubrir su torso desnudo. Y lo que más le dolía a Fernando era que Sebastián temblaba, y no era por el frío de la desnudez, sino por miedo, miedo a Fernando.
Fernando lentamente ha soltado a Sebastián, y este en cuanto fue liberado, le ha propiciado un fuerte golpe a Fernando con su mano derecha. Sebastián estaba tan enojado.
—¡LÁRGATE!—Grito Sebastián aún con lágrimas en sus ojos.
Al ver que Fernando no se movía, Sebastián lo golpeaba y le aventaba lo que sea que tuviera a la mano, ya sea una simple almohada, o incluso su propio celular, a Sebastián le importaba poco los objetos que lo rodeaban, simplemente quería que Fernando se largara de ahí.
Fernando ha decidido hacer lo que Sebastián dijo y salió de la habitación tal y como se lo habían pedido. Sebastián en cuanto Fernando estuvo afuera cerró su habitación de un portazo, dejando afuera a Fernando, el cual, no podía dejar de repetirse "que he hecho"
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Mi Tío
RomanceSebastian perdió a sus padres repentinamente y su único familiar dispuesto a cuidarlo, su abuela, vive con su tío, pero ellos no tienen una buena relación ¿Que pasara en esta casa de locos?